Blur – The Ballad of Darren

Nuestra Nota


8.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 21 de julio de 2023
Discográfica: Parlophone Records / Warner Records
 
Componentes:
Damon Albarn - Voz, piano, teclados, sintetizadores
Graham Coxon - Guitarra, coros
Alex James - Bajo, coros
Dave Rowntree - Batería

Temas

1. The Ballad (3:37)
2. St. Charles Square (3:55)
3. Barbaric (4:09)
4. Russian Strings (3:38)
5. The Everglades (For Leonard) (2:56)
6. The Narcissist (4:05)
7. Goodbye Albert (4:17)
8. Far Away Island (2:58)
9. Avalon (3:05)
10. The Heights (3:24)

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Transcurrieron nada menos que ocho años, en concreto desde The Magic Whip (2015), sin que los icónicos Blur se decidieran a difundir un trabajo de estudio e incluso el supuesto proyecto paralelo, Gorillaz, ya había igualado la cifra de ocho LP’s del, teóricamente, conjunto-madre.

Cuando la situación aparentaba que su ausencia grupal era definitiva, sin embargo y por fortuna, renació, otra vez, el insigne cuarteto constituido por Damon Albarn, Graham Coxon, Alex James y Dave Rowntree con su noveno envite de novedosas canciones, denominado The Ballad of Darren (2023).

Comentaremos, de entrada, que cuando el propio Albarn concibió una primera remesa de 20 inéditas tonadas, en 2022, él mismo se apercibió que éstas no cuadraban con sus aventuras de Gorillaz o en solitario pero luego, a primeros de 2023, extrañamente, el prolífico compositor inglés se mostró algo reticente a exponer, todas de golpe, dichas maquetas embrionarias a sus otros tres compañeros de Blur, es decir, a Graham Coxon y sobre todo, a Alex James y a Dave Rowntree.

La razón de esta inicial actitud fue que, según Damon, él mismo había perdido la costumbre de emprender un proceso de trabajo acompañado por varias personas; aunque, con el paso de las jornadas, los cuatro integrantes originales de Blur tornaron a compenetrarse y a participar todos juntos, dichosa y amistosamente, como en los viejos tiempos. Finalmente, se seleccionaron, se pulimentaron y se grabaron, en hasta tres estudios distintos de Londres, una decena de temas que irían destinados al LP oficial (aunque también se lanzó una edición especial con dos bonus tracks).

Que no aguarde ya el oyente, a priori, algo semejante a sus altísimamente vivaces, luminosos y frescos LP’s de los años 90, es decir, del periodo Britpop y posteriores ramalazos de Blur, sino que éstos con su renovado ramillete de 2023, ya cogieron una dirección mucho más reposada a nivel general, aunque con un par de excepciones, algo más dinámicas las mismas, como la relativamente animada “Barbaric” o la atractivamente distorsionada “St. Charles Square”; la cual, por cierto, recuerda a algunos instantes del cuarto álbum del grupo, de 1997, el homónimo Blur. En otros términos, esta misma pieza, la cual se traduciría como “La plaza de San Carlos”, se presenta como una sónica prima lejana de, por ejemplo, “Beetlebum”, “I’m Just a Killer for Your Love” o “Movin’ On”, de aquel año 97; estima el que aquí redacta.

Pero centrémonos ya en la línea principal que se escucha en The Ballad of Darren. Empieza resonando de modo afligido, pacífico, romántico y terso el tema “The Ballad”, cuyo título ya te ofrece un indicio de los derroteros sosegados por los que transcurrirá el minutaje en cuestión, consecuentemente. De hecho, Damon Albarn admitió que este corte “baladístico” es la síntesis de un LP, cuyo título completo hace referencia a Darren “Smoggy” Evans, un antiguo jefe de seguridad de Blur.

