Qué ganas tenía de ver a estos tres grupos potentes, así que hice como siempre y me busqué compañía para ir de concierto. Otra vez me acompañó mi amigo Cristian (el que regenta el Morrison, mi taberna cervecera por excelencia de Igualada) y un par de amigos suyos. Está muy bien esto de ir de bolos con nuevos hermanos metalhead y así ampliar un ya gran círculo que tengo de “amistades” para volver a ir juntos.
Así pues, salimos los cuatro bastante temprano de Igualada para prevenir cualquier atasco o incidente de camino y que te hiciera llegar tarde. Una vez encontrado bastante rápido, un sitio para aparcar, nos fuimos a una cervecería “cerca” de Razzmatazz y tomarnos cerveza de verdad. Como no, me pedí una Imperial Stout. Después de tomarnos la bebida y entablar una buena conversación con los nuevos ya se acercó la hora de ir al bolo.
Betraying the Martyrs
Entramos en Razzmatazz 2 justo cuando empezaban los franceses Betraying the Martyrs. Con lo primero que me quedo es que han partido la sala por la mitad, y la poca gente que hay de momento, siendo las 19:45 aproximadamente. Con referencia a los grupos, había visto en directo algunos de este estilo, pero es mi primera vez en un concierto puro solo de metalcore. ¿Y porque digo esto? Pues porque aquí diré con lo segundo que me quedo. Me choca el espectador medio que hay. No hay greñas, no hay pantalones ajustados, todo es ropa “Pull and Bear” (perdón por la publicidad gratuita), el ochenta por ciento de la gente que hay no parece metalera para nada, una fusión entre hardcore, rapera y alternativa. Y la manera de bailar, es una rara mezcla. Cuando hay partes de canciones con voces claras, el baile me recuerda un poco al ska. ¿Y cuándo hay la tralla? Me recordó el maquineo noventero, con patadas a lo UFC, capoeira y acrobacias varias, todo esto con una melee de golpes ultra rápidos con el brazo. De hecho, con la poca gente que había ya se había creado un círculo para hacer mosh pit y practicar todo esto. Quizá me hago mayor y encuentro a faltar el headbanging de verdad, de hecho, creo que el más mayor durante todo el bolo, hablando de espectadores, era nuestro fotógrafo y compañero Manu Damea, el siguiente era yo.
Y hablando de Betraying the Martyrs, grupo que me ilusionaba ver y en los dos trabajos que había escuchado me gustaba su agresividad. Pero el directo, fue una sensación extraña, no diré que sonaban mal, ni mucho menos, sonaba directo y atronador, pero fallaba algo. En estudio su sonido es más destructor y eso lo eché en falta. Quizá el setlist no ayudó en este aspecto y sacaron temas más genéricos y sabías perfectamente cuando iban a entrar los breackdowns y cuando vendría las estrofas más melódicas. Caña dieron, pero no sonaron igual de contundentes que en CD. Aparte de todo esto en general fue un buen bolo, perfectos en sus ejecuciones, con un cantante acorde con el público que os he contado, con pantalones tobilleros, pelo corto y gorra, animando constantemente a la gente. Aunque como he dicho antes, aún había muy poco público a esas horas. Fue una media hora intensa de deathcore, aunque de death poco. Y encima me quedé con las ganas de escuchar el tema de “Let It Go”. Pero bueno es un grupo suficientemente bueno para no vivir de esta canción. No estuvieron mal para abrir la velada. Hubo un par de anécdotas como el cantante tirando a los allí presentes, el agua cual botella de cava y la otra fue bajando de uno de los cajones que hay justo al principio del escenario en que trastabilló y casi se cae al suelo.
