Ahora sí, oficialmente el Barcelona Rock Fest está en marcha. Como mandan los cánones, con un despejado día de mes de julio y bajo un sol de justicia, vamos al campus metalero por excelencia de las tierras barcelonesas que congregará, desde su anterior jornada previa con el concierto inaugural de el maestro El Drogas, varios miles de almas oscuras, cual orcos de Mordor, ansiosas de sangre y duro metal. Sí, todo esto es coña, porque el ambiente era de lo más familiar y amistoso.
Rhapsody of Fire mantiene viva la llama ante sus fieles seguidor@s
Lamentablemente, por temas logísticos no pudimos acudir a la temprana descarga de los locales Motosierras, encargados de sufrir las altas temperaturas del mediodía y amenizar la entrada a los que pudieron acudir a la cita. Sí que lo hicimos cuando Rhapsody of Fire del teclista Alex Staropoli, vestidos de negro y con su cantante Giacomo Voli ataviado con una heroica camiseta de manga larga que asemejaba una cota de malla, iniciaban su show frente a un sol de justicia que quemaba más que el fuego que decoraba el logo proyectado en la pantalla posterior. Aún así, un buen puñado de fans se congregaron frente al escenario, puño y birra en alto, cantando los épicos temas de los italianos. Aún así, y a pesar de cantar las últimas “Dawn of Victory”, «Land of Immortals» y “Emeral Sword” como si me fuera el alma en ello, acabé saturado de tanta pista pregrabada y sonido excesivamente alto. Buen inicio de jornada a pesar que su estilo dejó de interesarme hace tiempo.
Setlist Rhapsody of Fire:
Unholy Warcry
I’ll Be Your Hero
Chains of Destiny
The March of the Swordmaster
The Legend Goes On
A New Saga Begins
Challenge the Wind
The Magic of the Wizard’s Dream
Dawn of victory
Land of the Immortals
Emerald Sword
Unos entregados Kontrust hicieron saltar y bailar a los más atrevidos
La tónica común y predominante de los conciertos hasta las tardías horas de la tarde es el calor y el sol abrasador que le da de cara a todo aquél / aquella valiente que se suba al escenario, pero no nos olvidemos de los sufridos asistentes con las collejas achicharradas por el astro rey. A media tarde se veía a más de un@ que nos hacía sufrir y más de un dermatólog@ los mandaría a la celda de castigo de por vida.
Aún así, valientemente ataviad@s con trajes tiroleses y con un sonido que les hacía justicia, el metal fusión de los austríacos hacían moverse tímidamente a más de un@. Son divertidos y bailongos, pero una hora de concierto fue demasiado. Antes de que acabaran nos dirigimos a cobijarnos a la Rock Tent para ver a unos desconocidos My Own Ghost de los que no tenía demasiadas referencias.
Setlist Kontrust:
Hey DJ!
Just Propaganda
The Butterfly Defect
Black Soul
Bomba
Lederhosen Overkill
Raise Me Up
My Own Ghost se estrena en el Rock Fest con muy buena nota
Mi problema con la Rock Tent, y no soy el único, es la dificultad para que suene bien y, debido a la proximidad con los los escenarios principales, que al solaparse con otras actuaciones suele quedar en ocasiones con la música del otro concierto resonando de fondo al que estamos presenciando. Esta vez no fue la excepción de ambos casos, sonido regulero corregido al momento y el sonido exterior predominando de fondo. Aún así, descubrí a una banda que practica un hard & heavy melódico pero para nada mirando al pasado. Su potente carta de presentación, Julie Rodesch, una vocalista con un vozarrón que te peina hacia atrás. Desconocidos para un servidor, llevan diez años de carrera y tres discos en el mercado. Apuntados quedan.
Korpiklaani danzan y convencen en un horario adverso
Alternamos el concierto de My Own Ghost para acercarnos a ver a los fiesteros finlandeses, los cuales estaban sudando de lo lindo frente a un sol de justicia. No puedo imaginarme la de litros de cerveza que ingirieron más tarde para reponer el líquido exudado.
