Brant Bjork – Jacoozzi

El insaciable Brant Bjork está de vuelta y con un muy ambicioso trabajo. A estas alturas de la vida, ¿hay algo que se le pueda reprochar a una de las mentes más prodigiosas del stoner y del rock? Me canso de la batería, pues pillo la guitarra. Quiero cantar pues cojo el micro. Me gustaría hacer una jam y grabar un disco, pues toma Jacoozzi.

Jacoozzi es un disco de digestión compleja, 47 minutos de jam casi instrumental, con mucha, mucha psicodelia, un disco con mucho fuzz. Las canciones para el disco se grabaron hace varios años, pero no hemos logrado catarlas hasta hoy.

Alejándose de lo que nos tiene acostumbrados estos últimos años, aquí no hay rastro del bueno de Sean Wheeler ni de la Low Desert Punk Band, aquí solo tenemos a Brant improvisando junto a Brant y más Brant, rascando cuerdas sin mucho sentido pero con mucha conexión. Conexión necesaria para poder sacar adelante más de 45 minutos de rock sin contemplaciones.

Jacoozzi es un viaje al pasado, a los orígenes de Bjork, curiosamente el año en que se celebra el 20 aniversario de su disco debut en solitario, Jalamanta, nos regala el disco más próximo a ese mágico y muy necesario debut. No es un disco para escuchar atentamente, Jacozzi es un disco para dejar sonar, un disco ligero que te concede momentos intensos y otros más distendidos, las melodías te envuelven y logras entrar en él y relajarte.

Diez temas de longitudes variadas, diferentes ritmos, misma esencia. No es hasta el tema que cierra el disco en la que podremos encontrar la voz del irrepetible Brant cantando sobre una tranquila melodía de guitarra.

Por lo demás, ¡poco vamos a comentar sin que hayas escuchado Jacoozzi! Quizás es el álbum más prescindible del melenas del desierto pero obligado si eres amante de los sonidos más arenosos y psicodélicos de Palm Desert.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones