Histórico a todas luces y casi de ciencia ficción: NOFX metieron 5.000 personas cada noche (la del domingo, no tantas, todo sea dicho…), pero la Ciudad Condal respondió como nunca lo ha hecho ninguna otra ciudad del mundo. Que está muy bien que Coldplay llene cuatro Camp Nous, que Elton John haga dos Sant Jordis, pero que el hardcore melódico independiente de NOFX se despida a estos niveles me sigue pareciendo inconcebible. Nunca este estilo ni este grupo se hizo para llegar a estos niveles.
Si os digo que Melvin y Fat Mike terminaron llorando sobre escena en la despedida creo que está todo dicho. Un servidor ha visto a NOFX mal, bien, vomitando (ellos, no yo) y habitualmente sonando mal, pero esta vez sonaron a gloria a pesar de que el gran Fat Mike está realmente tocado de voz, y más cuando arrastraba dos noches previas con sets largos. Recordemos que en los tres días de concierto NOFX no repitió ni una canción (chúpate esa Bruce Springsteen) y de merchandising apenas quedó nada, los fans arrasaron. Pero la tarde-noche iba cargada con muchas sorpresas.
Get Dead calientan al Poble Espanyol
Entré sin colas para ver qué tenían entre manos los Get Dead, formación en la que está Fat Mike, pero en esta gira prefiere dedicarse a sus NOFX y descansar entre bambalinas. Entretenido quinteto variopinto que combinó punk rock y ska con muy buenas maneras. Se les ve curtidos, sonando bien y con pintas todos de Shaggy de Scooby Doo. La explanada del Poble Espanyol lucía con muchísima gente y el grupo entretuvo con canciones como “Stick Up” o “Hard Times”.
Momentos con sonoros “fuck” y letras adaptadas en la Barcelona en la que tocaban. Es un punk rock muy de raíces californianas. Sam King hizo de maestro de ceremonias y la gente se contagió del buen rollo y las tonadas bailables y berreables. Se notaba que los presentes tenían muchas ganas de disfrutar y lo hicieron desde el primer grupo, algo que agradecieron estos californianos.
Codefendants: Los mismos de antes, pero vestidos de frac
No vivía un cambio de banda en la que los que entran vuelven a salir los mismos desde el concierto de Beautiful Creatures hace ya mucho en La Nau, y en el que luego volvieron a salir las mismas personas diciendo que ahora eran los Bang Tango. Aquí pues los Get Dead estaban vestidos de etiqueta, con un crack a la voz y guitarra llamado Ceschi Ramos y se hacían llamar Codefendants. Musicalmente hubo cambios pues juegan con bases pregrabadas, alterna el líder las voces con Sam King y hay momentos rapeados.
Se hace todo más difícil de digerir, pero la gente se mostró animosa, que no entregada, ante un punk que explora límites no habituales. Llegaron a decir que era su primer concierto, y la verdad es que no estaban ni en el cartel, pero ya habían tocado el viernes. Sam no paró de fumar y por momentos me llegaron a recordar a los Beastie Boys. Presentaban su ópera prima y no gustaron tanto como los Get Dead. Sorprendieron con un tema de post punk y rizando el rizo salió al final Ramos para cantar el “Ojalá” de Silvio Rodríguez. Se le olvidó la letra, pero consiguió que el recinto aplaudiera a rabiar tamaño atrevimiento.
Subterranean Kids rememoraN el pasado con agallas
Me parece un absoluto regalo que hayan vuelto los Subterranean Kids, quienes llegaron a tocar con NOFX a finales de los 80. Ya sólo de ver al Boliche tras los parches la cosa emocionaba… Lejanas historias de instituto me conectan con el grupo por lo que verles fue un auténtico placer. Arrancaron al ritmo de “En casa me llaman loco”, y a pesar de que los años han pasado, siguen consiguiendo un tremendo directo. “No digas” nos devolvió al pasado con un Mimo que cada vez que saltaba perdía la gorra.