El propio Damon Albarn explicó que esta misma melodía, “The ballad”, la había ido rumiando en su mente durante 25 años y que el tal Darren siempre le preguntaba a Damon, insistentemente, a ver cuando iba a terminar dicha prometedora tonada de una vez y de ahí, precisamente y en honor al citado guardaespaldas, provino dicho encabezamiento nominal del disco entero. Sin embargo, el popular y camaleónico vocalista londinense admitió que, en realidad, la canción específica “The Ballad” (y, por extensión, el LP completo) no trata de esta misma persona real, en concreto, sino de muchas ficticias pero que éstas mismas reflejan el estado emocional actual del propio Albarn como, por ejemplo, su pretensión de componer de modo puro y simple, es decir, sin demasiados adornos y con el post-Brexit como ambientación de fondo.

Se confirma lo expresado antes sobre el pausado, compungido e introspectivo sabor del álbum por medio de canciones como la algo dramática y, a la vez, sedosa “Russian Strings”, la tierna y bastante folkie “The Everglades (For Leonard)”, la deliciosa y tarareable “The Narcissist”, la quebradiza “Goodbye Albert”, la amable, etérea y levemente extraña “Far Away Island”, la conmovedora “Avalon” y la azucarada “The Heights”; la cual, por contra, concluye chirriando y retorciéndose durante su propia outro.

Así pues, el consabido lado armónico más talentosamente apesadumbrado del carismático Damon Albarn puede que haya explosionado en esta ocasión más que nunca, pero ¡ojo!… siempre en lo que respecta a Blur, porque ya hallamos, previamente, una abundante ración de ésta misma textura taciturna y mansa en el disco en solitario del mismo Damon, The Nearer the Fountain, More Pure the Stream Flows (2021).

Bajo mi parecer personal, el fruto global de The Ballad of Darren no acaba resultando una desbordante cúspide creativa por parte de la agrupación originaria de Colchester City pero sí que esta misma obra, de 2023, conserva mucha de la calidad y la clase compositora de la que siempre hace gala Blur; además de que con varias escuchas se van apreciando y sintiendo mejor algunos detalles sonoramente suculentos del aludido cancionero.

En cuanto a la sustanciosa portada de The Ballad of Darren, la misma parece proseguir la tendencia acuática de los LP’s Leisure (1991) y The Great Escape (1995) y muestra unos grisáceos nubarrones, de fondo, además de un amenazante océano que, tal vez, podría revolverse, violentamente, en un día de tormenta como ese y donde se avistaron incluso tiburones, según algún lugareño. Como curioso contraste, observamos en primer plano una vetusta y descomunal piscina de agua sugestivamente azulona; todo ello en la costera localidad de Gourock, en Escocia; al lado del Fiordo de Clyde.

Dicha fotografía fue efectuada, en el año 2004, por el respetado profesional Martin Parr y esa única persona que se encuentra nadando, apaciblemente, en la propia piscina municipal es alguien llamado Ian Galt; el cual aseguró que ha estado bañándose allí desde hace nada menos que 40 años, desde niño. Este mismo emplazamiento, además, le sirvió al propio protagonista de la cubierta como relajante terapia y útil ejercicio (él practica 32 “largos” diarios en verano) para poder superar un grave accidente de coche que padeció, en 1995. En un principio, el propio Ian Galt desconocía la existencia de la instantánea y solo se enteró cuando un amigo suyo le comunicó que dicho flash se hallaba en una exposición, en Glasgow.

En definitiva, que aunque éste, quizás, no suponga el álbum más absolutamente apoteósico, ni el más complejo, ni el más equilibradamente arriesgado en la longeva carrera de Albarn, Coxon, James y Rowntree; recalco, también es cierto que el magnífico The Ballad of Darren es más que bienvenido a la estantería donde se alinean los otros CD’s del legendario grupo británico y es que es sumamente placentero el acontecimiento del retorno de Blur, a los cuales muchos y muchas ya añorábamos, sin ninguna migaja de duda.

Confiemos, además, en que no haya que aguardar otros 8 años más y que, prontamente, incluso se vislumbre, en el horizonte, una continuación en el estudio de esta interesante y válida jugada, de 2023, por parte de ese genio de la lámpara musical llamado Damon y de sus duchos camaradas de siempre Graham, Alex y Dave.

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Sobre Txus Iglesias 60 Artículos
Albergo una inquebrantable fe en ese sacro, inmenso, lumínico e intemporal motor bautizado como “rock and roll”.