Cuando, desde Science of Noise, me dijeron de hacer la reseña del último disco de Bleeding Through, este nombre me reportó a los comienzos del 2000. Este grupo, que todo hay que decirlo, tenía bastante olvidado, surgió de las primeras hornadas de metalcore, o incluso screamo, (esa mezcla de emo y hardcore punk), y me hizo recordar que posteriormente habían sacado unos álbumes más oscuros, originando una especie de deathcore o blackcore, esto último sobre todo por los aportes del teclado. Me informé un poco y vi que su último trabajo era The Great Fire (2012), pero mi sorpresa fue que después habían estado separados todos estos años, supongo que algunos al leer esto también se quedarán “estupefactos” al saber esto. Y de hecho, también habrá quedado claro que no soy muy fan de ellos, que digamos. Y no por ser malos, simplemente no es el tipo de música de mi estilo, al menos no en esos tiempos. Aunque uno no se puede encasillar escuchando siempre lo mismo. Y que caray, volver a oír un poco un grupo que en su momento estuvo bastante de moda y así volver diez o quince años atrás, siempre está bien.
Con el álbum que hablo hoy, Love Will Kill All (2018) me hice la siguiente pregunta ¿Retomarían la senda desde donde lo habían dejado o bien habían hecho un punto y aparte y cambiado un poco de estilo? Pues totalmente lo primero, continuando con su metalcore típico lleno de cambios, con el punto hardcore, riffs melódicos y el teclado creando la atmósfera oscura black. No he encontrado evolución, siguen siendo ellos, nada de introducir algo de corte más actual, el cual siguen bastantes grupos, como poner toques progresivos y/o de djent.
Esto que acabo de decir, los fans que querían algo diferente, no lo encontrarán. Por el contrario, si querían continuidad, esto sí que está; aunque, y aún sin tener un doctorado sobre los californianos, pensé que podía hacerse un poco monótono, demasiado similar a lo realizado previamente. Pero a medida que pasaba este gran álbum, vi que combinan muy bien los típicos coros metalcore, la voz de Brandan Schieppati tiene un punto diferente y los momentos blast beats de la batería con los puntazos de black metal sinfónico del teclado, me dejaron flipando. Vamos que, salvando distancias, de estar escuchando coros a lo Bullet for My Valentine, te pasan por Trivium y de golpe y porrazo te meten estrofas que ni Dimmu Borgir, todo esto pero, sin parecer un copia. Quizás tocan lo de siempre, pero con tanto cambio no te esperas como será la próxima canción.
“Darkness, a Feeling I Know” sirve como introducción del disco a lo órgano de Iglesia, todos rezando, por fin han vuelto con nosotros Bleeding Through, para pasar a “Fade Into the Ash” tema que comienza con unos grandes guturales y unos riffs muy agresivos de death metal para combinarlo con coros limpios y clásicos metalcore, y posteriormente, una parte black, gracias al gran aporte de Marta Peterson, y repitiendo la parte de coro limpio.
Continuamos con “End Us” canción que podría pasar al principio por los galeses Bullet for My Valentine, pero después le dan un toque oscuro entre death y black y en medio de la canción un parte cantada de voz clara, para volver otra vez con la tralla. En “Cold World” nos encontramos un tema con mucha esencia black metal, la primera mitad, después hace un break melancólico y continua con más oscuridad.
Con “Dead Eyes” seguimos la senda negra, en esta ocasión muy al estilo Dimmu Borgir, con un teclado y el ritmo de la batería recordándome la gran canción “Progenies of the Great Apocalypse”, pero con los típicos coros limpios. Siguiendo con “Buried” hace un cambio un poco más al death pero con algún aporte black.
Estamos por la mitad del disco y “No Friends” nos presenta un tema con unos riffs agresivos más acordes al thrashcore. “Set Me Free” continua en la línea, pero con partes black. En “No One from Nowhere” es más cercana al hardcore pero continuando con el grandísimo teclado dejando apuntes oscuros en momentos claves (como en prácticamente todas las canciones) junto unos riffs afiladísimos.
“Remains” otra canción que puede recordar a Bulllet for My Valentine, y cuando toca la parte de coro con voz clara, aún más. Pasamos a “Slave” con unos riffs pesados, dándole un toque industrial, pero con el teclado dando pinceladas oscuras de black sinfónico, y la batería repartiendo para todos, acompasando cada cambio de sección de manera perfecta. Y acabábamos con “Life” tema bastante similar al anterior pero más oscuro y los coros limpios.
Escuchado el disco, debo decir que Bleeding Through han vuelto en un estado de forma excepcional, quizá como he dicho anteriormente, continúan donde lo habían dejado, y pueden sonar similar a lo editado. Pero lo cortés no quita lo valiente. Y se han sacado un disco súper bien elaborado, no habrá temas inolvidables, pero todo el disco es pura fuerza, con ganas de mover your fucking brain.
Para los seguidores de este grupo, decirles que están de enhorabuena, la espera ha valido la pena y tienen a los Bleeding Through como si fueran el grupo de hace casi dos décadas. Los que no conocen, o casi no habían escuchado poco o nada (como mi caso) realmente merece la pena este Love Will Kill All. No es metalcore al uso, aunque tiene sus partes de voces limpias, son pocas y los toques hardcore y black sinfónico le dan un aire acojonante, donde cada canción puede ser totalmente diferente a la anterior. Temas cortos, directos y explosivos. Este disco no tiene pérdida, y todo sea dicho de paso, este pseudo-crítico ha redescubierto un grupo que en su momento quizá no le llegó, pero ahora lo está disfrutando, y mucho.
Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.