Blues Pills – Holy Moly!

Nuestra Nota


6 / 10

Ficha técnica

Publicado el 21 de agosto de 2020
Discográfica: Nuclear Blast Records
 
Componentes:
Elin Larsson - Voz
Zack Anderson - Guitarra
Kristoffer Schander - Bajo
André Kvarnström - Batería

Temas

1. Proud Woman (3:34)
2. Low Road (3:17)
3. Dreaming My Life Away (2:43)
4. California (3:10)
5. Rhythm in the Blood (3:49)
6. Dust (3:50)
7. Kiss My Past Goodbye (3:01)
8. Wish I'd Known (4:27)
9. Bye Bye Birdy (4:03)
10. Song From a Mourning Dove (5:34)
11. Longest Lasting Friend (3:57)

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Blues Pills fueron en su momento la banda más prometedora de la nueva oleada de blues rock. Con un disco debut formidable y la increíble voz de la bella Elin, a los suecos se le antojaba un futuro glorioso. ¿Quién no quedo prendado de ese Blues Pills en 2014? Fue tal el impacto que incluso se aventuraron a producir y publicar un disco en directo con tan solo un disco de estudio. Y el resultado también fue abrumador.

Pero entonces llegó Lady in Gold en 2016 y la caída des de la cima fue dolorosa. Sin ser un disco malo no le llegó a la suela del zapato de su debut. El hype del fan se deshinchó. Las giras no arrasaron como el año anterior. La banda se ablandó antes de tiempo y estas cosas causan mella. El primer impacto doloroso fue cuando Dorian Sorriaux abandonó la formación en 2018. Su vacío se rellenó con Kristoffer Schander.

Los de Örebro llegan a este 2020 con Holy Moly! del que ya nos ofrecieron un prometedor avance titulado “Proud Woman”. El corte que abre el disco es majestuoso pero… primer y único tema excelente de todo el plástico. Blues Pills aprendió en su debut que su poderío se basa en la voz, el carisma y la puesta en escena de Elin Larsson. El error de la banda ha sido hacer lucir a Elin sin importar el coste. Ya pasó en Lady in Gold y vuelve a pasar en Holy Moly!. El trabajo de Elin es de lujo, pero todo el disco es un sinsabor en cuanto a música y melodías. Que si, que hay momentos buenos. Pero una banda del calibre de Blues Pills no puede caer en el espiral autodestructivo que se inició en 2015 y aún no ha encontrado fin.

Las canciones lucen vacías, sin brillo, sin notoriedad. Podemos afirmar que Elin es una de las mejores voces de la década pero la banda no ha sabido jugar bien sus papeles. Holy Moly! no es un disco memorable excepto en su tema abridor. “Proud Woman” es un himno pero no por su composición, sino por su ritmo, su intensidad y su carácter.

Holy Moly! fue compuesto, grabado y producido en el propio estudio analógico de la banda situado en Närke, Suecia. Se trata de una antigua fábrica, y allí fue donde Zack, Elin y André pasaron casi un año grabando y escribiendo canciones.

En palabras de la propia banda:

«Este álbum es algo de lo que estaremos orgullosos incluso después de la muerte. Estas canciones son de un período muy oscuro de nuestras vidas. Tanta pérdida, ira y ansiedad. Tristeza y cambio. Una separación en la reencarnación. Respaldamos cada nota y cada palabra. Este álbum fue creado en la oscuridad y nos guió nuevamente hacia la luz. Uno solo puede esperar que le brinde consuelo también.»

Bien, si ellos lo afirman será que así es como quieren que lo contemplemos. Pero el resultado no es como tendría que ser. Blues Pills, de ser la promesa ha pasado a ser la banda estrellada. Los suecos necesitan un cambio de rumbo urgente a nivel compositivo. Y me atrevo a señalar que el problema principal tiene nombre y apellidos: Zach Anderson.

Beto Lagarda
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