No pararon de moverse, incluso Samuli, su batería, se cascó un poderoso solo como si el calor no le afectase. El batería no fue únicamente el protagonista por su solo, sino que también lo fue a causa de que el sonido de su instrumento llegaba a comerse el resto. Algo que se repetiría en varias actuaciones durante el festival, afortunadamente no fue la tónica general.
Se me hicieron algo pesados. Supongo que todas las condiciones que envolvían la actuación no ayudaron a que me involucrase más. Me arrepentí de no haber continuado viendo el concierto de la carpa hasta el comienzo del primer concierto tocho de la jornada.
Setlist Korpiklaani:
Kotomaa
Wooden Pints
Tuli Kokko
A Man with a Plan
Gotta Go Home
Aita
Kalmisto
Tuli Kokko
Pixies Dance
Pidot
Leväuta
Oraakkelit
Rankarumpu
Viima
Metsämies
Saunaan
Vodka
Cavalera mantienen más vivo que nunca el legado clásico de Sepultura
Había muchas ganas de ver a los hermanos sobre un escenario y más después de las regrabaciones de sus primeros trabajos. Ojito a la última publicación que han hecho del Schizophrenia.
El hype y el morbo sobrevuela esta formación, ¿ahora que Sepultura anuncia su última gira habrá reunión clásica? Creo que Max lo dejó claro al gritar, a las pocas canciones, que los auténticos Sepultura se encontraban en el escenario.
Sin contemplación iniciaron su descarga con «Bestial Devastation». Había ganas de Cavalera y así lo demostró desde la primeras notas un público entregado que ausente al calor no dudaron de organizar los primeros circle pit del día antes de un sólido «Morbid Visions», tras la petición de un sudoroso Max, que ya había empezado a despojarse de varias prendas de su metalero atuendo. Todo ello bajo el épico acompañamiento del «O Fortuna» de Carmina Burana sonando de fondo.
Evidentemente no podía faltar la presentación de su reciente regrabación de Schizophrenia (2024), temazos que se acogieron bajo una grandísima ovación y mucho movimiento en las primeras filas.
Para nuestra sorpresa, el remix «Chaos B.C.» empezó a sonar por los altavoces, lo que provocó que muchos nos echáramos las manos a la cabeza. iban a caer temas del puto Chaos A.D. (1993), discazo. «Refuse/Resist», «Propaganda» y «Territory» fundieron nuestras cuerdas vocales para acabar con el infalible e imprescindible «Troops of Doom». Qué bien funciona este temazo old school a pesar de los años y la evolución de la banda brasileña.
Su sonido old school nos reventó a todos. Estos rejuvenecidos Cavalera, con la participación de Igor, hijo de Max, a la guitarra y Travis al bajo, jaleados y aplaudidos durante su presentación, nos van a dar muchísimas más alegrías. Lástima que por Barcelona no lo hicieran en salas. Para mí, unos de los triunfadores de la jornada.
Setlist Cavalera:
The Curse
Bestial Devastation
Antichrist
Necromancer
O Fortuna
Morbid Visions
Mayhem
From the Past Comes the Storms
Septic Schizo
Inquisition Symphony / Escape to the Void
Chaos B.C.
Refuse / Resist
Propaganda
Territory
Troops of Doom
Black Magic
Morbid Visions
Dead Embryonic Cells
R.I.P. (Rest in Pain)
Cansados y hambrientos después del repaso que nos han dado los brasileños, nos dirigimos a reponer fuerzas mientras los alemanes Primal Fear daban cera en el escenario contiguo. La banda sonaba espectacular, con la importante ausencia de Mat Sinner al bajo, y Ralph como siempre, a un nivel vocal de otro planeta. 25 años en activo y aún le quedan muchos cartuchos que quemar.
Siempre son una garantía de éxito y esta vez no fue una excepción. Al concluir la actuación, se postraron unidos frente el escenario con los brazos en alto, moviéndolos rítmicamente mientras sonaba “Hands of Time” en un épico y emotivo final.
