Mucho tiempo hemos tenido que esperar a que esta maravilla de la música extrema viera la luz pero por fin, el pasado mes de enero, cayó en nuestras manos. Menudo trallazo se han sacado de la manga estos chicos, eso sí, cocido entre 2011 y 2016 a fuego lento. No son nuevos en esto y se nota ya que Cabestro está formado por grandes músicos dentro de la escena nacional. Por una parte tenemos a dos miembros de Vortice (¿para cuándo una reunión y disco nuevo?) que son Àlex y Pedro al bajo y a la guitarra, Iván de Greus y Moksha a la batería, Gorka Desbraj, conocido por ser dueño de The Room Studios, a la guitarra y Fiar, cantante de Foscor, que nos regala una versión muy diferente a su habitual registro vocal. También han contado con la voz de Funu de Moksha y Assot como colaboración en una canción. Y después de esta pequeña presentación pasemos a hablar del disco.
Lo que nos vamos a encontrar es un vendaval de tralla, una mezcla explosiva de death metal, grindcore, crust, punk y hardcore muy bien hecha. Canciones cortas y directas tanto en lo musical como en lo lírico que tratan temas de la España profunda y aunque este proyecto se empezó a fraguar allá por el 2011, los temas aquí tratados son de absoluta actualidad donde la caspa y la mierda sobresale por todos los lados.
Empieza con “Andrajos”, un trallazo de grindcore con detalles d-beat absolutamente envolvente. Las guitarras suenan crudas, con una distorsión que hace que crujan como una sierra cortando madera mientras el bajo aporrea tus tímpanos. Fiar grita con una rabia brutal, desgañitándose en cada frase, escupiendo las palabras de una letra que critica sin compasión la Semana Santa.
Con “Cogidas” es el turno de los toros. Eterno debate en este país en el cual seguimos perpetrando atrocidades como esta como si fuésemos trogloditas. Esta canción tiene un riff que me recuerda mucho a Vórtice con esa cadencia, esa cuerda gruesa vibrando contra el diapasón mientras el resto del grupo va repartiendo caña sin parar. Buff, la batería es brutal en esta canción con unos ritmos cojonudos y redobles acelerados.
Los asesinos en serie siempre fueron un filón para los periódicos sensacionalistas tipo El Caso y ellos dan buena cuenta en “El arropiero”. No podrás parar de mover la cabeza con sus ritmos y sus vertiginosos riffs de guitarra. En la parte central, el bajo marcha con firmeza y puedes apreciar su sonido pútrido que da la bienvenida de nuevo a las guitarras y a su final totalmente brutal.
“Escenas obscenas” empieza con uno de los mejores riffs de todo el disco para dar paso a un festival de tupatupas y blast beats esquizofrénicos. El sonido que han conseguido con las guitarras me flipa mucho y da mucha fuerza a todo el conjunto donde se nota la gran experiencia de su productor y guitarrista Gorka.
Con “Gozo y tortura” siguen con su fiesta de grind/death y ritmos con mucho groove. Aquí encontramos a Funu colaborando a las voces y la mezcla entre Fiar y él queda genial.
Que principio tiene “La Santa Muerte”, pura brutalidad repartiendo estopa como si no hubiese un mañana, con unas voces extremas mezcladas de manera magistral. Esta canción, y muchas otras, pero esta en concreto, en directo sería una autentica locura, cosa que no veo muy factible que realicen algún concierto, aunque nunca se sabe.
La nota de “humor” llega con esta genial canción. “Las averías de una bruja” está basada en frases que soltaba La Bruja Avería, mítico personaje del programa infantil La bola de cristal que los que nacimos a finales de los 70 y principios de los 80 conocemos bien. Una bruja de lo más irreverente y sin pelos en la lengua. Aquí un pequeño homenaje a toda una generación y menuda canción chavalada.
Y llega, para mí, la mejor canción del disco. Por la canción en sí, por su título que me parece sublime y por que en poco más de un minuto y medio meten toda la carne en el asador. “Rezuma mugre” es el perfecto resumen de todo lo que nos acontece desde hace varios meses (¿años?) en nuestro cada vez más desastroso país y le sigue “Santos inocentes” que es otro trallazo sin fisuras que arremete sin compasión en tu cerebro.
Para poner punto y final encontramos “Tiembla”, canción protesta de la creciente violencia machista contra las mujeres. Grindcore sin aditivos a todo trapo que me recuerda mucho a Nasum.
Quiero destacar también el artwork que está realizado por Fiar y que me parece un complemento perfecto a cada una de las canciones con un tratamiento espectacular. Un disco que a cualquiera que le guste el grindcore de la vieja escuela con partes más death y otros tantos detalles que irás descubriendo le encantará. Además lo tenéis para descargar de forma gratuita a través de su página de bandcamp en la que también podréis adquirir una camiseta con la portada del disco. Se pasa en un plis ya que apenas supera los 22 minutos de duración pero seguro que te hará mover las greñas y logrará sacarte más de una sonrisa (y algo de mala leche) leyendo sus letras y viendo que siguen reflejando un presente que pensábamos formaba parte ya del pasado. Rezuma mugre.