Wage War
Acabaron los franceses y tuvimos el tiempo justo de ir a miccionar, salir fuera, comentar la jugada del primer bolo y pedir bebida, que ya comenzaron Wage War. ¿Y que me pasó aquí? Pues que de estos me esperaba más un metalcore melódico, y por ende, que fueran los más “flojos” a nivel de tralla. Y en este aspecto me sorprendieron y mucho. Temas contundentes, llenos de cambios, con un vocalista clavado al frontman de Dark Tranquility, físicamente hablando. Aunque otra vez hay un “pero”, y ahí estuvimos de acuerdo tres de nosotros cuatro, la monotonía de las canciones, demasiado metalcore estándar. No fallaba nada en ellos, pero escuchadas dos canciones, todas nos parecían iguales. Un poco la sensación que tuvimos con la primera actuación pero más acentuada ya que aquí sabías cuando había breakdown y parte clara con otro breakdown para parte extrema.
A ver, disfruté mucho con Wage War por el hecho de su agresividad, pero al final me cansineó tener la sensación de estar todo el rato con el mismo tempo, mismos cambios djentescos y mismos coros claros. Pero bueno, esto también te puede pasar con, por ejemplo, el heavy ochentero, donde había una infinidad de grupos que técnicamente podían ser buenos pero no tenían un sello de identidad o sonaban demasiado similares unos con otros. Y esto es la sensación que me dio/nos dio, con los dos primeros grupos.
Setlist Wage War:
The River
Deadweight
Witness
Alive
Never Enough
Gravity
Don’t Let Me Fade Away
Johnny Cash
Stitch
August Burns Red
Así pues con la finalización de Wage War, volvimos a la rutina de miccionar y coger bebida. Y por fin llegaba el grupo que mucha gente esperaba. Y es que August Burns Red es un grupazo en toda regla ya que tienen un sello de identidad propio dentro de tanto grupo demasiado genérico, y encima tienen temazos buenos. Razzmatazz 2, recordemos que partida por la mitad, estaba sobre las 21:30 ya con todo el público poseedor de una entrada, por lo que quizá se había llenado tres cuartas partes. Pero basta de chachara, llega el momento que sale August Burns Red para hacerlo de manera rompedora, y en mi opinión, dejando claro quién de los tres llena más el escenario, haciendo incluso empequeñecer a las dos bandas anteriores.
“King of Sorrow” fue la canción escogida para abrir la noche, como están haciendo en sus actuales bolos y al momento dejaron clara su calidad y exquisita técnica. Jake Luhrs en directo es la hostia, JB Brubaker no para de hacerte ritmos constantemente y el doble bombo de Matt Greiner es de los buenos, y junto con su gran virtuosidad en los breakdowns, le da un empaque tremendo al grupo. La gente se iba animando más y más a medida que se sucedían las canciones. Jake jugando todo el rato con el micro y haciendo algún que otro bailecito, y tal como llevaba el gorro, le daba un aspecto cómico. Llegó el momento de “Meddler” y ”Back Burner” y fue el acabose en Razz 2, temazos impresionantes que desataron la locura. Se acercaba el “primer” final con “Empire” en el que enlazaron con un solo por parte de Matt Greiner, que tampoco diremos que fue el acabose del virtuosismo, pero siempre se agradece una cosa así. Aparte que continuó con el mismo Matt haciendo un bailecito y con Dustin Davidson a la batería, más que dignamente por cierto. Y siguieron con dos temas más, “Float” y “White Washed”.
Gran concierto de los de Lancaster, donde por fin encabezaban un gira como artista principal y lo demostraron merecidísimamente. En general gran noche de metalcore con tres grupos extraordinarios donde técnicamente sonaron brutales, quizá los dos primeros demasiado repetitivos, como he dicho anteriormente; pero el gran sabor de boca que te deja August Burns Red es impresionante.
Setlist August Burns Red:
King of Sorrow
Composure
Invisible Enemy
Fault Line
The Frost
Beauty In Tragedy
Marianas Trench
Dangerous
Meddler
Back Burner
Ghosts
Martyr
Empire
Solo batería
Float
White Washed
Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.