Crisix revientan Can Zam
Para algun@s cabezas cuadradas que criticaron la incorporación de los de Igualada en sustitución de Ángeles del Infierno, decirles, suscribiendo las palabras de Javi Carry, que con su mierda de mentalidad vamos a acabar con la escena en pocos años. Afortunadamente, este tipo de voces son minoritarias y se quedaron en sus cuevas llorando.
Dicho esto, seguimos con el relato de los hechos, porque amenazo con cargar contra esa lacra en varias ocasiones a lo largo de los diferente artículos sobre el festival.
Con fuerzas renovadas, cogemos posiciones frente a un escenario en el que ya estaba su característica escenografía en amarillo y negro haciendo referencia a la reciente regrabación de su segundo trabajo, ahora titulado Still Raising… Never Rest (2023) y que ya han ido descargando por diferentes escenarios dentro y fuera de nuestras fronteras… señores/as de las cuevas, fuera, sí fuera, donde son reconocidos y no cuestionados.
Si ya los has visto anteriormente durante los 16 años que llevan repartiendo cera, habrás disfrutado de su evolución y partes de su espectáculo que se han mantenido hasta hoy y que ya son fijos. Aún así siempre te van a sorprender con algo o habrá alguien que no los conozca y que se engancharán a ellos de por vida. Doy fe de ello, lo he vivido en mis propias carnes, pues es una banda que ha enganchado a diferentes rangos de edad a mi alrededor.
Lo primero que me llama la atención son las bermudas en color berenjena y el gorrito blanco de Requena, siempre sonriente y desenfadado. Atrás quedó ese estilismo old school con el que los descubrí teloneando a Angelus Apatrida presentando Clockwork (2010) en una petadísima Razz 2.
Tras una breve presentación iniciaron a saco con “Bring ‘Em to the Pit” en la que la batería se comía el sonido general, como siempre en esta edición fue corregido al instante.
Los pogos y el circle pit se iniciaron desde el primer momento contagiados por la energía sobre el escenario que, como siempre, los chicos de Crisix hacen con una sonrisa en la cara. ¡Viva su puto thrash feliz!
Tras cagarse en la puta madre de Frieza agradecieron el apoyo durante sus 16 años en activo. Momento tras el que Juli desapareció para aparecer con la máscara verde interpretando “Brutal Gadget” y todo su disfraz completo del personaje de cómic.
No faltó su habitual cambio de instrumentos entre ellos para interpretar el habitual medley de covers, tras el cual montaron un brutal y festivo wall of death.
Arnau, batería de Bellako, se unió a la fiesta para ocupar el puesto de Carry en la fiestera «Ultra Thrash» mientras éste se subía a una plataforma con sencillo kit de batería por el que surfearía por encima de las cabezas hasta el centro de un circle pit al que se unió BB Plaza. Si no os queda claro lo que os explico, os recomiendo buscarlo en YouTube.
Entre una extensa ovación y muchas sonrisas, dieron por finalizado el mejor directo del día. Se hizo corto.
Setlist Crisix:
Bring ‘Em to the Pit
Leech Breeder
Frieza the Tyrant
Full HD
Get Out of My Head
Fight for Your Right / Walk / Antisocial
G.M.M.
Ultra Thrash
KK’s Priest se marcan un Ross the Boss
No tenemos que desplazarnos demasiado para posicionarnos frente al escenario donde KK’s Priest comenzaría a tocar. Tras la presentación con una cavernosa voz, KK Downing, Ripper y compañía salen a no dejar prisioneros interpretando “Hellfire Thunderbolt”, primero de los tres temas propios que abriría el show entre fuego y épicas proyecciones en la pantalla. Tras éstos, una retahíla de clásicos de Judas cayeron tras el grito de “What’s my name!” por parte del cantante, para el disfrute de l@s presentes. El gran número de camisetas de Judas Priest que había entre el público así lo esperaban, así que “The Ripper” abrió la veda. Tim “Ripper” Owens es una puta bestia, manteniendo un nivel vocal espectacular, aportando una nueva vida a los clásicos de Judas que, por motivos de edad del gran Metal God, hace años que no se disfrutan como se crearon. Además, es un placer disfrutar de un “Burn in Hell” del injustamente apartado Jugulator (1997).
