Cuando tuve la oportunidad de valorar mis impresiones después de escuchar su anterior trabajo Berserker (2017) ya ironicé sobre el excesivo protagonismo de los teclados y programaciones, en ocasiones rozando el sonido discotequero de los ‘80. Pero oigan, después de verlos en directo y nuevas escuchas me he visto atrapado por el característico y personal sonido de éstos finlandeses. Sí es cierto que cuando vinieron abriendo para Nightwish eché de menos a alguien encargado de los teclados, pues el hecho de tenerlos grabados no acabó de convencerme.
Pero ahora que tenemos aquí, pues posiblemente más de lo mismo para algunos o una continuación del anterior con más matices, según la opinión de éste humilde redactor. Me explico, no vamos a encontrar nada original pero sí un trabajo que a cada escucha engancha aún más. Es un disco con un aura ochentera en el que los teclados tienen gran protagonismo y los coros y estribillos se quedan grabados en el cerebro.
Antes de empezar a desgranar el disco he de reconocer que no tenemos que fiarnos de las primeras impresiones. Algo tan evidente extrapolable a cualquier ámbito de nuestra vida, en esta ocasión tiene más sentido que nunca. Me refiero al primer single de adelanto, “Sweet True Lies”, sacado a finales de 2018. Si en el anterior disco la canción “Crazy, Mad, Insane” la calificaba como un “no hay Huevos” etílico que luego en directo funciona muy bien y tiene su gracia, el videoclip de adelanto “Sweet True Lies” es una sacada de chorra. Temazo hard rock con una buena dosis de glucosa en el que no podrás resistirte a sus tentáculos, quedarás atrapado. Pero el videoclip, con todos esos clichés ochenteros, evitó que pudiera centrarme en la música creando más urticaria que placer.
Pero vamos al disco que me despisto. Antes de reproducirlo un comentario sobre la portada. Para los que no los conozcan posiblemente se lleven la impresión de estar frente a un grupo de True Metal con temática guerrera, para nada. La fantástica portada, realizada por Roman Ismailov, supera el trabajo de su anterior Berserker. En la ilustración nos muestra una bella y desafiante guerrera amazona a lomos de un enorme y enfurecido hombre lobo (la Beast in Black a la que harían referencia Judas Priest en “Nightcrawler”) abriéndose paso entre el fuego acechándonos. Llamadme clásico pero me encantan éste tipo de portadas.
Por lo que respecta a la música, que os voy a decir, para el profano no familiarizado costará entrar a la primera si buscas lo que sugiere la portada. Pero para el que tenga el oído entrenado o esté libre de prejuicios éste es un magnífico disco de Heavy Metal con esencia ochentera, con gran protagonismo dee teclados y codeándose en ocasiones con el hard rock y el AOR. Así pues, totalmente alejado de la monotonía.
Abren con “Cry Out For A Hero” y su pegadiza melodía de teclado para dar lugar a un trallazo heavy en el que Yanis se luce en la voz. La batería del cachondo Atte (en directo es puro espectáculo) juega con ese ritmo machacón y “discotequero” haciéndose más evidente en la vacilona “From Hell With Love”, segunda y homónima canción. Grandes agudos de Yanis demostrando, como en sus directos, que es un cantante versátil con una poderosísima voz.
“Sweet True Lies” es la tercera canción del disco y primer single de presentación. Os recomiendo primero escuchar la canción antes de ver el vídeo. El primer impacto tras el vídeo casi me deja exhausto, por suerte luego lo he podido disfrutar con calma. Tema muy hard rock empapado de AOR. Atención a las poses y coreografías a lo Judas.
“Repentless”, nada que ver con la de Slayer, es un tema muy épico con unos coros muy Nightwish, si se me permite la comparación. Gran trabajo vocal, la batería deja el ritmo “bailable” para galopar a doble bombo con gran solidez por parte del resto de músicos. Lucimiento de Anton Kabanen durante el solo.
Con “Die By The Blade” retomamos los teclados y el ritmo bailable. La voz de Yanis al principio parece femenina, en el mejor de los sentidos, demostrando de nuevo sus diferentes registros. Es innegable el talento que tiene Kabanen a la hora de componer canciones que se clavan en el cerebro. En éste disco cualquier canción te engancha sin compasión.
Legamos al momento romántico, a un buen disco de heavy clásico no puede faltarle una delicada y preciosa balada. En ésta ocasión semi acústica y recordándome mucho a Nightwish. Disculparme por las continuas comparaciones, pero ésta canción perfectamente podría ser cantada por Floor Jansen sin que nadie dudara que hubiera sido compuesta por el Jack Sparrow del Metal Sinfónico, Tuomas Holopainen.
“Unlimited Sin” otro temazo con unos teclados muy protagonistas y unos coros que darán mucho juego en directo. Es increíble lo que me llegaron a chirriar los teclados en el anterior trabajo y aquí los encuentro mejor integrados en las canciones. En este “Unlimited Sin” se escapa a partir del minuto 2:08 un fragmento techno que recuerda a “Crazy, Mad, Insane” de su anterior disco.
Si os gusta el AOR “True Believer” saciará vuestra curiosidad. Melodía pegadiza con un ritmo de teclado muy marcado y unos delicados coros que se compaginan a la perfección con la potente voz de Yanis.
Con “This Is War” volvemos a la épica y al heavy metal de toda la vida, pesado y directo, con un precioso interludio con flauta a partir del minuto dos. “Heart Of Steel” tiene un potente inicio que frena a los veinte segundos para retomar la energía a partir del minuto. Las subidas y bajadas de ritmo son contínuas en ésta canción. Creo que si la tocaran en directo prometerá saltos y fiesta.
“No Surrender” es el final perfecto para dejar un muy buen sabor de boca. Ritmos machacones y gritos agudos que dan paso a unos coros pegadizos. A media canción rezuman influencias Judas sin ruborizarse. Canción directa y fiestera que hará las delicias en los conciertos.
No cabe duda que éste será uno de los discos del año para l@s amantes de los sonidos más clásicos. Así que habrá que estar atentos a su gira de presentación porque está claro que lo van a dar todo. De calidad y actitud van sobrados, eso ya lo han demostrado.
Salud y Heavy Metal.
Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.
Salud y Heavy Metal.