Cuando nuestra querida compañera Susana Masanés sugirió lo de hacer algo especial para el Día Mundial del Alzheimer, tuve muy claro que había una canción de la que tenía que hablar: “12 Things I Forgot”, cuarto corte incluido en The Future Bites (2021), sexto álbum de estudio del genio Steven Wilson. Pero más allá de lo musical creo que, a estas alturas, todos, en nuestra familia o entre nuestros amigos, hemos tenido casos en los que vives en primera persona lo que es esta terrible enfermedad.
La enfermedad en mi vida
Es algo absolutamente demoledor y en mi caso, mi abuelo, dejó de ser mi abuelo. L’avi Joan se despertaba y estaba en un día de su juventud, ajeno a la realidad, en sus recuerdos pasados, con cuerpo de anciano, con los achaques de la edad, pero con mente juvenil que le hacía vivir esos días pretéritos de su pasado. Todo esfuerzo para devolverlo a la realidad era absolutamente en vano pues su realidad era otra: antes de la guerra civil española.
Con nuestra familia nos turnábamos estando con él antes de que la enfermedad lo anulara por completo y vivíamos sus historias, vívidas y para él, “reales”. Hablaba de gente que hacía décadas que ya no estaba y fumamos… Hacía 30 años que no fumaba, pero hicimos un cigarro los dos juntos como si estuviéramos antes del alzamiento nacional mientras me preguntaba por sus amigos de la Fàbrica de la Espanya Industrial.
La maldita enfermedad hizo que un día quisiera volver a su antigua casa en la que vivió su juventud, y mi padre, le acompañó para ver si se daba cuenta de que el presente no era el pasado. Él llegó hasta la puerta de ese piso barcelonés en el que, en ese entonces, vivía otra persona, e, increíblemente, el entonces actual inquilino, abrió y dejó a Joan y a mi padre pasearse por las estancias del viejo y reformado piso mientras “L’Avi” contaba a mi padre y a ese desconocido señor su vida y milagros entre esas cuatro paredes. Esto es el Alzheimer… Cada día de tu vida así.
La sencilla obra maestra de Steven Wilson
Cuando Steven Wilson sacó su nuevo disco me vi algo descolocado puesto que para nada era el Wilson que me esperaba y la guitarra era un instrumento que apenas le interesaba. Pude entrevistar a Wilson para la maravillosa revista Popular 1 de la que siempre seré fanático absoluto. Esa entrevista me permitió ver que en Steven Wilson el mundo tiene un artista comparable a David Bowie o Elton John. Es lo más grande que hay en la actualidad, y de largo.
Podréis leer la entrevista dentro de dos horas, pero sus reflexiones son de un nivel superior y analizan el mundo actual a unos niveles filosóficos que no pueden contarte ni políticos, ni artistas ni periodistas. Steven Wilson hizo una única concesión en ese álbum: una canción destinada a que la gente no olvide de dónde viene entre ese maremágnum de teclados y sintetizadores: una historia de amor en la que el Alzheimer es el protagonista. Pude escuchar poco el disco antes de la entrevista, pero esta canción tenía algo especial que me hizo preguntarle por ella. No me equivoqué: es perfecta.
“Tengo que decir que la canción es una de las más sencillas del disco. Es una canción de amor escrita desde el punto de vista del sistema nervioso central. “Hay muchas cosas que quiero olvidar de mi vida, pero nunca te olvidaré a ti”. Es algo bastante romántico, una canción sencilla y muy sentimental. Y la verdad es que yo tengo una tendencia natural a olvidarme de las cosas… Pero nunca olvido nada de lo referente a los datos musicales de los grupos a lo largo de los años. Tengo este cerebro que sólo se acuerda de minucias y detallitos sin importancia que hacen referencia con discos y la música en general. Para que te hagas una idea: “soy capaz de recordar el ingeniero que participó en una cara B de un single en vinilo que compré cuando sólo tenía 12 años”. Y por otro lado soy incapaz de acordarme del nombre de la persona que me acaban de presentar. Así que sí, tengo una memoria superfriki y nerd. Puedo acordarme de todos los datos triviales y olvidarme de todo lo que realmente importa.” (Steven Wilson)
La canción
A veces nos suele pasar a los fans que vemos cosas más allá de lo que ha escrito o pensado el artista, pero en el caso de Steven Wilson siempre iremos bastantes pasos por detrás de lo que es la concepción de la historia. Él siempre va más allá… Hablando con Steven las 12 cosas serían las dos medias docenas de ideas que el protagonista enfermo tiene en lista para que, cuando su enfermedad avance, se aferre y no olvide nunca del ser amado. Es sencillamente magistral, pero tampoco basará la letra en esa lista, lo cual es absolutamente inesperado. “Hay mucho que puedo olvidar en mi vida, pero nunca de ti”.