KK y A.J. Mills se complementan a las guitarras ofreciéndonos un espectáculo similar a la banda madre. Tras un «Braking the Law» bajo la proyección de una enorme bandera británica y un excelso «Victim of Changes», finalizan con “Raise Your Fists”, otro poderoso tema propio.
Está claro que la sombra de Judas es titánica, pero estos KK’s Priest ya van dejando de ser la banda pataleta de KK Downing para convertirse en una banda con cara y ojos que hará las delicias de los seguidores más clásicos. ¿Temas de Judas en el setlist? Indudablemente sí, pero con dos discos publicados veo poco solo cuatro temas propios en un setlist por mucho festival que sea. Algo similar viviremos con el gran Ross the Boss en la siguiente jornada.
Setlist KK’s Priest:
Hellfire Thunderbolt
Strike of the Viper
One More Shot at Glory
The Ripper
Night Crawler
Burn in Hell
Beyond the Realms of Death
Hell Patrol
The Green Manalishi
Breaking the Law
Victims of Changes
Raise Your Fists
Acabados, nos dirigimos a la carpa para disfrutar de otros clásicos, Sodom. Tenía ganas de clásicos del thrash, por lo que dejamos preparándose a los asturianos WarCry, del que no soy muy seguidor, en el escenario principal. Por lo que me han contado fue un auténtico bolazo. Os dejo, en palabras de mi amiga y compañera Susana Masanés, la experiencia WarCry en el Barcelona Rock Fest:
El valor seguro de apostar por WarCry por Susana Masanés
La última vez que los asturianos WarCry visitaron Can Zam en el año 2015 no pudieron ofrecer una gran actuación. Ni la franja horaria que les tocó, a plena luz del día imposibilitando el lucimiento de pirotecnia, ni los problemas de sonido, fueron buenos compañeros de viaje, lastrando su actuación y dejándonos con un gusto un tanto amargo. Era de justicia que tuvieran una nueva oportunidad en este festival que no duda en repetir nombres una tras otra vez si la banda bien lo merece. Contar con WarCry en esta edición de Rock Fest ha sido todo un acierto y un valor seguro en cuanto a copar la cuota de bandas nacionales de renombre, prestigio y tablas sobre el escenario.
En Barcelona cuentan con una buena base de seguidores que no fallaron a la cita colomense y se agolparon cerca del escenario en una franja horaria más que deseable, justo después de la estelar actuación de los KK’s Priest, que nos dejaron un más que buen sabor de boca. Sin embargo, los temidos solapes hicieron que la gente tuviera que decidir si dirigir sus pasos justo al escenario contiguo para continuar con un estilo más relajado y melódico que la descarga anterior, o acercarse a la Rock Tent para irse a otro extremo más duro con Sodom. En mi caso, WarCry fueron la elección clara, ya que su power metal / rock melódico va más en la línea de mis gustos musicales que no el metal extremo.
A tenor de la duración de su actuación y franja horaria, podemos afirmar que WarCry fueron co-cabezas de cartel de la jornada junto a W.A.S.P., quienes tocaron justo después con el mismo tiempo sobre el escenario. Curiosa elección para un primer día de festival en el que la tónica ha sido colocar los grandes nombres pasada la medianoche y no en la franja anterior como venía siendo habitual en ediciones anteriores. Dicho lo cual, tanto WarCry con hora y cuarto, como W.A.S.P. justo después, no dejaron pasar la oportunidad de sacarle partido a su condición de grandes estrellas de la noche.
WarCry, por su parte, se dedicó a tirar de sus clásicos más antiguos mayoritariamente, etapa creativa por la que más es querida, esos primeros años entre el 2001 y el 2005 que dieron como resultado himnos como “Contra el viento”, “Nuevo mundo”, “Perdido”, “Capitán Lawrence” o “Tú mismo”, aderezado todo por juegos pirotécnicos que no hicieron más que engrandecer la épica de muchos de ellos. De su etapa más reciente, 2011-2013, dejaron caer también los que en mi opinión son sus mejores temas, “Alma de conquistador”, “Ardo por dentro” y “Quiero oírte”, y ya para rematar, un par de concesiones a Daimon (2022), su último disco de estudio, con el el inicial “A por ellos” escogido también como apertura de su actuación, y “Solo sé” ya hacia el final de la misma.
