El pasado viernes 24 de marzo, la sala Wolf de Barcelona vibró al ritmo de tres bandas excepcionales: Gyoza, Le Mur y Autosleeper. En una noche cargada de emociones, los asistentes pudimos disfrutar de un viaje musical a través de diferentes estilos, todos ellos unidos por la pasión y la entrega de los artistas en el escenario.
Gyoza, el quinteto barcelonés que ya se ha consolidado como uno de los referentes del rock alternativo estatal, presentó en directo su último trabajo, Beber y doler (2024). Un EP que es mucho más que una simple colección de canciones. Es un viaje catártico a través de la psique humana, un despliegue de emociones crudas servidas en una bandeja de melodías repletas de sentimientos intensos y música que toca el alma.
Con su estilo inconfundible y su habilidad para reinventar el rock alternativo, Gyoza demostró una vez más por qué son una de las bandas más prometedoras del panorama actual. Canciones como «Beber y doler», «Querencias» o «De esos polvos, estos lodos» hicieron vibrar al público, que no dudó en corear y bailar al ritmo de su música, convirtiendo a la mítica sala del Poblenou en el escenario perfecto para que la banda catalana desplegara su energía y talento.
Le Mur y Autosleeper, las dos bandas que acompañaron a Gyoza, también ofrecieron conciertos impecables. Le Mur, con su rock alternativo lleno de energía y pasión, puso a la sala a vibrar desde el primer minuto. Autosleeper, por su parte, ofreció un set más post-todo, dejando claro que tienen un brillante futuro ante sus ojos.
En definitiva, la noche del pasado viernes en la sala Wolf fue monumental. Tres bandas excepcionales demostraron su talento y nos regalaron un espectáculo (casi) impecable.
Autosleeper
Autosleeper, el trío barcelonés que fusiona shoegaze y post punk, formado por Gareth Hughes (voz y guitarra), Niek Leermakers (bajo) y Héctor Aguirrebeña (batería), irrumpió en el escenario casi sin previo aviso, con unos minutos de retraso. A pesar de que para cuando empezaron a sonar los primeros acordes de «Blue Blood» apenas había 30 personas en la sala, su energía fue contagiosa. Su sonido, tal y como se refleja en su hasta ahora único álbum publicado, Ocean of Noise (2023), combina la energía y la distorsión del género con diferentes texturas y enfoques más indie.
Antes de continuar, permitidme hacer un inciso. Según la disposición de los nombres de las bandas en el póster del evento, Autosleeper debía tocar en segundo lugar. Sin embargo, para sorpresa de much@s (o quizá solo me sorprendí yo), fueron los encargados de abrir el espectáculo. Al principio, no me percaté de un pequeño detalle: Elsa, la vocalista de Le Mur, estaba a escasos metros de distancia de mí, entre el respetable, cuando Autosleeper salió al escenario. Pensé que quizás ella comenzaría el concierto cantando desde el público, pero no llevaba ningún micrófono en la mano. Pero bueno, digamos que tampoco me fijé mucho en las caras de las personas que acababan de tomar las tablas, porque claramente esos no eran Le Mur. Al final, deduje que se había alterado el orden de actuaciones o que la persona que diseñó el póster no tuvo esto en cuenta. En fin, son solo minucias. Sigamos disfrutando del espectáculo.
Desde esta primera canción, Autosleeper se ganó mi alma, más aún al notar que Héctor, el batería canario del trío, lucía una camiseta del Badmotorfinger (1991) de Soundgarden, otra banda de cuyos efluvios sónicos también beben un poco, marcando la influencia del grunge en su música.
«Existence», el que hasta ahora es su último single publicado, sonó a continuación. Es rápido y enérgico, y con este lograron que el ambiente empezara a ganar varios enteros en cuanto a intensidad, mientras cada vez más y más gente entraba a la sala. No está de más recordar que esta pieza está producida, grabada y mezclada por Adrià Marva, vocalista de Gyoza.
Para cuando sonaba la tercera de la noche, «Substance, Sometimes», single publicado en junio de 2021, el número de asistentes ya se había más que duplicado. Temas como «Not to Be Reproduced», «Spiders» y «Let It Come Down» son una muestra perfecta de su lado más angular y potente, un sonido que aumenta exponencialmente en intensidad en sus directos.
Pero Autosleeper no se encasilla en un único género musical, pues también exploran atmósferas más shoegaze y el math rock en temas como «Speaking in Tongues», con el que cerraron sus 40 minutos de actuación.
