Canciones perfectas: «Cry Little Sister (Theme From The Lost Boys)» de Gerard McMann

David: I tried to make you immortal.
Michael: You tried to make me a killer!

Era diferente a todo lo que se había visto hasta entonces. La canción fluyó por las listas de éxitos, entre pasajes de piano y guitarra, arriba y abajo. Y ese sublime órgano… Una sinfonía gótica que captura el dolor de la soledad y el anhelo desesperado por la familia. Es cerrar los ojos y escuchar nítidamente, resonando en tu cerebro, ese adorable coro de respaldo que repite hasta la saciedad… «Thou shall not die»«Thou shall not fear»«Thou shall not kill».

Joel Schumacher le dijo a Gerard McMahon, autor de «Cry Littler Sister», que había algo especial, algo de otro mundo en su canción, el tema principal de la comedia de terror para adolescentes de 1987 The Lost Boys. 35 años después, un@ no puede más que reconocer cuán acertado estaba el director de este cult classic.

Sobre la película

La verdad es que tengo marcadas a fuego muchas de las películas que vi en mi niñez/adolescencia, y The Lost Boys (1987) es una de ellas; solo tenía 10 años cuando se estrenó. Me encantaba esta película cuando era niño y siempre se ha mantenido en lo más alto de mi lista de películas, sean o no del géneros vampírico. Con el paso de los años -obviamente, con 10 años no era ni un tercio de lo friki que soy ahora- descubrí que esta pequeña joya del cine de los 80 fue dirigida por Joel Scumacher, el hombre que masacró la franquicia de Batman.

Lo mejor de esta película es el hecho de que no se toma a sí misma muy en serio, pero de ninguna manera eso afecta la relativamente terrorífica historia principal. El maquillaje es de primera, al igual que los efectos especiales y la actuación encaja perfectamente en el contexto de la película. Sí, Corey Haim (Sam) no es ni James Dean ni Marlon Brando, pero es perfecto para el papel de molesto hermano pequeño que habla como si fuera un adulto grande y que corre que se las pela ante los problemas. Jason Patric (Michael) es tan bueno como un actor podría serlo en un papel que requiere muy poco desarrollo del personaje, pero la gran estrella aquí es Kiefer Sutherland (David), quien canaliza su mirada de «perverso chico malo» en un personaje que es tan divertido de ver como aterrador. Completan el resto del elenco Dianne Wiest (Lucy) como la dulce madre, Edward Herrmann en el papel de Max, novio de Lucy, Corey Feldman y Jamison Newlander como el dúo de asesinos de vampiros Edgar y Alan Frog (una bonita referencia/homenaje a Poe) y una actriz básica de las películas de los 80, Jamie Gertz, como Star. Por si te lo estás preguntando, sí, ese del fondo es Alex Winter de Bill & Ted’s Excellent Adventure (1989), en el papel de uno de los vampiros menores, Marko.

La película tiene muchas escenas memorables, incluida la iniciación vampírica y la escena en la que Patric se acerca por primera vez a su hermano en forma de vampiro. Aunque la moda y la música de los 80 son poderosas en todo momento, bordean la exageración, pero son agradables. En cuanto a la trama, es aceptable: Wiest y sus dos hijos (Patric y Haim) se mudan a la casa de su padre en Santa Carla, California, un pequeño y pintoresco pueblo junto a la playa que ha sufrido una alta tasa de homicidios. Mientras la madre busca trabajo, los hijos buscan algo que hacer. Patric fija su mirada en la seductora Gertz, mientras que Haim se hace amigo de otros dos chicos que afirman ser cazadores de vampiros. Pero ninguno de los dos hermanos se da cuenta de la ridícula cantidad de carteles de «Missing» que pueblan las paredes del lugar. Patric se deja seducir por un grupo de jóvenes a los que les gusta hacer carreras de motos y pasar el rato en una cueva. Eventualmente, la presión de los compañeros aflora y pronto Patric acaba por convertirse en uno de ellos. Luego descubre exactamente por qué solo salen de juega después del anochecer.

Llena de grandes frases ingeniosas y actuaciones cómicas (Barnard Hughes está genial como el excéntrico taxidermista/abuelo), The Lost Boys es una película que destaca por los pequeños toques y/o guiños, pero aún así, todavía tenemos la habitual historia de vampiros, si bien pero los matices juveniles le dan un tono y un efecto diferentes. Sí, es de los 80, pero es muy divertida y entretenida de ver. Schumacher crea una película que no solo es una versión divertida de los vampiros, sino también una versión creativa de los adolescentes y su viaje interminable a través de la pubertad.