La banda, con su precisión habitual, nos brindó una actuación estelar a las seis cuerdas de Pablo García, quien con su técnica depurada desgranó sus solos con maestría y finura, y un trabajo impecable por parte de Santi Novoa a los teclados, pieza imprescindible quecohesiona la propuesta musical de WarCry. Víctor García, como maestro de ceremonias, estuvo a un nivel vocal correcto y se salió como buen frontman que es, animando a su público a cantar en todo momento, y nada podemos objetar sobre el resto del combo que cumplió con creces. Sin duda, se notó la cohesión que hay entre ellos y lo rodados que llevaron los temas, que despidieron a lo grande y por todo lo alto con “Hoy gano yo” (aunque en realidad los que ganamos fuimos nosotros).
Setlist WarCry:
A por ellos
Contra el viento
Nuevo mundo
Alma de conquistador
Perdido
Ardo por dentro
Quiero oírte
Luz del Norte / Alejandro / Señor
Capitán Lawrence
Tú mismo
Solo sé
Hoy gano yo
Sodom empezaron con algo de retraso bajo un sonido horrible que se mantuvo durante la hora de concierto. Una lástima, porque ni se merecían ese despropósito ni ese escenario. Mientras WarCry se lucían en el escenario principal, los alemanes se hundían por deslucimiento del encargado de los botones. Decepción del día a pesar de la entrega de la banda.
Cansados nos dirigimos al escenario en el que unos W.A.S.P., bajo un muy buen sonido, iniciaban su larga descarga de clásicos bajo la proyección de los clásicos videoclips de los inicios de la banda y un Blackie Lawless sentado en un ridículo taburete mostrando un buen tono vocal dando la sensación de quitarse la espina clavada después del horrible sonido en su última participación en el festival. Parece ser que por motivos de salud y recuperación de una reciente intervención no podía hacer el show de pie. Desconozco si la leyenda que envuelve a Blackie es cierta, pero allí no se apreciaba trampa. Aún así, tras un cuarto de hora de concierto nos encaminamos hacia la salida para descansar para la larga y temprana jornada del sábado. Es por eso que gracias a la colaboración , de nuevo, de Susana Masanés, os dejamos con sus impresiones del concierto de W.A.S.P.
¡Muchísimas gracias, Susana!
W.A.S.P. aprovecha bien su tiempo y nos quita el mal sabor de boca de su visita anterior por Susana Masanés
Se han vertido ríos de tinta sobre la pasada actuación de W.A.S.P. de la edición del 2019, en la que se especuló en que las pistas de voz venían grabadas, por lo que la expectación y por qué no decirlo, el morbo, de saber si esto volvería a ser así, era grande. Pero este año, un nuevo elemento curioso más allá del aspecto musical volvía a ser motivo de chascarrillos, y éste fue nada más ni nada menos que el estado de salud de Blackie Lawless. Con anterioridad a la cita barcelonesa, ya se le había visto aparecer en otras actuaciones sentado sobre un taburete debido a sus problemas de espalda, y efectivamente, los congregados hacia la medianoche del viernes pudimos comprobar que así encaró todo el concierto, levantándose brevemente en contadas ocasiones.
Si esto afecta a la experiencia integral del espectáculo, aunque evidente, es algo cuya importancia depende un poco de la empatía que tenga el espectador hacia la persona que, pese a su estado de salud, lucha por seguir haciendo lo que ha hecho durante toda su vida. En mi caso, esa empatía es total mientras lo que se haga sobre el escenario lo haga de una manera profesional y solvente. Al final, todos somos seres humanos que acarreamos con el peso del tiempo, por lo que, desde ya, todo mi apoyo a esas personas que tiran adelante aún en condiciones desfavorables, dicho lo cual y volviendo a la actuación de W.A.S.P., no me queda más que resumir que el bolo que presenciamos fue más que notable para sorpresa de propios y ajenos.