«Cut That Map», su nuevo single lanzado hace apenas dos semanas, fue uno de los momentos destacados de su set. Antes de empezar la recta final con «Nothing», Gareth nos preguntó si era un «temazo», a lo que el público respondió afirmativamente, a pesar de su estructura y ritmo un tanto inusuales.
Un momento curioso fue cuando anunciaron una canción «que fue número uno en Suecia», debido al elevado número de streams que tuvo en el país escandinavo. Creo que se trata de «Spiders», el sexto corte de su primer LP. Durante su última canción, la post-rockera «Speaking in Tongues», pudimos ver a Adrià grabando desde el lateral del escenario. La energía fue tan alta que el público pidió un bis al final de su actuación, que jamás llegó.
Debo confesar que antes de esa noche no conocía a Autosleeper en absoluto, pero su actuación me sorprendió gratamente. La energía y la autenticidad que trajeron al escenario lograron captar mi atención desde el primer acorde. Salí del concierto convertido en un nuevo fan de su música, ansioso por explorar más de su futura discografía y esperando tener la oportunidad de verlos en vivo nuevamente. Marva no produce a cualquiera, eso está claro. Y tantísim@s suec@s no pueden estar equivocad@s.
Setlist Autosleper:
Blue Blood
Existence
Substance, Sometimes
Let It Come Down
Not to Be Reproduced
Cut That Map
Nothing
Spiders
Speaking in Tongues
Le Mur
Desde el primer momento, la potente voz de Elsa, vocalista de Le Mur, cautivó al público. Su energía y dominio del escenario se hicieron patentes en cada uno de los temas que interpretaron, empezando por «Vulpecula», la canción que dio inicio a su setlist. Le Mur, la banda murciana de rock alternativo, ha forjado su camino con pasión y entrega. Elsa Yepes (voz), Pedro J. Carrillo (guitarra), Carlos Barceló (bajo) y Juan Carlos Becerra (batería) forman esta banda que irremediablemente está destinada a dejar una huella bien gorda en nuestra escena. Desde sus inicios, Le Mur ha explorado un sonido único y ha demostrado que la música es su razón de ser, y los escenarios, su hábitat natural.
La banda demostró una estrecha complicidad y conexión con el público, contagiando su entusiasmo y pasión por la música, que viven casi más que interpretan. Durante su actuación en el Altimira Fest de Cerdanyola hace un par de semanas, mencionaron su regreso a Barcelona para celebrar el disco de Gyoza. Este gesto evidenció la gran amistad y el respeto que existe entre las dos formaciones… a pesar de las siete horas de coche que se metieron entre pecho y espalda para llegar a Barcelona, y otras tantas para regresar a Murcia.
El repertorio de Le Mur estuvo compuesto principalmente por temas de su último trabajo, Caelum Invictus (2023), lo que permitió al público disfrutar de sus nuevas composiciones en directo. Canciones como «Sagitta» y «Constelación» fueron recibidas con gran entusiasmo por parte de l@s asistentes.
Sin embargo, la banda también sorprendió con algunos temas de su disco anterior de 2017, El brote, como «Loto», una de las más celebradas de la noche, y «Crucífera», demostrando su versatilidad y su capacidad para adaptarse a diferentes estilos. Justo después llegó el momento de dar las gracias al staff de la sala y a los técnicos, invitando a la gente a visitar el puesto merch al final del show.
Otro momento especial fue cuando la propia vocalista pidió un chupito de Thunderbitch a uno de los miembros de Gyoza. El trato era que el brebage debía llegar a ella en cuanto su camiseta empezar a estar empapada en sudor; Adrià no tardó en concederle ese deseo, un ejemplo más de la cercanía y el buen rollo que reinaba en el ambiente.
Con el pintalabios corrido por la cara, que bien podría ser el Studded Kiss Slayer que Kat Von D sacó al mercado hace unos años, Elsa inició la última canción, «Epimeteo», que fue acompañada por una pequeña coreografía hacia la mitad de su ejecución, siendo una de las más cañeras y guitarreras de todo su set.
Hacía muchos años que no veía a Le Mur en vivo, desde su participación en el Tótum de 2018, y ya aquel día esbozaron una sonrisa en mi rostro. Desde entonces, la banda solo ha editado un álbum, Caelum Invictus, publicado hace poco más de un año. Durante su actuación, centraron gran parte de su setlist en este último álbum, lo cual permitió al público disfrutar de sus nuevas composiciones en directo.
