En breve tendremos la visita de los finlandeses Nightwish por nuestras tierras y la banda que se encargará de calentar al personal son sus paisanos Beast in Black. No parece casualidad que sean los elegidos para dicho menester ya que su primer trabajo, el que tenemos entre manos, estuvo apadrinado ni más ni menos que por el líder de Nightwish, Tuomas Holopainen, el cual dijo en la promoción que “tienes que estar loco para que no te guste este disco”. Bueno, habrá que ver si está en lo cierto.
Antes de analizar mi nivel de locura, vamos a ponernos en antecedentes y conozcamos un poco a la banda.
Anton Kabanen (guitarra y segunda voz) decidió abandonar su anterior banda Battle Beast para crear un proyecto en solitario. No decidió estrujarse los sesos en buscar un nombre demasiado original (el nombre y el logo son casi calcados al de su antigua banda) ni en lo que quería mostrar, power metal épico de toda la vida. Al menos en apariencia, luego ya veremos.
A finales del pasado año publicaron éste Berserker (2017), con el cual se han hecho un hueco en la escena metalera, también gracias al apoyo de Nightwish y la gira abriendo para Rhapsody o Turisas. En éste disco encontramos, como decía anteriormente, el clásico power metal épico con estética guerrera, muy bien ejecutado pero que en algunos temas la sobredosis de teclados me estremece, no para bien, ya que en ocasiones deriva en un ambiente discotequero en el que el confeti y la purpurina sustituyen al cuero y el metal, que puede ser divertido y efectivo en directo, pero que durante la escucha uno se queda algo aturdido. Así pues también es inevitable realizar la comparación con la anterior banda de Anton, pues las composiciones son prácticamente calcadas.
El disco empieza directo a la yugular con el tema homónimo y épico “Beast in Black”, marca de la casa, en el que el cantante de origen griego Yanis Papadopoulos se deja la garganta. En el siguiente “Blind and Frozen” (tema muy Battle Beast o Nightwish) el comienzo con el teclado discotequero da paso a un tema movido y de fácil digestión. En éste tema hubiera jurado que había la colaboración de una voz femenina, pero viendo que no aparecía nadie en los créditos el video promocional me despeja las dudas, todas las voces las realiza Yanis. En directo funcionará muy bien. Pero el organillo de marras… Si no teníamos bastante, en los siguientes “Blood of a Lion” y “Born Again” tenemos más.
“Zodd the Immortal” es pura épica, una batería galopante que empieza como si de un “Painkiller” se tratara (salvando mucho las distancias) con buenos riffs y encima en el minuto 02:43 unas castañuelas (¡toma ya!). Con “The Fith Angel” llegamos a la mitad del disco, y Yanis desgañitándose en cada estrofa. Después de esto llegamos a “Crazy, Mad, Insane”… A ver… Pasamos del cuero a la brillantina. ¿No os gusta mi teclado? Pues toma sesión a cascoporro… Desconozco si se trata de un tema compuesto en una noche de farra después del típico “no hay huevos”. Tiene su gracia, esto lo pones al final del disco como bonus y te sales, pero en medio de tanta épica… Después de la sorpresa no puedo parar de descojonarme, me ha hecho gracia.
Nos desempolvamos la purpurina con “Hell for All Eternity”, bonus heavy colocado antes de “Eternal Fire”. ¿Lo describimos como su “The Final Countdown”?, pues sí, esto va a invitar a saltar a más de un melenudo. Lo veo.
Seguimos con otro bonus, “Go to Hell”, nada nuevo respecto a todo el disco. “End of the World” tiene un inicio épico discotequero que da paso a un tema power machacón marca de la casa.
Finalizan el disco con “Ghost in the Rain”. Puretas que leéis esto, ¿os acordáis de aquellos tiempos en los que las discotecas cerraban con las lentas? Pues eso, cierran con la balada que le faltaba al disco. Yanis da rienda suelta a su vertiente más melódica. No es que eche de menos las baladas, pero en un disco con tantos estereotipos es lo que faltaba.
A pesar de todo lo comentado, tengo ganas de ver que tal suena la voz de Yanis en directo, en el disco es melódica y potente, podría situarse en un lugar destacado dentro de los vocalistas de metal. A la vez de observar que tal se desenvuelven en directo, ya que me da la impresión que nos van a dar mucha fiesta.
Bueno Tuomas, loco no sé si estaré, pero algo aturdido si me hallo después de escuchar a tus paisanos. Nos veremos pronto en directo.
Salud y heavy metal.
Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.
Salud y Heavy Metal.