Before the Dawn – Stormbringers

11 años han pasado ya desde que Tuomas Saukkonen editase su último disco con sus Before the Dawn, y diez desde que el propio instrumentista finés anunciase que daría carpetazo a todos sus proyectos (Down of Solace, Black Sun Aeon…) para centrarse exclusivamente en Wolfheart que, personalmente, me parecen una de las mejores propuestas surgidas en los últimos años. Seguramente, aprovechando el éxito obtenido con su último y actual proyecto, el culo inquieto de Saukkonen pensó que era buen momento para volver a dar vida a algunas de sus aventuras pasadas, siendo la primera en renacer Down of Solace hace un par de años atrás y ahora Before The Dawn. Desde hace años siento cierta predilección por el bueno de Saukkonen, así que cualquier noticia relacionada con él es, para mí, también una buena noticia, y así lo ha sido la vuelta de Before The Dawn, pero tirando de refranero rancio podría decir aquello de que “no es oro todo lo que reluce…”

Para este nuevo rearme de la banda ha vuelto a contar con el Swallow The Sun Juho Räihä a la guitarra y con el …And Oceans Pyry-Matti Hanski al bajo. Para las voces la novedad la tenemos en Paavo Laapotti, joven finalista de la edición finlandesa de The Voice en 2022, y ahí es donde yo creo que radica gran parte de las malas sensaciones que me he llevado con este nuevo Stormbringers. Si nos centramos en la música podemos apreciar como Before The Dawn siguen sonando a ellos mismos, mezclan de manera elegante el melodic death con el gothic metal, es decir, es una continuación de su tiempo en pasado y encaja perfectamente en la discografía de la banda, además vuelven a incorporar esas voces más corales que se perdieron en un anterior Rise of the Phoenix (2012).

Esos coros de los que hablo son protagonistas en la pegadiza “Destroyer” o “Divided”, que además tiene un inicio muy Amorphis, dotando a la música de la banda de ese toque tan melódico que tanto gusta a los seguidores de este estilo. “The Dark” contiene todos los ingredientes que podemos esperar en una composición de Before the Dawn: melodía, melancolía, teclados, armonizaciones, growls, buenos riffs…, y “Chains” tiene unas guitarras y una épica con cierto regustillo a los propios Wolfheart.

En el otro lado de la moneda tenemos a “Reveries”, con inicio arrollador, “Downhearted”, un tema con mucho goove pero del cual me gustaría que le hubiesen sacado más partido a los sintetizadores, o la potente e intensa “Chaos Star”. Todos ellos son cortes más que correctos, sí, pero todos ellos pierden agua por la misma grieta, la del tratamiento vocal, especialmente, por no decir exclusivamente, en las partes limpias, que hacen que ciertos cortes, no únicamente éstos que nombro, vayan extraviando cierta profundidad por el camino.

Vuelo a hacer hincapié en que Laapotti no ha sido la mejor elección para hacerse cargo del micrófono, una elección que lastra en cierta manera este Stormbringers y que incluso se me hace extraño viniendo de un músico como Saukkonen. Laapotti nunca llega a las cuotas que llegaron pasados vocalistas como Eikind o Panu Willman, vale, de acuerdo, pero en términos generales creo que esta nueva incursión de Before the Dawn se queda un poco en tierra de nadie, no impresiona, y en pocos compases he sentido lo mismo que cuando escucho trabajos anteriores como 4:17 a.m. (2004) o Deadlight (2012).

Estamos en tiempos en que el melodeath fines, que tanto se ha nutrido de esas atmósferas más oscuras y melancólicas, quizás comience a pedir a gritos reinventarse. Lo tienen que hacer Omnium Gatherum, Marianas Rest… y dudo que el nuevo disco de Before the Dawn esté para empezar estos menesteres.

Jaime Arjona

Pota Blava y fanzinero de los 90. La música siempre ha sido una de mis grandes pasiones, y aunque el Metal es mi principal referencia, no he parado de moverme por diferentes estilos sin encerrarme a nada. Con los años el escribir también se convirtió en otra pasión, así que si junto las dos me sale la receta perfecta para mi droga personal. Estoy aquí para aportar humildemente algo de mi locura musical, y si además me lo puedo pasar bien…pues de puta madre.