black midi están de vuelta al fin. Sí, Schlagenheim solo es de 2019, lo sé. Pero ese impactante debut me dejó tan sorprendido y en tantos aspectos que las ganas de saber cual sería el siguiente paso de los londinenses me traía de cabeza hace ya unas semanas.
¿Valía la pena la espera? Sí. Cavalcade no se asemeja en casi nada a Schlagenheim. Es evidente que black midi encauzan su carrera en el camino de “lo que nos da la puta gana”. Bravo por ellos. Su creciente popularidad y su repentino éxito podría haber acobardado a cualquiera, pero no a ellos. Se despojan de las etiquetas primigenias tales como noise, funk, math rock o post punk. Se bautizan ahora en el jazz, post rock y prog.
Si Schlagenheim era como una sucesión de destellos estridentes y ruidosos, ahora es una sucesión de ritmos complejos y labrados con mimo. Quien no conozca black midi puede pensar que abrazar el prog es tirar el ancla en un género suficientemente complejo como para no admitir nuevas variantes. Pero es evidente que black midi no se va a conformar nunca en seguir alguna norma o estereotipo. Su forma de entender el prog es mucho más compleja de lo que cualquiera pueda entender. Dale caña a “Chondromalacia Patella” y entenderás de qué estoy hablando. Una MARAVILLA de canción.
Los ingleses se dedican a mirar con lupa y mimar las melodías. Todas lucen con una luminosidad insultante. Desde los primeros riffs jazzísticos de “John L” hasta los últimos compases del épico cierre “Ascending Forth”, los complejos recursos utilizados se suceden sin pausa. Por ejemplo, intentad seguir la línea de los teclados de Seth Evans en la citada apertura “John L”, ¡qué burrada!
“Marlene Dietrich” es una canción ligera muy melódica y que contrasta de maravilla con su antecesora y con “Chondromalacia Patella”. Ésta es otra de las canciones más brutales del disco, la guitarra chirría de una forma que parece hablar al oyente. Entonces y cuando entras las voces junto a una sutil banda de acompañamiento te sientes más perdido que nunca. A medida que avanza la canción te das cuenta de que las revoluciones suben y bajan de una forma tan dinámica que cuando todo explota no sabes donde poner tu atención: ¿voz? ¿Riff?¿Todo? Imposible de asimilar. El tramo final de “Chondromalacia Patella” es PERFECTO.
Superado el momentazo nos sacuden con “Slow”, una canción inquietante e hipnótica musicalmente impoluta. El saxo en off que va acompañando los instrumentos de cuerda es increíble. “Diamond Stuff” es una larga canción de estilo melancólico con un riff adornado por multitud de sonidos ambientales que colapsan de una forma bella en su tramo final.
El maravilloso saxofón de Kaidi Akinnibi nos da la entrada de “Dethroned”, Morgan Simpson lo respalda con una mimada batería y Geordie Greep vierte su más descarada interpretación vocal sobre las líneas instrumentales. “Dethroned” recupera la velocidad perdida en los dos últimos cortes y nos agasaja con su complejidad. La segunda mitad de la canción es brutal.
Llegamos al dúo final de canciones con dos canciones contrastadas. “Hogwash and Balderdash” es la más corta de Cavalcade y “Ascending Forth” la más larga con casi 10 minutos de duración. La primera es la que más se asemeja a Schlagenheim pero en ella podemos ver una bandas más emprendedora y salvaje en cuanto a mestizaje. Y en cuanto a la que cierra el disco, es una canción más calmada de estilo más cercano al jazz. A destacar el trabajo de Greep con las voces y Seth con los teclados. Quizás algo larga, pero no seré yo quien se queje de algo.
Cavalcade no es un disco fácil. Tampoco lo fue Schlagenheim. Pero no por ser complicado pierda potencial. Es un disco para disfrutar prestando atención, para deshojar cual margarita. Para degustar cada instante. black midi son la banda del momento aunque aún para muchos sean unos desconocidos.
black midi desafía por completo todos los cánones de todos los estilos que deciden incluir en su ecléctica propuesta. Con el tiempo, el tiempo los pondrá en el lugar que merecen. Sin duda, la banda más compleja de la escena y la banda con el futuro más amplio que uno pueda imaginar. Cavalcade es y será fácilmente el mejor disco de 2021 y uno de los discos de la década. Tiempo al tiempo.