Curiosidad

Si habéis visto la película, quizá sintáis lo mismo que yo y lo recordéis. ¿Alguien más tuvo la sensación de que Kiefer Sutherland (David) nunca murió realmente al final de la película? Pensadlo bien. Corey Feldman (Edgar Frog) dice que todos los vampiros explotan, o algo así, cuando mueren. Literalmente, dice:

«I think I should warn you all, when a vampire bites it, it’s never a pretty sight. No two bloodsuckers go the same way. Some yell and scream, some go quietly, some explode, some implode, but all will try to take you with them.»

Pero cuando el corazón de David (Kiefer Sutherland) es atravesado por los cuernos de un venado, esto no sucede… y, de repente, se oye de fondo…

«Thou shall not die… / No morirás…»

… dejando su destino final desconocido.

Aquí podéis ver el clip de la película.

La banda sonora

La banda sonora de The Lost Boys es la compañera perfecta para la película, pues también refleja el panorama musical de la época. «Lost in the Shadows» de Lou Gramm y «Good Times» de Jimmy Barnes e INXS aprovechan el tirón que por aquél entonces tenía el glam y la laca, mientras que Echo & the Bunnymen reinterpretan el clásico de The Doors «People Are Strange», un tema que encaja a la perfección con el tono general del filme. Run-D.M.C. y «Walk This Way» de Aerosmith aportan las vibraciones festivo-diabólicas perfectas durante un baño de sangre de vampiros y el saxofonista Tim Cappello hace un cameo playero-festivo y lleno de aceite corporal interpretando su himno «I Still Believe». Pero, con mucho, el tema más definitorio de la película es su canción principal, la mágica «Cry Little Sister».

Sobre la canción

Gerard McMahon (aka Gerard McMannG. Tom Mac) quería que la canción fuera de la mano con la película, pero que no tratara específicamente sobre vampiros. Tenía una copia del guión pero no había visto ningún fragmento o pasaje de la película. El británico escribió una canción que habla sobre el anhelo de cariño familiar de un joven rechazado, algo con lo que pensó que casi tod@s podían identificarse de uno u otro modo. Es interesante leer las interpretaciones que asumieron que el tema era el vampirismo, pero creo que es mucho más conmovedor cuando sacas a los vampiros de la ecuación.

Sobre el autor y la gestación de «Cry Little Sister»

A mediados de los 80, Gerard McMahon había lanzado algunos álbumes bastante eclécticos –No Looking Back (1983) y Foreign Papers (1987)-, pero tuvo éxito escribiendo canciones para películas como Fast Times at Ridgemont High (1982) de Cameron Crowe. Schumacher quedó impresionado con su trabajo y le preguntó si quería escribir el tema principal para The Lost Boys; el cineasta venía de dirigir en 1985 St. Elmo’s Fire (Punto de encuentro) con Rob Lowe y Demi Moore, entre otr@s. Así que como estaban filmando en Santa Cruz, Schumacher se ofreció a enviarle un guión por correo a Nueva York, donde vivía Gerard. Gerard nunca había hecho algo así hasta la fecha; siempre había visionado antes la película para obtener el ambiente general y empaparse de los personajes principales. Ante las dudas del compositor, Schumacher le dijo:

«Solo quiero que hagas lo que quieras hacer.»

Y lo que hizo es pura magia.

Al notar el subtexto de la película, a Gerard le vinieron de inmediato a la cabeza sentimientos similares que estaba experimentando en su propia vida: se trata de encontrar una familia. dejar a un lado la soledad para sentirse arropad@ por el calor familiar. El autor, como decía, estaba pasando por una etapa de su vida en la que se sentía realmente vulnerable. No estaba metido en las drogas, pero estaba rodeado de ellas, ya que Nueva York estaba en las garras de la epidemia de crack.

Después de sacar la melodía principal, Gerard fue a su estudio de Manhattan para trabajar en la letra. Mientras caminaba por el pasillo, escuchó un latido vibrando a través de las paredes. Venía del estudio del vibrafonista de jazz y arreglista orquestal Michael Mainieri, un pionero en la introducción del vibráfono electrónico (synth-vibe) que ha grabado con músicos de la talla de Buddy Rich. Él le regaló el tempo de su canción. Gerard le preguntó qué era y Mainieri se encogió de hombros: estaba trabajando en algo que podría usar para un anuncio y con gusto compartiría el ritmo con McMahon. Los dos fueron al estudio de Gerard y lo colocaron en su lugar con la pista y comenzaron a jugar con las melodías.

Gerard envió una demo a Schumacher, pensando que sería demasiado «osada» para lo que buscaba el director, quien le llamó solo un par de días después, desde la cama con resaca, para decirle que la canción era increíble y que iba a ser el tema principal de The Lost Boys.

