Preámbulo
El mítico cantante y teclista Donald Fagen siempre sintió interés y fascinación por temas orientales e hizo referencias a personajes, objetos o países de Asia en canciones propias como, por ejemplo, con “Yellow Peril” de 1970, una magnífica rareza que compuso junto a Walter Becker dos años antes de fundar oficialmente Steely Dan; además de con “Aja” de 1977, canción que da título al aclamado álbum y donde aparece una mujer con nombre coreano; con “Green Flower thriStreet”, pieza en solitario del mismo Fagen, de 1982, sobre asesinatos y romances en Chinatown o con “Trans-island Skyway”, sobre un coche futurista con denominación japonesa, también de Donald él solo, en 1993.
Como este 26 de mayo de 2023, se ha reeditado en vinilo el LP Countdown to Ecstasy por el 50º Aniversario de dicha obra, dedicaremos un artículo a otra de esas canciones con alusiones orientales y que pertenece al disco citado, de 1973. Nos referimos, naturalmente, al tema rock “Bodhisattva”, sobre el cual traducimos su letra primero y luego hablaremos sobre la misma; además de otras cuestiones.
Traducción de la letra
«Bodhisattva / Bodhisattva
Would you take me by the hand? / ¿Me cogerías de la mano?
Bodhisattva / Bodhisattva
Would you take me by the hand? / ¿Me cogerías de la mano?
Can you show me / ¿Podrías enseñarme
The shine of your Japan / El brillo de tu barnizado japonés,
The sparkle of your China? / El destello de tu porcelana china?
Can you show me? / ¿Podrías enseñármelo?
Bodhisattva / Bodhisattva
Bodhisattva / Bodhisattva
I’m gonna sell my house in town / voy a vender mi casa de la ciudad
Bodhisattva / Bodhisattva
I’m gonna sell my house in town / Voy a vender mi casa de la ciudad
And I’ll be there / Y estaré allí
To shine in your Japan / Para brillar en tu barnizado japonés
To sparkle in your China / Para resplandecer en tu porcelana china
Yes, I’ll be there / Sí, allí estaré
Bodhisattva / Bodhisattva»
Concepto general y telón de fondo
Previamente, diremos que “Bodhisattva” es un término que se emplea en la religión budista para definir a alguien que se encuentra, exactamente, en el camino marcado por el mismo Buda hacia la iluminación espiritual y esto incluye aspectos como la bondad amorosa, la compasión, la alegría empática y la imparcialidad. Para conseguir dicha meta se requiere de mucha dedicación y disciplina; además de hacer los correspondientes votos. El “Bodhisattva” se caracteriza porque una vez alcanzado el “Nirvana”, en vez, de abandonar esa persona la existencia física, elige permanecer en la misma para ayudar a otros seres humanos a lograr ese mismo estado de sabiduría.
El telón de fondo de ésto respecto a la música popular se produjo cuando, en 1968, The Beatles viajaron a la India a hacer meditación espiritual junto a otros músicos como Donovan o Mike Love; además de la actriz Mia Farrow. Entonces y a raíz de ello, sobre todo entre los hippies, surgió una verdadera fiebre en, por ejemplo, Europa y Estados Unidos en lo referente a las creencias orientales y a la práctica de las mismas.
Significado de los versos
Como ya se explicó en un reportaje anterior sobre Steely Dan y su disco Can’t Buy a Thrill (1972), aquí en Science of Noise, Donald Fagen y Walter Becker siempre encriptaron sus textos pero, en el fondo, se adivinaba un tono sarcástico en la mayoría de sus composiciones. En este caso concreto, dos ácidos neoyorquinos como son ellos, a través de esta canción de 1973, supuestamente establecen una punzante burla contra algunas personas de la comunidad californiana (fuesen de la clase social que fuesen), las cuales se hallaban convencidas de que eran capaces de alcanzar la citada fase mística mediante modos materialistas como vender su casa o a través de gestos superficiales como ver reflejados sus rostros en lustrosos productos asiáticos.