Punk rock rabioso e histórico bastante bien definido por el sonido y con el grupo diciendo que llevaban unos 11 años sin pisar un escenario (a pesar de que habían tocado el pasado viernes en el mismo emplazamiento). Hubo algún momento en el que la guitarra estaba un poco alta y Boliche hizo de las suyas con mucha clase y pegada. No fue el show de la vida ni mucho menos, pero el factor nostalgia hizo que muchos tuviésemos ese momento de regresión al pasado. Espero verles en el Estraperlo más pronto que tarde… Fueron nuestros héroes hace décadas y lo siguen siendo.
Los germanos Donots aprovechan su momento de gloria
Con los germanos Donots disfrutamos de verdad ya que poseen un directo muy efectivo y que son dignos herederos del punk alemán que tantas buenas alegrías nos ha dado a lo largo de todas estas décadas atrás. Rotundo inicio con “Auf sie met Gerbüll” con aires muy hímnicos y con un directo trabajado al milímetro. Daba la impresión de que el grupo sabía lo que se jugaba y canciones como “Kaputt” hicieron mella entre los presentes. Hubo sorpresas incluyendo que su guitarrista cantó un tema con mucha clase.
Su líder y vocalista Ingo se lanzó entre el público micrófono en mano y cantó un tema entero en volandas. Los primeros pogos multitudinarios empezaron a sucederse y el festivo set list, muy festivalero, fue una fiesta continua. Saben cómo ganarse a las multitudes y lo demostraron con “Dead Man Walking” y para finalizar, una versión del “We’re not Gonna Take It” de Twisted Sister en clave punk para que la gente desparramara sus vasos y la testoesterona empezara a surgir. Si vuelven en sala creo que muchos de los que estábamos allí les iremos a ver…
NOFX bordan su tercera noche en Barcelona y terminan llorando de emoción
Las linternas alumbraban la rampa de salida de NOFX y ellos salieron al ritmo de “Time Warp” de la mítica banda sonora de The Rocky Horror Picture Show. ¿Qué puede ir mal después de eso? Salieron a escena con un minúsculo logo en fondo amarillo y con decenas de personas detrás de las vallas de obra. Se comportaron los invitados hasta que en medio concierto un VIP saltó entre la gente sin más consecuencias. El gran single “Dinosaurs Will Die” fue la elegida para rememorar el Pump Up the Valuum. Lluvia de vasos de cerveza y locura generalizada.
Cayó ese homenaje a los Monty Python con “And Now for Something Completely Similar”. La verdad es que hubo momentos en los que el grupo hizo gala de su humor mordiente que bordea lo faltón. Como era de esperar, todos los miembros del grupo charlan y hacen gala de su divertida californiedad para asaltar luego “Take Two Placebos and Call Me Lame”. Y es que posiblemente estemos hablando de su último gran disco… con cortes de la talla de “What’s the Matter with Parents Today”. La lluvia de vasos fue una constante a partir de entonces, y eso que Fat Mike no estaba especialmente brillante a las voces. Poco importó… Se respiraba en el aire de estar ante algo histórico, y así fue.
Con el paso del set vimos que su teclista y corista Karina Denike iba tomando protagonismo, con la bandera del arco iris colgada en su teclado. Emplamaron “Pharmacist’s Daughter” con “Louise” para luego hacer gala de su humor mordiente y faltón con un chico que iba en silla de ruedas. Tras su ataque en los límites del humor le subieron para que disfrutara de todo el concierto desde el escenario en un sitio privilegiado. Tocaba “Idiots Are Taking Over” con un gran Melvin a los coros, descamisado y con sus rastas.
En “We Called It America” vimos que es muy bonito cuando el público canta los coros y estos funcionan a la perfección con la canción. Mucha movilidad en el escenario y con un El Hefe que cuando canta demuestra que está en una gran forma. Enfundado en un cantón fucsia siguió tocando en “The Quitter” y “I Love You more tan You Hate Me”.