La letra

«Last fire will rise behind those eyesBlack house will rock, blind boys don’t lieImmortal fear, that voice so clearThrough broken walls, that scream I hear.

Cry, little sister (Thou shall not fall)Come, come to your brother (Thou shall not die)Unchain me, sister (Thou shall not fear)Love is with your brother (Thou shall not kill).

Blue masquerade, strangers look onWhen will they learn this loneliness?Temptation heat beats like a drumDeep in your veins, I will not lie.

Little sister (Thou shall not fall)Come, come to your brother (Thou shall not die)Unchain me, sister (Thou shall not fear)Love is with your brother (Thou shall not kill).

My Shangri-La, I can’t forgetWhy you were mine, I need you now.

Cry, little sister (Thou shall not fall)Come, come to your brother (Thou shall not die)Unchain me, sister (Thou shall not fear)Love is with your brother (Thou shall not kill).

Cry, little sister (Thou shall not fall)Come, come to your brother (Thou shall not die)Unchain me, sister (Thou shall not fear)Love is with your brother (Thou shall not kill).

Cry, little sister (Thou shall not fall)(Thou shall not die)(Thou shall not fear)Love is with your brother (Thou shall not kill).»

Interpretación de la letra

He leído por ahí que una buena forma de indagar en el sentido y significado de una canción que se escucha por primera vez, es cerrar los ojos y dejar que se formen imágenes en la mente de un@. La verdad es que no soy del todo consciente de haberlo hecho alguna vez, pero lo he hecho hoy con «Cry Little Sister» -si bien esta debe de ser la vez número 345.885 que la escucho- y esto es lo que he visto.

Un adolescente sentado en su habitación tapándose los oídos tratando de fingir que no escucha nada porque tiene miedo, pero las paredes de la casa son delgadas y puede escuchar a su furioso padre y a su hermana pequeña llorando mientras es golpeada. Finalmente, incapaz de soportarlo, el hermano irrumpe en la habitación y se enfrenta a su padre, y durante la pelea lo mata accidentalmente. Tras la tragedia, los hermanos se escapan y viven en las calles, pero son felices juntos porque son libres («Shangri-las») pero el hermano no puede olvidar lo que hizo y se siente culpable, pero luego recuerda a su hermana y la culpa se desvanece («unchain me sister»).

Conclusión

«Cry Little Sister» es trágica, esperanzadora y sensual, con un ritmo palpitante y unos sintetizadores que giran bruscamente y se clavan en tu sien. En los versos, Gerard canta casi como si no tuviera ganas de hacerlo, mientras que en los coros aúlla respaldado por un coro de 20 niños y niñas que entona mandamientos como «Thou shalt not fear».

La canción establece el tono general de The Lost Boys de inmediato, y reaparece durante los momentos cruciales de la película, como cuando Michael y Star hacen el amor y después de que Michael empale a David en un par de cuernos de venado montados sobre una pared, escena esta que os adelantaba líneas más arriba. La canción actúa a modo de narrador de la historia, agregando profundidad emocional al marcar los altibajos de los personajes, que no son más que un@s extrañ@s que buscan comprensión, validación, pertenencia y amor. Después de todo, el mayor poder de «Cry Little Sister» es que no trata de vampiros. El poder está en cómo la canción ilustra los sentimientos que yacen bajo la superficie, las mismas cosas que impulsan la búsqueda de la inmortalidad.

Los Corey, vampiros molones y una banda sonora genial. ¿Qué más podría querer un pre-adolescente de los 80? Una vez en la vida, aparece una película que define a toda una generación… o al menos a tu grupo de amigos. Para mí, y para millones de niñ@s de todo el mundo, fue The Lost Boys. No diré que fue la única que marcó a mi yo de tan solo 10 años de edad, pero sí a la que más cariño le tengo, casi a la par que Back to the Future (1985). Hasta la fecha, no había visto nada como The Lost Boys, y ahora que lo pienso, no creo que haya visto nada igual desde entonces.

Cuando vi esta película, estaba en la edad en que (casi) todo me causaba una gran impresión. Desde entonces, juzgo todas las películas de vampiros comparándolas con The Lost Boys. Y, por supuesto, ninguna de ellas puede compararse con el estilo, el humor y el ingenio general de esta cinta de culto. Es un claro ejemplo del mejor cine de la década de los 80, y si bien no debe tomarse demasiado en serio, es muy entretenida. Es un clásico que todavía se disfruta hoy en día, aunque los efectos y según qué diálogos puedan estar algo obsoletos, a excepción de las míticas últimas líneas de la película, cuando el abuelo, interpretado por Barnard Hughes, dice:

«One thing about living in Santa Carla I never could stomach; all the damn vampires.»

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 619 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.