Volver a verles me produjo una enorme satisfacción, confirmando que su energía y talento siguen intactos. Su actuación fue un viaje emocional y musical que me recordó por qué me habían impresionado tanto la primera vez. La evolución de su sonido y la madurez de sus presentaciones en vivo demuestran que Le Mur sigue siendo una de esas bandas que tienen un algo. Sin duda, fue un placer reencontrarme con su música y ver cómo han crecido y se han consolidado en la escena musical. Lástima que me los perdiera hace unas semanas en Cerdanyola.
Setlist Le Mur:
Vulpecula
Atalanta
Constelación
Loto
Llegan
Prometeo
Sagitta
Crucífera
Lepus
Monoceros
Epimeteo
Gyoza
Finalmente, Gyoza subió al escenario entre los vítores del respetable. Comenzaron su actuación con la misma instrumental que abre su último trabajo, el cual venían a presentar. Acto seguido, atacaron con «Beber y doler», la canción que da título a dicho EP. La intro al piano, mientras Adrià arrancaba vilmente el tapón de una botella de agua –a ningun@ de los que me leéis os gusta lo que han hecho con los tapones de las botellas de plástico–, creó un ambiente íntimo y emotivo. Durante la siguiente canción, «Querencias», Marina rompió una baqueta, pero esto no frenó la energía de la banda.
Durante «Inside the Lair», se notó la enorme sintonía existente entre el artista y un público que no cesó de corear «Lo loo loooooo» al unísono. La banda agradeció a todos por venir, a la sala y a las otras bandas, para acto seguido regalarnos «Bitter End», una de sus composiciones más melódicas. Sin embargo, esta pieza se vio por momentos algo deslucida por los gritos provenientes desde los aledaños del puesto de merch.
A pesar de que la voz de Adrià estaba un poco alta, lo que resultaba molesto en según que momentos, la energía no decayó. Interpretaron mi tema preferido de ell@s, «In My Room», y continuaron con un empalme de dos canciones más del mismo Early Bird (2020) tal y como aparecen en el álbum, «Unveiling Roy» y «Killing Goode». Agradecieron nuevamente a las bandas y a Jose, el técnico de sonido, por su gran trabajo.
El momento más emotivo de la noche llegó cuando un visiblemente emocionado Xavi, el guitarrista de la banda, se sinceró con el público y sus compañeros. Compartió que había tenido un año difícil, lleno de desafíos y altibajos. Sin embargo, agradeció profundamente a sus compañeros de banda por estar a su lado durante esos momentos complicados. Xavi expresó su amor y gratitud hacia la banda, destacando cómo la música y la conexión con sus colegas habían sido un apoyo fundamental. La audiencia respondió con aplausos y muestras de cariño, reconociendo la valentía de Xavi al compartir su vulnerabilidad en el escenario.
Durante la recta final del concierto, Adrià tomó una decisión inusual: cambiar el agua por cerveza. Quizás cansado de lidiar con tapones de plástico, optó por una lata de cerveza. En la canción «Afterlife», en la que colabora V de Bala, que fue la penúltima en sonar, hubo un pequeño fallo de sonido. Sin embargo, desde la mesa se reaccionó rápidamente y se arregló la situación.
Para cerrar la noche, Gyoza interpretó «Yes Sir, Yes Ma’am», una de las composiciones de su álbum homónimo lanzado en 2018. Adrià, antes de hacer su típica incursión al público, dejó la guitarra sobre la tarima. Este gesto marcó el clímax del concierto, y la audiencia respondió con aplausos, vítores y bailoteos varios, dejando una nota alta y memorable para tod@s l@s presentes.
El show llegaba a su fin y allí nos quedamos tod@s, con el alma en llamas, mientras Gyoza nos regalaba su último acorde. Y en ese instante, supe que mi admiración por ell@s trascende las notas y los aplausos.
Y mientras la sala se vaciaba, me quedé allí, charlando amistosamente con algunos de ellos, dándoles, una vez más, las gracias por ser así.
Setlist Gyoza:
Menos es más
Beber y doler
Querencias
Inside the Lair
Bitter End
De esos polvos, estos lodos
More Ghosts Than People
In My Room
Unveiling Roy
Killing Goode
Magma
Nothing to Be Ashamed
Opacitas Vinum
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Deliverance
Afterlife
Yes Sir, Yes Ma’am
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.