El rasgueo de la acústica es desnudo, triste y evocador y la melodía fluye fácil con esos adornos de teclado para que entre la maravillosa línea vocal. Hay en el estribillo unas voces femeninas que embellecen el resultado al puro estilo Pink Floyd, aunque más sutiles, como sutiles son los arreglos de cuerda o la sencilla batería de Michael Spearman. Es un tema eminentemente pop, pero con el sello inequívoco del ídolo de la gafitas, que puede llevarte a las lágrimas si lees las letras y entras en el meollo de la composición.
La letra
A nivel de letra es todo de una belleza descarnada y sutil. Cuando nos habla de que está cruzando la línea se refiere a esa frontera que marca el estar en la realidad o perderse en los recuerdos a los que te lleva la enfermedad. El protagonista se olvida de lo que es y relata las cosas que siente, recuerda sus ambiciones que ahora debe inhibir, pide perdón a pareja y amigos por las cosas que ha llegado a decir, pero como las olvida puede dormir perfectamente por la noche.
Quedan los 80 como el periodo vital al que le lleva su enfermedad, una década muy idealizada por quienes la vivieron. Normalmente suele ser el periodo de juventud el momento al que el Alzheimer te lleva. Sólo por la preciosa frase de “Me olvidé que fui lo que no soy” digamos que ya la canción posee un aura mágica absoluta. También la frase que nos dice que el protagonista trata de fingir en lo que se ha convertido.
“Sé lo que significó para ti, sé lo que te dije, estoy cruzando la línea”. Es como si el cerebro del enfermo estuviera repitiéndose en bucle los pensamientos que quiere recordar para mantenerse en el presente, y lo que le dice al ser amado porque en el fondo es una despedida. Habrá un momento en el que ya no llegará ni a reconocer al ser amado.
«Me olvidé
De qué era lo que era
Hubo un tiempo en que tenía alguna ambición
Ahora parece que tengo inhibiciones
Olvida lo que dije
Sobre actuar en todos los planes que hice
Ahora solo me siento en la esquina quejándome
Hacer las cosas era mejor en los años 80.Porque me olvidé
Hay tantas cosas
Que finjo ante ti que no soy
Algo que perdí
Y sé lo que significó para ti
Sé lo que significó para ti
Lo que te dije
Está cruzando la línea
Y nunca empezarás a olvidar.Me olvidé
Que fui lo que no soy
Y puedes protestarme que no puedo tener compromisos
Pero no parece hacer ninguna diferencia
Olvida lo que le he hecho a toda la gente
Que me dieron su amor
Bueno, aunque no tengo ningún problema para dormir por la noche
He hecho mal, pero simplemente no recuerdo.Porque me olvidé
Hay tantas cosas
Que finjo ante ti que no soy
Algo que perdí
Y sé lo que significó para ti
Sé lo que significó para ti
Lo que te dije
Estaba cruzando la línea
Y nunca empezarás a olvidar.Porque me olvidé
Hay tantas cosas
Que finjo ante ti que no soy
Algo que perdí
Y sé lo que significó para ti
Sé lo que significó para ti
Lo que te dije
Estaba cruzando la línea
Y nunca empezarás a olvidar.»
Veredicto
Para Steven Wilson esta canción es solo una concesión a sus antiguos fans. Una especie de “Recodad de dónde vengo, que me acuerdo, y que puedo seguir haciendo lo mismo de siempre, aunque simplemente estoy en otro estadio en el que mi nuevo disco me ha llevado a experimentar con instrumentos que no contemplan ya la guitarra”. Pero dentro de la aparente sencillez es cuando sus fans vemos lo enorme que puede ser este hombre.
Artistas de todo el mundo matarían por haber compuesto este tema que les serviría para ser leyenda, pero para Wilson esto tiene más de peaje que otra cosa. Es en estas circunstancias con las que tienes que llegar a entender la grandeza de un artista tal. Durante los meses de pandemia se marcó una delicatessen en las The Future Bites Sessions en las que hacía versiones de sus propias canciones, mucho más desnudas. En esta canción, totalmente desnuda colabora (¡Ojo!) Gary Kemp de Spandau Ballet que cayó rendido ante tamaña pieza. El debate es si es mejor o no que la original… Yo tengo muchas dudas todavía. Juzgad por vosotros mismos.