Matizaremos, por lo tanto, que las referencias del texto sobre Japón, podrían aludir al Japan Ware una vajilla fuertemente laqueada o quizás referirse al Japan Black, un barnizado negro muy brillante; ambos artículos comerciales relacionados con el país nipón, evidentemente, y algo parecido para la mención a China, insinuándose en este segundo caso acerca de la propia porcelana tan típica de allí (durante la traducción de la letra así mismo se ha sugerido e interpretado). Todas esas manufacturas fueron exportadas, adoptadas o utilizadas, habitualmente, en los Estados Unidos y otros países de Occidente; como ya se conoce.
Con todo Esto, Steely Dan quizás podría dar entender, efectivamente, la trivialidad de un habitante occidental que busca la potestad de un ser superior pero que hace el mínimo esfuerzo por servir al iluminado mentor comentado. En consecuencia, es posible que se hable aquí de gente americana o del Viejo Continente que ha perdido sus valores morales y que busca una solución rápida (por eso la voz y los instrumentos de la canción suenan veloces y nerviosos, en concordancia con la actitud del personaje de la letra) a través de una novedosa creencia religiosa para ellos como es el budismo, cuando éste último, realmente, requiere de una preparación paciente, larga, lenta y no de cualquier vulgar manera para que el “Estado Zen” pueda llegar a ser completamente auténtico; como se dejo caer antes.
Expresado en otros términos, a través de estas subversivas y mordaces estrofas, Steely Dan lanza una sátira acerca de la Sociedad Occidental y de como ésta malinterpreta y simplifica la doctrina oriental, ya que es lo que se le ha vendido a los consumistas ciudadanos como una atractiva moda, tal vez mediante eslóganes de algún timador aprovechado que pretende sacar beneficio económico de ello; es decir, en plan: “Si vendes una de tus casas, serás un Bodhisattva”; recalcamos una vez más.
Por contra, en aquel momento de 1973, el propio Donald Fagen se quejó de que nadie entendió ese sutil humor negro de los versos ya que los oyentes, en dicho año 1973, pensaron que la propia banda hacía un ensalzamiento del budismo en sí.
Características de la canción
Además del jazz de Thelonius Monk o de Charlie Parker; entre otros, también el rock ‘n’ roll de Chuck Berry o de The Rolling Stones fue absolutamente adorado por Walter Becker y Donald Fagen en su época de niños y adolescentes; antes de formar ambos sus primeras bandas juntos.
Aunque poco a poco y en general, Steely Dan fue puliendo, perfeccionando, sofisticando y evolucionando su peculiarísimo rock-jazz hasta límites nunca vistos hasta entonces, durante los años 70, también tuvieron sus instantes de cierta aproximación al sonido más primigenio con respecto al género rockero como las “pre-danescas” “Brain Tap Shuffle” (1970) o “Dog Eat Dog”(1970), además de las oficiales “Reelin’ in the Years” (1972), “Black Friday” (1975), “Don’t Take Me Alive” (tema de 1976 del que ya os hablé, largo y tendido, aquí en Science of Noise) o la propia “Boddhisattva”; esta última con ese frenético ritmo cercano al rockabilly de los años 50 (¡e incluso mixturado con charleston de los años 20!) y que sirve, la misma, como apertura del LP Countdown to Ecstasy y de los conciertos de la gira, de 1974, del histórico combo norteamericano.
Matizaremos que todo este maestro y original juego entre el jazz y el rock que practicó Steely Dan durante su trayectoria, como se ha sugerido antes, también irrumpe en los dos fabulosos solos de guitarra de la propia ”Bodhisattva”. Durante la primera parte de la canción, alguien tan “jazzero” como Denny Dias ejecuta a las seis cuerdas, de modo imponente, unos acordes que recuerdan mucho a los que se emplean en el bebop y en el swing. Como contraste y réplica, durante la segunda zona de la propia tonada un músico tan puramente rockero como Jeff Baxter lleva a cabo una auténtica exhibición virtuosa, indómita y agresiva por medio de su instrumento guitarrístico. Una combinación de gran altura la de Dias y Baxter, durante la propia “Bodhisattva”.