Un setlist muy equilibrado en el que sonaron todos los hits atemporales de la formación, más una atención especial a esa música conceptual de mayor elaboración contenida en el disco The Crimson Idol (1992), fue lo escogido para desplegar en hora y cuarto lo mejor de la discografía de la banda. Comenzaron con dos trallazos seguidos muy queridos por el público y coreados al máximo, “Blind in Texas” y “L.O.V.E. Machine”, dejando claro que eso de las pistas grabadas quedó ya para la historia (salvo que nos las hayan colado de forma sutil, cosa que no me dio la impresión en absoluto). “The Real Me” a continuación, aun no siendo un tema propio sino una versión de The Who, vuelve a sentirse como un hit de la banda de tanto que han hecho bandera de ella y lo cierto es que sonó de lujo gracias a una sección percutiva sobresaliente.
Aunque muchos de los seguidores de la banda hubieran preferido la inclusión de más himnos en el setlist, para una servidora, que tienen mucha estima a The Crimson Idol (1992), la aparición de hasta cuatro temas de ese disco me colmó de alegría máxima, encadenando dos de ellos a continuación, un profundo “The Idol” que me pone la piel de gallina cada vez que lo escucho y esta vez no fue menos (a resaltar el pedazo solo de guitarra que se marcó aquí Doug Blair), y un más enérgico “Chainsaw Charlie (Murders in the New Morgue)“ que consiguió volver a animar a la audiencia con esos estribillos tan coreables de los que hace gala y que, como no podría ser de otra manera, acabaron con el clásico «uououo» multitudinario. Los otros dos temas fueron “Arena of Pleasure” y “The Great Misconceptions of Me“, ejecutados tras la sentida balada “Miss You” (donde vimos a Blackie sufrir lo suyo por llegar a las notas más agudas, pero que acabó defendiendo con dignidad), la concesión al disco más actual Golgotha (2015). Solazo de nuevo por parte de Doug Blair, estirado como un chicle, como en la original, resultando una manera muy emotiva de dar por concluido el tema.
“Arena of Pleasure” nos devolvió en un periquete a los W.A.S.P. más enérgicos a los que nos sumamos cantando hímnicamente de nuevo durante sus estribillos, y es que,de éstos infalibles, tienen un buen número. A continuación abordaron todo un desafío,“The Great Misconceptions of Me“, un tema a modo de resumen de todo lo queacontece en The Crimson Idol tanto a nivel conceptual como a nivel musical. Con sus diversos pasajes contrastados, nos hipnotizó con toda esa amalgama de tramos que evocan los distintos temas del disco y que evidencian que cuando esta banda se pone en serio con la composición, son capaces de sacar cosas bien profundas.
Quedaba ya escaso tiempo para concluir el minutaje anunciado, y no era cuestión de que el ritmo decayera, así que nada mejor que otros dos himnos seguidos para dar por cerrado el recital, encadenando “Wild Child” y “I Wanna Be Somebody”. El inicio de “Wild Child” jugó a confundirnos, pues Blackie en solitario cantando con su guitarra sin distorsión casi nos hizo pensar que no iba a encarar ese tema, pero tras ese minuto de estupefacción, arrancó la banda en su plenitud desplegando toda esa energía que desprende el tema. No habíamos comentado aún, pero todos esos clásicos de la banda que fueron cayendo uno a uno fueron acompañados por las imágenes de los videos originales en la parte trasera del escenario, recordándonos épocas pretéritas de mayor esplendor. Quedaba una última bala en la recámara con la que apuntar alto, “I Wanna Be Somebody”, tema que aprovecharon para hacer interactuar al público, quien quedó más que extasiado tras una actuación impecable a la que poco le podemos reprochar.
Quien no sepa ver la grandeza de esta banda es porque anda un poco justo de vista, la verdad.
Setlist W.A.S.P.:
Blind in Texas
L.O.V.E. Machine
The Real Me
The Idol
Chainsaw Charlie (Murders in the New Morgue)
Miss You
Arena of Pleasure
The Great Misconceptions of Me
Wild Child
I Wanna Be Somebody
Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.
Salud y Heavy Metal.