Bleeding Through – Nine

Nuestra Nota


8.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 14 de febrero de 2025
Discográfica: SharpTone Records
 
Componentes:
Brandan Schieppati – Voz
John Arnold – Guitarra
Brandon Richter – Guitarra
Ryan Wombacher – Bajo
Derek Youngsma – Batería, percusión
Marta Demmel – Teclados

Temas

1. Gallows (4:39)
2. Our Brand Is Chaos (4:35)
3. Dead But So Alive (3:27)
4. Hail Destruction (4:35)
5. Lost in Isolation (feat. Doc Coyle) (4:01)
6. Last Breath (1:47)
7. Path of Our Disease (3:19)
8. I Am Resistance (feat. Andrew Neufeld) (3:38)
9. Emery (3:56)
10. War Time (feat. Brian Fair) (4:16)
11. Unholy Armada (4:00)

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Desde las abrasadoras arenas de Orange County, California, se hace notar el distintivo sonido de Bleeding Through, una banda que ha marcado el pulso del metalcore desde sus inicios en 1999. Con Nine (2025), su noveno y más reciente álbum, no solo celebran décadas de evolución y trayectoria, sino que también reencarnan la esencia potente y sin concesiones que los consolidó en el panorama musical.

Bleeding Through nació en un entorno donde la comodidad y el sol contrastaban con la oscuridad interna que definiría su sonido. Desde Portrait of the Goddess (2002) hasta los emblemáticos This Is Love, This Is Murderous (2004) y The Truth (2006), la banda se forjó una reputación de brutalidad sonora, mezclando metalcore, death metal y destellos de black metal en una amalgama tan convincente como implacable. Su trayectoria no ha estado exenta de dificultades: cambios de integrantes, conflictos con sellos discográficos y un adiós emotivo en 2014 marcaron capítulos intensos en su historia. Sin embargo, su regreso en 2018 con Love Will Kill All dejó claro que la banda no estaba lista para apagarse. Nine es el fruto de años de batallas, reinventándose sin perder la ferocidad que siempre los ha caracterizado.

Nine nos regala el sonido de una banda que sabe exactamente quién es y qué quiere hacer, entregando 42 minutos de puro caos estructurado donde cada elemento brilla con suficiente intensidad. Desde el arranque con «Gallows», queda claro que Bleeding Through no ha perdido ni un ápice de agresividad. El disco se mueve entre la brutalidad del metal extremo y la épica del metal sinfónico, con los teclados de la gran Marta Demmel –esposa de Phil Demmel (ex Machine Head, Vio-Lence, Kerry King)– que aportan una atmósfera oscura y majestuosa, pero que en ocasiones pecan de excesivos. La fusión de hardcore y metal con elementos sinfónicos no solo refuerza su identidad clásica, sino que la amplía, añadiendo profundidad y una sensación de grandeza. Hay momentos de velocidad implacable, blast beats despiadados y riffs demoledores, pero también estribillos que elevan la intensidad emocional sin perder contundencia.

Brandan Schieppati entrega una de sus mejores actuaciones vocales hasta la fecha, con guturales llenos de furia y una voz limpia que resuena con poder. Sin embargo, el verdadero giro en Nine viene de la mayor presencia de los teclados y su voz, que aporta un contraste melódico impresionante. Su influencia impregna cada tema, equilibrando la brutalidad con momentos de melancolía y dramatismo. Esto, sumado a la participación de invitados como Doc Coyle (God Forbid), Andrew Neufeld (Comeback Kid) y Brian Fair (Shadows Fall), añade una capa extra de dinamismo al álbum.

Casi todas las canciones destacan por sus melodías pegadizas y accesibles, sin perder un ápice de agresividad. Temas como «Our Brand Is Chaos» y «Dead, But So Alive» logran un equilibrio perfecto entre violencia y emoción, mientras que «Hail Destruction» alcanza un clímax instrumental de gran impacto. No obstante, la segunda mitad del álbum presenta algunos altibajos a partir de ese interludio instrumental llamado «Last Breath». «Path of Our Disease» resulta algo monótona, y la colaboración de Brian Fair en «War Time» me parece que está algo desaprovechada al quedar un tanto oculta en la mezcla; una auténtica lástima, porque es un trallazo. Afortunadamente, el álbum se redime con «Unholy Armada», un cierre arrollador que viene a resumir a la perfección todo lo que hace de Bleeding Through una banda excepcional.

Más allá de su innegable fuerza, Nine es una declaración de principios para aquell@s que siguen creyendo en la potencia del metal(core) de la vieja escuela. ¿Es Bleeding Through un grupo en el que las nuevas generaciones deberían inspirarse? Sí, rotundamente sí. Tras más de un lustro de ausencia, los californianos demuestran que el espíritu del metal no solo persiste, sino que se transforma y evoluciona con cada paso que dan.

La portada de Nine refuerza esta idea de transformación y dualidad. En ella, una persona se encuentra en una encrucijada con forma de «Y»: un camino conduce al fuego, donde algo arde sin que sepamos exactamente qué es; el otro se abre hacia un sendero lleno de vida y flores. Es una imagen poderosa que creo que representa perfectamente la esencia del álbum, la lucha entre la destrucción y la redención, el pasado que se consume y el futuro que florece. Bleeding Through, lejos de rendirse, sigue avanzando con determinación, recordándonos que el metal es, ante todo, resistencia y evolución.

Con este nuevo álbum, Bleeding Through nos viene a decir que el metal es eterno. Este álbum no es simplemente una colección de canciones, sino un manifiesto sonoro que desafía el paso del tiempo y las adversidades de la industria musical. Es la encarnación de una banda que ha sabido reinventarse sin perder su identidad. Nine es una llamada a l@s verdaderos amantes del metal: es hora de abrazar la oscuridad, dejarse llevar por la brutalidad y celebrar el renacer de una leyenda.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 638 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.