En otra de sus largas peroratas vimos que apuntaron sus mordaces bromas hacia sus compatriotas Green Day. Y al finalizar la ronda del disco Pump Up the Valuum su jefazo tiró de voz el Hefazo para cantar una tremenda versión de Rancid: “Radio”. El público lo pasó en grande y las ganas de pogo y fiesta saltaron a la palestra. Grandísima versión.
«Y ahora vamos a tocar buenas canciones», dijo Fat Mike con el humor habitual del grupo. Luego preguntó: “¿hay algún musulmán aquí?” Caerían “Mattersville”, “72 Hookers” y una tremenda “Herojuana” que desató la locura en el recinto. Cómo gana la canción en directo… Eso dio un momento de descanso en el intermedio de cinco minutos en el que ponen una cancioncita de fondo que parece la del Cangrejo Sebastián en la película de Disney. Y llegó uno de esos tramos enormes en los que destacó la rabiosa “Franco Un-American” y la única concesión al Heavy Pettin Zoo: “What’s the Matter With the Kids Today?”.
Todo culmina en la genial “Stop Fucking My Mum” y en una tremenda sorpresa: “Ayer nos dejamos un tema del Punk in Drublic, así que la tocamos hoy”: “Punk Guy”. Este detalle es realmente auténtico de una banda que tiene palabra y toda la credibilidad entera. Los vasos lanzados al escenario se sucedían y llegamos a un momento de conexión total entre público y NOFX. Ojo al tramo final porque incluyó “I Believe in Goddess” y una de las más queridas “Bottles to the Ground”. Aquí ya empezó la magia pues el momento era ya especial.
Lo mejor de la noche acaeció aquí pues la entrada de batería con el otro Eric abrió la caja de Pandora: “The Decline”: 16 minutos de punk hechos tema con ese mítico riff de El Hefe con trombón. Nada de pregrabados ni nada. Sonó como debía de sonar y el gentío empezó una batalla campal que no podía durar un cuarto de hora y al minuto las aguas se calmaron. Maravillosa composición que fue ampliamente coreada con una genial Karina y con un plus de motivación por parte del grupo que era palpable. Menudas segundas voces hechas por el público. BRUTAL.
Terminó el quinteto emocionado y la gente empezó a cantar el riff del trombón cuando daban las gracias, cosa que les llegó al alma. Finalizarían con la soberbia “Theme from a NOFX Album” en la que Melvin sacó su acordeón. Corte a ritmo de tiempo ¾ con bailes, con los coros de Karina y con invitados cantando fragmentos del tema. Un final colosal que Melvin quiso alargar una y otra vez hasta quedar fundido en un abrazo con Fat Mike. A ambos se les saltaban las lágrimas. No era para menos… era el fin de un hito histórico. El guitarra de rastas no quería terminar e hizo varias apariciones con el resto del grupo empujándolo entre bastidores, un teatrillo que siempre enamora a los fans.
Y así terminó la noche… con un final apoteósico de una banda fundamental que ha llegado a unos números de leyenda. Había mucha gente que había estado los tres días, y vaya… envidia me dieron. Sobre si habrá un final de NOFX real… es algo que flota en el ambiente, pero viendo lo que ha sucedido en estas tres jornadas dudo que quieran parar y estoy absolutamente seguro de que se mueren de ganas de volver al mismo emplazamiento.
Barcelona ha sido de Ramones, de Bruce Springsteen, de Los Suaves, de Woody Allen con su banda y de muchas agrupaciones que poseen un amor especial hacia la ciudad. A partir de ahora está claro que la ciudad condal es algo especial para NOFX y una gira de retorno tras unos años de parón puede ser algo alucinante. Aunque suene a final yo tengo claro que estamos ante un principio: el salto de NOFX a los escenarios masivos. Son una banda especial y sería un error parar ahora. Ya sueño en el retorno de Fat Mike, los Erics y El Hefe junto a la imponente Karina. ¡Hasta pronto!