Tengo que confesar que empiezo a tener debilidad por esta formación norteamericana de speed metal tradicional capaz de combinar voces oscuras y thrash metal de toda la vida con el power metal americano de finales de los 80. Celebran sus 10 años de trayectoria con un mastodóntico recopilatorio de caras B, demos, versiones y le añaden un par de temas nuevos, así como una sorprendente versión, que harán las delicias de todos quienes les siguen.
De entre los dos temas nuevos toca destacar la inicial “Manifesting Darkness”, corte directo y speedico, con voces desgarradas, aunque a la vez melódico y pegadizo. Las guitarras acompañan la voz en los versos y el tema es extenso, con momentos para el lucimiento instrumental y un deje algo a Running Wild en el trabajo de guitarras, pero básicamente el tema es un thrash metal muy veloz. La otra de nuevo cuño es “Our Lady of Speed”, igual de rápida e interesante, pero más corta y no tan inspirada como la primera.
Sorprende especialmente la versión de Mötley Crüe “Bastard” pues funciona realmente bien. Temazo del Shout a the Devil con voces más oscuras y con toda la fuerza primigenia. De verdad que la pueden hacer sonar en sus directos, que el tema suena de maravilla. Gran versión. “Speed Til You Bleed” hace honor a su nombre y es tan rápida como breve. Sorprende M. von Bewitcher con ese gran agudo nada más empezar la canción. En “Midnight Hunter” vuelven los ecos a Running Wild, aquí combinados con maestría con Celtic Frost en uno de los mejores temas del recopilatorio.
“Rome Is on FIre” es de las más divertidas por eso de que tiene algunos elementos ocultistas como son el “666” o los cánticos paganos, que dan mucho color a un tema que va de arrancadas y parones. Es heavy metal oscuro de toda la vida, pero en sus manos, es como si le insuflaran vida de nuevo. “Wild Blasphemy” cuenta con la batería de A. Hunter algo apagada, como si se tratara de una demo algo sencilla y otra vez muy directa y contundente. Suena como si los primeros Celtic Frost intentaran hacer algo próximo a la NWOBHM. Speed metal y thrash rabioso a altísimas revoluciones asoman en la maléfica pieza “Rebellion at the Gates of Heaven” dejando patente que estos chicos tienen algo especial entre manos.
Nombres como “Black Speed Delirium” también te demuestran de que el grupo posee un buen sentido del humor. Tema perteneciente a su ópera prima demostrando pureza y tributo a los grandes del género. Hay ese parón y arranque dejando solo al bajo de A. Magus, que un poco, conecta con unos Motörhead diabólicos. En “Trial of Swords” abrazan el heavy metal primigenio a base de agresividad manifiesta y juegan con un gran solo totalmente metálico y unos riffs que se asemejan a lo que hicieran Iced Earth en sus principios. Luego incluyen esa declaración de intenciones que les da nombre: “Bewitcher”.
Endiabladas revoluciones para “Sin in Her Blood” con ese doble bombo bestial de A. Hunter en un tema directo y poco sofisticado, al estilo de Lemmy. Pura diversión y muchas agallas con riffs funcionales, pero perfectos en su estilo cafre y ocultista. “In the Night” es como si bañaran en tinieblas el clasicazo de Steam“Na na, Hey hey Kiss Him Goodbye”. Es sólo la intro, pues luego van a degüello. Curiosamente es de lo más accesible del grupo, si es que alguna vez han tenido intención de buscar cierta comercialidad… Por su parte “Harlots of Hell” no queda lejos del “Steel Meets Steel” de HammerFall, si bien en su mundo oscuro y de ultra-velocidad. Gran trabajo instrumental a pesar de que parezca que todo es basto y sin pulir.
“Hot Nights Red Lights” posee un aire hímnico y el tema engancha como lo hacen casi todas las canciones que aquí nos presentan. Algunas sólo demos, otras desechadas en su día… Esas mismas premisas son las que encontramos en “In the Sign of the Goat” con aires protopáticos que abrazan el ocultismo y con M. von Bewitcher cantando realmente grave y rasgado. De verdad que el disco, a pesar de ser un extenso recopilatorio de temas que no entraron o de demos, encandila si te va su estilo.
Muchísima atención con Bewitcher pues estamos ante un grupo que lo tiene todo para llegar bastante alto en su cometido. Pocas bandas tocan tantos palos y los aglutinan bajo su paraguas estilístico oscuro y malévolo. Hay una impresionante gestión de las melodías en los temas por mucho que te parezcan de entrada unos efectivos cazurros amantes de la oscuridad de Celtic Frost y de la velocidad de Motörhead. Las dos nuevas canciones y la versión de Mötley Crüe, ya solas, valen mucho la pena, así que os recuerdo que van a estar tocando por nuestras tierras este 2024. Servidor no se los va a perder.