“Es una gran canción, pero es exagerada la cantidad de veces que suena en Irlanda cada vez que se acerca la Navidad. En mi opinión, hay canciones mucho mejores de los Pogues, pero aún así es un clásico y puedo entender perfectamente el por qué la gente lo puede calificar de tema perfecto”. (Keith Fay, guitarrista y cantante de Cruachan)
Tocaba en estos navideños días acercarse a un estilo musical que suele ser denostado, es anacrónico y puede resultar hastiante y cansino: el villancico. Es un género absolutamente tradicional y, normalmente, de villancicos conocidos hay los que hay, es todo un reto crear uno de nuevo y que llegue a ser cantado y asimilado por las masas. Eso sí, conseguir esa proeza implicaría que todo el mundo, absolutamente todo el mundo, escucharía tu canción. John Lennon y Boney M. lo consiguieron en su día, pero resulta más habitual hacer versiones de los que ya existen, eso es mucho más fácil. Pero hubo un día de 1987 en el que una banda de rudos borrachos irlandeses asombró al mundo creando uno de los más bonitos villancicos que ha conocido la humanidad acompañado de un video exquisito. Pero estamos hablando de un grupo de punk con instrumentos tradicionales irlandeses y de un tipo como Shane McGowan, así que esa maravilla nacía con una anomalía: la letra impedía radiar la canción en las radios generalistas. Pero era tan bueno, que sigue sonando hasta la saciedad hasta día de hoy.
“Es un tema más tranquilo, es otro tipo de rollo pues no es el estilo que yo suelo escuchar, aunque yo escucho de todo. A mí los temas que van con partes de piano y con estructuras que cambien me parecen muy interesantes”. (Luís Tormo, líder de Another You)
Se suele decir de “Fairytale of New York” que es el único villancico real, he aquí la crudeza de sus letras en la que una pareja de inmigrantes sin recursos se comunican en los felices días de Navidad de lo que parece ser una relación epistolar, aunque sube de tono y parece un diálogo cara a cara. Una de las voces la pone el propio Shane, la otra una invitada que pasó a la fama desde ese día: Kirsty MacColl. La cantante inglesa tuvo la oportunidad de participar pues era habitualmente propuesta por su entonces marido productor, Steve Lillywhite, en los trabajos del mismo. La genial vocalista murió el año 2000 siendo arrollada por la lancha de un magnate en tierras mejicanas. A Shane tampoco le han ido mucho mejor las cosas, postrado en una silla de ruedas después de caer en un concierto. Por otro lado, que esté vivo todavía, es un milagro. Ríanse ustedes de Ozzy, un angelito si lo comparamos con el irlandés.
“¡Una preciosa canción! Mi villancico favorito junto con “Little Drummer Boy”. Me encanta la interacción entre las voces masculina y femenina. No puedes evitar sentirte animado por esas melodías. ¡Buena elección!” (Will Richards, batería de City of Thieves)
Los inicios
La influencia de The Pogues es absoluta y a día de hoy hay bandas que llenan grandes recintos como los Dropkick Murphys que son herederos directos del sonido Pogues. Si Thin Lizzy aunó el rock duro con la música celta los Pogues hicieron lo propio con el punk. Hay ahí afuera decenas de bandas que siguen su estela como The Rumjacks, Flogging Molly y demás. Pero los Pogues son inimitables. Se fundaron tras una charla en los lavabos de un concierto de los Ramones y el nombre es una abreviación de “Bésame el culo” en gaélico. Toda una declaración de principios que no le hizo ni gracia a la discográfica. Red Roses for Mees un primer paso, pero en el seminal Rum, Sodomy and the Lashde 1985 la cosa se dispara. Allí ya se vislumbra la genialidad de McGowan a la hora de componer. Sus carencias vocales quedan tapadas por actitud e imagen. Sus orejas de soplillo y esa dentadura desordenada de piano estropeado lo hacen icónico.
“Me encantan, son únicos en su estilo, empecé a escucharlos a mediados de los noventa y aún sigo siendo fan de ellos, si me das a elegir un concierto de Metallica o The Pogues elegiría a estos últimos de goleada”. (Antonio Donovan de Saurom)
“Fairytale of New York”, la obra maestra
Con If I Should Fall from Grace with God crean la obra maestra de 1988 y el grupo pasa a primera línea en todo el mundo especialmente por “Fiesta” y el tema que nos ocupa: “Fairytale of New York”. Cómo una banda de punks armados con un arsenal de instrumentos folk pudo conquistar el mundo se explica por las maravillas que encierra la obra. Jem Finery McGowan crearon el villancico definitivo. Los copos de nieve caen mientras McGowan toca un piano. Las imágenes de su detención en la celda de los borrachos son en blanco y negro y tras la preciosa intro pasamos a un ritmo 6/4, el habitual de las canciones irlandesas. Llevarlo al vals, que también es 6/4 es fácil, y aquí explota la magia. Antes hay referencias a perdedores, borrachera, un viejo acoholizado que le dice que no verá otra navidad y apuestas. El protagonista cierra los ojos, borracho, para soñar con su amada.