También ayudan a que la canción adquiera un sabor indeleble, el inspirado piano disonante de Donald Fagen y la contundente batería de Jim Hodder, complementándoles a ambos Walter Becker, al bajo.
Por su parte, el propio Donald Fagen definió esta canción como un “blues alterado”.
Composición y grabación
Como excepción respecto a la manera habitual de trabajar del dúo, este tema lo escribió solamente Donald Fagen un día antes de acudir al estudio pero sin la intervención creativa de Walter Becker; aunque, por honestidad, figuren ambos en los créditos como tándem compositor de todo el LP Countdown to ecstasy, tal como siempre aparecieron también en el resto de álbumes que idearon juntos.
“Bodhisattva” fue grabada en los estudios Village Recorder, de Los Angeles y el proceso de registro fue bastante espinoso, en algunos aspectos, como también sucedió en muchas otras canciones de los complejos Steely Dan. Resultó que Donald Fagen escribió una armonía de 4 partes que sonaba como una sección de viento, sin embargo, para plasmarla disponía de un sintetizador monofónico ARP Pro-Soloist y con el que solamente podía tocar una nota a la vez; con lo que si quería llegar a obtener su interpretación solista, Donald debía poner cada una de las cuatro partes, por separado, en cuatro pistas diferentes.
Sin embargo, dicho instrumento de plástico se desafinaba continuamente él solo y el mismo Fagen tenía que detener su interpretación de “Bodhisattva”, cada poco tiempo, para averiguar que ocurría y al final, se apercibió de que debía tornar a armonizar el timbre correcto del irregular artefacto; algo que se efectuaba por medio de una pequeña rueda de ajuste que portaba el mismo (una perilla plastificada). Así le sucedió a Donald, una y otra vez, padeciendo ese contratiempo citado en cada uno de los cuatro fragmentos que tocó.
Aquello le obligó a un sobreesfuerzo, el cual provocó que le dolieran sus dedos de girar tantísimo la ruedecilla afinadora y es que debido a ese frustrante y constante fallo de la máquina, Steely Dan tuvo que repetir un amplio número de tomas de la tonada, así que, el músico natural de New Jersey se comenzó a coger un considerable cabreo por toda aquella desesperante situación técnica y maldiciendo contra aquel “objeto enemigo”. Una vez se terminó aquella tortura, un más que harto Donald Fagen desenchufó el deficiente sintetizador, se dirigió a la puerta del estudio y con toda la fuerza, tiró dicha herramienta de trabajo por las escaleras de las instalaciones de ABC Records.
Acto seguido, Fagen bajó hacia un patio donde había caído el trasto y se puso a dar violentos y aplastantes saltos encima de aquel teclado que fallaba más que una escopeta de feria; además de que Walter Becker y los demás músicos de Steely Dan siguieron al teclista y también patearon, furiosamente, el problemático ARP Pro-Soloist. Se sumó a la “fiesta” el ingeniero Roger Nichols que echó alcohol por encima del susodicho instrumento y con ayuda de Denny Dias, ambos le prendieron fuego.
Cuando, a la mañana siguiente, los ejecutivos de la discográfica ABC-Dunhill Records acudieron al lugar del destrozo del material, no tomaron represalias contra la banda y solo amontonaron, junto a la pared, lo que quedaba del instrumento chamuscado y colocaron al lado una inscripción que decía: “Steely Dan, hombres y máquinas”.
Versiones
No son muchas las versiones que se han efectuado de este tema pero destacaremos las de Brian Setzer Orchestra, en el año 2000 y la de Toto, en 2002.
Conclusión
Así pues, “Bodhisattva” es uno de los más descomunales y llamativos temas que Walter Fagen y Donald Fagen crearon a lo largo de su recorrido al frente de Steely Dan, los cuales se hallan en el Top 25 de bandas surgidas a lo largo de toda la línea temporal del rock; bajo mi parecer.