Bokassa – Crimson Riders

Como somos con esto de las etiquetas, que si stoner punk, punk metal o lo que queramos decir para identificar a éstos noruegos que han venido, respaldados por el bueno de Lars, a alegrarnos con su música.

Quien iba a decirles hace unos años que el controvertido batería de una de las mejores bandas de metal de la historia iba a señalarles como su apuesta personal para abrir los conciertos por los mega recintos de todo el mundo junto a Ghost, otros que también están señalados para dominar el metal de masas, dejando muy buen sabor de boca a pesar del bajo volumen del que disponían (desgraciadamente cosa habitual) y lo grande que les quedaba el escenario. El trío en ningún momento se arrugó ante tremendo reto buscando la complicidad de un público que en su mayoría era ajeno a su propuesta musical.

Éste Crimson Riders (2019) es una clara evolución de su anterior Divide & Conquer (2017). Curiosamente siguen la misma estructura que en el anterior disco, nueve canciones siempre encabezadas por una intro instrumental de poco más de un minuto, siete canciones que se mueven entorno a los tres minutos y un largo tema final con una duración entorno a los siete minutos. Desconozco si está buscado de forma deliberada como seña de identidad, pero lo cierto es que es de lo más llamativo.

Con Crimson Riders no se han dormido en la rápida popularidad y baños de masas (si lo comparamos con la cantidad de público que podría acudir a sus conciertos) que se han dado abriendo para los monstruos de Ghost y Metallica, pues han sabido aprovechar ése empujón para parir un contundente trabajo que por su media hora aproximada de duración invita a una nueva reproducción nada más finalizarlo y acompañar los estribillos desgañitándonos con los “uoooooh oooh ooooh” marca de la casa.

Lo primero que me llama la atención, aparte de su extraña portada, es la contundencia y la limpieza del sonido, aportando a la banda de mayor peso a la vez que hay detalles que han pulido en este tiempo. Como ya veremos a continuación, han introducido nuevos sonidos y elementos que aportan riqueza así como más modulación en la voz de Jorn, sonando menos chillona en algunos pasajes.

“Brologue” es muy parecida a “Impending Doom” de su anterior Divide & Conquer (2017), una canción instrumental de minuto y medio en el que el sonido se va endureciendo para empalmar con una “Charmed & Extremely Treacherous” marca de la casa, contundente y directa con los mencionados “uoooh ooh” en los coros. El comienzo del disco promete.

Seguimos con la vacilona y enigmática “Vultures” donde el bajo marca el ritmo de toda la canción sólo cediendo protagonismo a unos saxos que sorprenden pero no desentonan. Jorn deja de lado su tono chillón para cantar unos tonos más bajo, hacia el final endurece la voz hacia el tono que nos tenía acostumbrados.

“Mouthbreathers Inc.” y “Wrath Is Love” suenan contundentes, directas (“uooooh oooh ooh”) y la limpia producción nos deja disfrutar del trío instrumental. “Wrath Is Love”, con sus poco más de cuatro minutos, es el segundo tema más largo del disco y donde el stoner que abanderan queda más presente.

El inicio de “Crimson Riders” parecía que nos iba a dar un ligero respiro, quedándose en una impresión, pues pronto nos triturarán acelerando el ritmo dejándonos con la sensación de coitus interruptus a causa de su corta duración y brusco final. Suerte que con “Captain Cold One” nos quitamos la espinita, es una de mis favoritas de éste disco junto con la final de larguísimo título “Inmortal Space Pirate 2: The last Shredi”.

“Crimson Riders” es bailonga y cañera, acompañada de unos riffs que me recuerdan (perdón a los fans por lo que voy a decir) a Slayer sin llegar a ser tan afilados y asesinos. Además si le sumamos un videoclip de lo más cachondo, pues que más queremos.

Antes de finalizar con la larga “Inmortal Space Pirate 2: The last Shredi”, tenemos la directa “Blunt Force Karma” para dar paso al tema final lleno de matices, blast beats y coros ceremoniales realizados por Bard y Olav. En algunos fraseos la voz de Jorn nos podría recordar a Ghost.

¡Bienvenidos de nuevo Bokassa!, ojalá nos sigáis trayendo material como éste Crimson Riders (2019) y os podamos disfrutar en directo en un formato más cercano con sonido decente. Estaremos atentos.

¡Salud y Heavy Metal!

Abel Marín

Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.

Salud y Heavy Metal.