Bala y Rosy Finch nos ofrecieron una noche de ROCK con mayúsculas, en el que bandas con mujeres empoderadas ejercieron su poder para subyugarnos a base de enérgicos guitarrazos y buen rock.
Rosy Finch
Rosy Finch abrirían la noche con el objetivo de caldear el ambiente de la Sala Upload para las estrellas de la noche, las Jefazas de Bala. Con un sonido atronador, y una entrega digna de mención, repasarían su último largo Scarlett (2020) casi al completo. Con Mireia en las tareas a la guitarra y voz, desgañitándose, en su papel de frontwoman. Sonaron tremendos, duros y contundentes. Lo cierto es que no conocía al power trio valenciano y me dejaron con un gran sabor de boca. Especialmente, temas como «Ruby» de Witchboro (2015) con el inicio de batería paulatina o «Oxblood», «Lava» o «Ruby» de su último disco Scarlett (2020).
Esperaba este concierto desde hace algo más de un año. Bala publicaron el mejor disco nacional en 2021 y, aunque vinieron a Barcelona con motivo de la edición pandémica del AmFest. Durante el periodo de medidas para hacer frente a la Covid, me negué a ir a cualquier tipo de bolo. No me seducía la idea de presenciar sentado y con limitación de movimientos y aforos música en directo, especialmente el tipo de música que más me gusta. Las expectativas que tenia con Anx y V eran altas, muy altas. Dos mujeres. Power duo. Majísimas, honestas y sinceras. Una banda a la que deseas que les vaya bien y tú puedas lo puedas ver para explicarlo.
Bala
Después de preparar instrumentos en el escenario y una breve estancia en el backstage, Anxela y Violet salieron al escenario de la Upload dispuestas a demostrar de lo que son capaces. Con una escenografía y juego de luces austeros, empezó la descarga sin prisa pero sin pausa de las dos gallegas. A pesar de un sonido un poco creepy al principio, con algunos problemas técnicos durante el bolo -especialmente con la microfonía de voz- Bala ofrecieron un auténtico conciertazo, de menos a más. Con esa mezcla que solo ellas pueden ofrecer de mala leche y dulzura, fueron cayendo, tema tras tema, un repertorio basado en su mayoría en Maleza (2021), pero que repasaría también sus anteriores Lume y Human Flesh.
«Mi orden», «Agitar» y «Hoy no» formaron un tridente inicial para entrar en calor muy complicado de igualar. Anxela, centrada en el trabajo de guitarra y voz, se va soltando poco a poco y ocupa intermitentemente el centro del escenario, mucho más contenida que el torrente de energía desbordada tras los parches de V. En todo momento afables y comunicativas con el público, siguen descargando un setlist sin fisuras. V con esa fuerza que la caracteriza incluso llego a perder el mazo del bombo de su batería en «Omerta», nada que no se pueda solucionar con algún chascarrillo recibido con simpatía por el público.
Curiosamente el sonido de guitarra más crudo que encontramos en disco, en directo se torna mucho más stoner, confiriendo una personalidad mucho más acusada a la, ya de por sí, especial propuesta de Bala. Seguirán cayendo uno tras otro, auténticos temazos (y algún chiste sobre los Fruitis que como buen boomer, no pillé) «X», «Liar» o mi favorita «Cien obstáculos». «Rituais» sirve para poner de manifiesto la persecución que sufrieron muchísimas mujeres bajo la acusación de brujas durante tiempos inmemoriales.
El tramo final inició con un versión de «Territorial Pissings» de Nirvana, con la colaboración de Mireia de Rosy Finch a las voces y bajo, que provocó el delirio del l@s que estábamos ahí, encendiendo la chispa del grunge de los 90. Una emocionada Anxela dedica «Bessie» a su hija Vera y el deseo de que pueda volar libre como mujer. El final del bolo correría a cargo de la contundente «Humo», con Anxela cantando desde pista de la Upload con un público ya derretido y entregado a las dos.
Un concierto colosal y honesto que hizo las delicias de la gente que se acercó a la sala del Poble Espanyol, teniendo como guinda poder saludar a las mismísimas Bala en la mesa de merchandising, en una muestra más de cercanía para con los fans. Brutal.
Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop… en resumen, la música es mi pasión.