Ya tenemos nuevamente aquí a los madrileños Biznaga con un nuevo disco bajo el brazo, el quinto de una carrera que ya ha cumplido más de diez años, y repitiendo nuevamente con el sello empordanès Montgrí (Cala Vento, Tiburona, Manos de Topo). Si en Gran pantalla (2020) se despachaban a gusto sobre la era digital, y en Bremen no existe (2022) usaban como metáfora el cuento de los hermanos Grimm para despeñar y truncar bonitos sueños, en los más nuevo, ¡Ahora! (2024), vuelven a tirar de crítica social para ponerle banda sonora a la triste realidad de este maldito país lleno de patriotas de pulserita y poca conciencia social. El pueblo parece aletargado, esperando siempre al mañana para actuar, y Biznaga se han cansado de esperar. Que mejor portada para ilustrar tal cual intención.
Biznaga vuelven a brindarnos ese sonido que tanto les está caracterizando en su carrera, esa mezcla de punk, rock, melodía…, y por que no decirlo, espíritu pop, y el 13 de octubre de este mismo año, hace unos días, es el punto de partida de su nuevo trabajo. En esa fecha que ya parece lejana, y silenciada por los medios de siempre, miles de ciudadanos colapsaron Madrid en una marcha que fue desde Atocha a Gran Vía pidiendo la regulación de los pisos turísticos y reivindicando que la vivienda no sea un negocio. Pensar que en España, el 66% de las personas entre 18 y 34 años siguen aun en el hogar familiar, es para hacérselo mirar.
Esa fecha es la marcada en “El futuro sobre plano”, que da el pistoletazo de salida a un disco lleno de denuncia social. Biznaga no se callan, y la lírica de Álvaro escupe rabia y reflexión, por momentos con más agresividad, más desgarrado, y por momentos con más nostalgia, y esto último es una cosa que me ha llamado mucho la atención. Resulta curioso que ¡Ahora! quizás sea el disco más reivindicativo de su carrera, pero a la vez el más melódico, y eso es el resultado de haber trabajado muy bien las melodías, haciendo que sincronicen muy bien con el mensaje sin restarle fuerza al mismo.
“El entusiasmo” conjura perfectamente con ese buen hacer, exquisitas melodías pop de guitarra para un tema que aporta un mensaje con mucha fuerza:
“Esto es una canción de amor
Y una declaración de guerra
Una canción de amor y acción
Canción de acción directa”
También “Requiem por un rider” tiene esta contraposición, por un lado, Álvaro canta de una forma más agresiva abordando el drama de los riders, y por otro notamos esas guitarras, esas armonías, y además tenemos colaborando a Anxela de Bala en su faceta más melódica.
Todo el disco huele a mensaje, a reivindicación, a abrir de una puñetera vez los ojos. ¿Hay que esperar al 2030 para hacerlo en la maldita “Agenda 2030”? Mejor hagámoslo ahora, porque se puede cambiar el mundo tan solo encendiendo el motor de ese cambio como en “Imaginación Política”. Tenemos mucho que cambiar, como la falsa meritocracia y esa cultura de empresa como gran familia, en ese tema tan post-punk como es “La gran renuncia”: “Vivir para vivir, no para trabajar…”
Momentos del día a día tan cotidianos, tan familiares, y tan presentes en nuestro entorno como la salud mental en “Benzodiacepinas”, o la desgarradora “Espejo de Caos”, que nos cuenta las miserias de Carlos y Ana (que podríamos ser cualquiera de nosotros), una pareja con estudios y trabajos precarios que…
“No se quieren ya, no se soportan
No se tocan ni con un pie
Pero cada mes se necesitan para pagar el alquiler”
Muy noventera, moderada y tierna en sonido, pero con un mensaje aterrador.
Biznaga lo han vuelto a hacer, se han marcado un disco totalmente adictivo, pero para no tomárselo a la ligera, y es que por todo lo que conlleva su mensaje no hay que tomárselo como producto para usar y tirar. Se han trabajado mucho las melodías y se han incorporado novedades que antes apenas se vislumbraban, como por ejemplo los coros. Como nos los enseñaron hace años The Clash, se puede ser reivindicativo y crítico, claro que sí, pero no hace falta estar siempre dándose violentos chocazos contra la pared.
Pota Blava y fanzinero de los 90. La música siempre ha sido una de mis grandes pasiones, y aunque el Metal es mi principal referencia, no he parado de moverme por diferentes estilos sin encerrarme a nada. Con los años el escribir también se convirtió en otra pasión, así que si junto las dos me sale la receta perfecta para mi droga personal. Estoy aquí para aportar humildemente algo de mi locura musical, y si además me lo puedo pasar bien…pues de puta madre.