“Y uno de los colegas empezó a tocar los acordes de guitarra, y me llamó por mi nombre a través de la P.A., preguntándome si me apetecía tocar el “Fairytale of New York”; pero casi obligándome a acompañar la canción con la batería. Entonces no conocía ese tema, pero se me daba bien tocar la batería, así que fui hacia allí y comencé a tocar. Todo se desarrolló sin problemas hasta que la introducción terminó y el infierno se desató con ese ritmo del verso pasando el tempo a 6/4. (Birk, guitarrista de Demon Head)
Hay recuerdos de cuando se conocieron la pareja de inmigrantes, siempre hablando en pasado “eras guapo, tú eras muy guapa…”. Se conocieron una noche de navidad con Sinatra sonando y los borrachos cantando y pidiendo otra más mientras recuerdan antiguas promesas: “Eras la reina de Nueva York… me prometiste que Broadway me estaba esperando…”. Todos los sueños y esperanzas de la pareja joven han terminado y el alcohol y el frío de la ciudad que nunca duerme, les abrazan. “Pero el viento pasa a través de ti… y este no es un lugar para viejos”. Luego vienen los reproches, que no son pocos y sí muy explícitos.
“Esta canción suena en la radio y en todas las tiendas por Navidad. De hecho, estoy sorprendido de que se haya convertido en un himno navideño con letras como esta”. (Johan Carlsson, bajista de Sparzanza):
“Eres un vago
Eres un punk (NDA: antes del punk como estilo de música un “punk” era el tipo al que se sodomizaba en la prisión)
Eres una vieja puta en la basura
Acostado allí casi muerto bajo un goteo en esa cama
Eres un cabrón, gusano
Eres un maricón pésimo y barato
Feliz Navidad a tu culo
Ruego a Dios que sea nuestra última Navidad.”
Pero el espíritu navideño templa a la pareja y la letra termina con esas líneas de reconciliación en la que teníamos sueños compartidos, nos necesitábamos a ambos, aunque hay también el reproche de la chica: “Me quitaste mis sueños”. Pero el chico responde al final: “He construido los míos alrededor de los tuyos”. Todo culmina con el maravilloso estribillo de
“Y los chicos del coro de la Policía de Nueva York siguen cantando ‘Galway Bay’”
“Y las campanas suenan por noche buena”.
Visité Galway solo para pasear por su bahía en una de mis excursiones a Irlanda, paseando a solas mientras anochecía… También visité Inishmore por Riot, pero eso ya es otra historia. La isla esmeralda es mágica.
“Nuestro encargado del merchandising Steffe me odiará por esto, pero nunca me han gustado los Pogues. Y odio las canciones sobre la navidad (Risas)”. (Niclas, guitarrista de The Baboon Show)
Conclusiones
“Fairytale of New York” supera a todos los villancicos jamás creados por la sencilla razón que muestra la otra cara de la Navidad. Lo idílico y mágico están allí, pero la realidad es que por estas señaladas fechas vas a tener que compartir mesa y dialogar con gente con la que te unen lazos de consanguineidad y nada más. No es bonito y algunas cenas son auténticos peajes que uno tiene que pasar una vez al año, algo que no queda reflejado en los almibarados villancicos tradicionales. Aquí no hay niños jesuses ni guirnaldas, sólo sueños rotos de la inmigración irlandesa en el sueño americano. Por otra parte, está el alcohol, siempre presente en estas fiestas. McGowan fue un poeta maldito como siempre lo consideró el gran Joe Strummer de The Clash cuando tuvo que sustituir a Shane al frente de los Pogues. Ya en el siguiente disco las drogas y el alcohol habían golpeado al líder y el declive empezaba. Pocos temas componía y sacarlo de gira era meterlo en un ataúd. Hoy es triste verlo, pero se ganó la eternidad con esta maravilla. Hasta 10 veces ha sido número 1 “Fairytale of New York” sólo en Inglaterra. Gracias por esos años y feliz navidad maestro.
“Me gustan mucho The Pogues. En realidad, me acabo de mudar a Irlanda. No por los Pogues, pero he disfrutado caminando por las colinas brumosas escuchando los primeros dos álbumes de The Pogues. La música tradicional irlandesa tiene un estatus tan hermoso en las comunidades locales de Irlanda… siempre siendo tocada y compartida en los pubs. (Birk, guitarrista de Demon Head)