Más de veinte años de carrera. No les conozco un disco malo. A Berri Txarrak los podríamos definir de muchas maneras, pero a mí me gusta definirlos como la honestidad hecha música, sencillez. Pero a la vez, culos inquietos, con ganas de mejorar día a día, con propuestas que mantengan viva la llama después de más dos décadas de carrera. Ahí están Libre © (2003), Haio.Musica.Hil (2005), Payola (2009) o Denbora Da Poligrafo Bakarra (2014), que dibujan una carrera más que sólida. Han girado por todo el mundo. Probablemente, sean una de las bandas con más proyección del Estado. Para un grupo que canta en euskera tienen un numeroso y fiel grupo de seguidores en todo el Estado y fuera. La verdad es que solo puedes rendirte ante una trayectoria a prueba de bombas. Letras comprometidas con el mundo que nos rodea y líricamente preciosas, Gorka, David y Galder han sido el reflejo de su generación. Después de publicar un triple EP (con tres productores diferentes como Ross Robinson, Ricky Falkner y Bill Stevenson) para celebrar su XXº Aniversario Denbora Da Poligrafo Bakarra, nos presentan, tres años después, su noveno LP Infrasoinuak (Only In Dreams 2017) en el que vuelven a trabajar con Bill Stevenson.
Después del tour de force del anterior triple EP con 20 temas, nos entregan un disco con diez temas, más fresco y más melódico que el anterior. En Infrasoinuak (2018) nos encontramos con los Berri Txarrak más cercanos al hardcore melódico con un sonido más fresco, más accesible y más claro. Creo que Bill Stevenson y Jason Livermore, ingeniero responsable de la mezcla y masterización, tienen mucho que ver. Concretando, el disco pasa a la primera, no te darás cuenta y habrás devorado las diez canciones.
El disco se abre con «Dardararen Bat», tema marca de la casa con influencias stoner, seguido por «Zuri» donde ya dan rienda suelta al hardcore melódico cercano a grupos como Descendents o Rise Against!. La canción que da título al disco, «Infrasoinuak», sigue por la senda hardcoreta marca de la casa, melódico pero con fiereza, hasta que llega a un interludio onírico con una voz de Gorka más calmada. Un gran tema que finaliza abruptamente. «Spoiler!» tiene un toque bailable, curioso, con interludio dub. Me encanta ese toque popi, bailable con su momento jamaicano que desemboca que esos cambios de tempo que manejan tan bien los de Lekumberri, maravilloso.
«Zaldi Zauritua», con su toque ska también nos lleva en volandas, con un Gorka muy esforzado en sacar su registro más melódico a la hora de cantar. Con un punteo muy meritorio en el ecuador de la canción que nos lleva a una fase mucho más punkarra hasta el final. «Beude» podría ser su canción himno de este disco, con un inicio muy de ser coreado en sus directos. Una especie de medio tiempo intimista muy bonito (sí, he dicho bonito, ¿qué pasa?) con explosión más metálica/stoner a la mitad del tema. «Hozkia», es el tema explosivo típico de Berri Txarrak, furioso, enérgico, rápido, con Gorka dejándose el alma y la voz. «Sed Lex», sigue por la misma senda con riff final poderoso. Tema breve pero intenso. «Katedral Bat» es una muestra más de tema melódico y más accesible de los que nos hemos ido encontrando en el disco, con toques de hardcore melódico (la mano de Stevenson vuelve a ser muy evidente). Y sin darnos cuenta, ya estamos en la última canción del disco, «Zorionaren Lobbya», otro tema a medio tiempo, semi acústico, bello, pop. Intimista.
Un disco mucho más accesible que su anterior obra, en el que Berri Txarrak ha abrazado su vertiente más melódica. Un disco precioso, aunque más inmediato, necesitará que le dediques el tiempo que merece para degustarlo. Berri Txarrak siguen siendo un referente musical y en sus textos. Cronistas de la realidad que nos rodea (aquí hay «recaditos» para todos) y abrazando, a su vez, temáticas mucho más íntimas. Por cierto, el sábado 10 de marzo estarán en Barcelona. Yo no me los perdería…
Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop… en resumen, la música es mi pasión.