Cada vez que escucho de manera casual en la radio “More Than a Feeling” mientras conduzco me hago la misma reflexión: esto es un tema antológico sobre el cual debería escribir de manera inmediata. Y esto viene sucediendo desde hace ya al menos un par de años, tiempo en el que he ido procrastinando este ejercicio que debería ser algo más que apetecible, pero así es la vida, sea por una causa u otra, ahí ha estado en la lista de mis pendientes hasta que, por fin, un hecho sin parangón me ha empujado a darle el amor que merece este tema sin duda perfecto. Y es que, sin buscarlo, he sentido (que no solo entendido) la esencia de lo que “More Than a Feeling” quiere transmitir. “More Than a Feeling” habla de sentimientos que trascienden inducidos por el poder evocador de la música. Y eso, a grandes trazos, es lo que he experimentado recientemente, un maridaje perfecto entre música y sentimientos que me ha puesto los pelos de punta durante unos minutos de arrebato preciosos. El desencadenante: la contemplación de un amanecer de esos que te dejan sin aliento por su belleza. Así, sin más. Cada uno tiene sus debilidades, aquellas cosas que le conmueven, y en mi caso, la madre naturaleza es una de ellas. Empezar el día siendo testigo de la salida del sol en un entorno natural es un lujo del que no todo el mundo puede disfrutar y que yo aprecio enormemente desde que decidí cambiar mi vida urbanita por una de más rural. Y todo esto sonaría muy idílico si no fuera porque, como seres corrientes que somos, tenemos nuestras obligaciones laborales que nos obligan a desplazarnos a nuestros centros de trabajo, y como consecuencia, no nos queda otra que contemplar el esplendor de la naturaleza en muchas ocasiones desde nuestro vehículo. Y aunque se pierda un poco la magia, si le añades una buena banda sonora, también puedes conseguir disfrutar de una estampa para enmarcar…
Puestos en situación y dejando atrás estas apreciaciones personales, es momento de dedicarle un análisis un poco más racional y menos pasional al tema que nos ocupa. ¡Vamos allá!
Antecedentes
Tom Scholz, líder multiinstrumentista de la banda Boston, empezó con la composición de algunas de las canciones del homónimo álbum Boston en el año 1969 mientras estudiaba en el prestigioso Massachussets Institute of Technology. Poco tiempo después conocería al resto de músicos que acabaron formando parte de la banda (Barry Goudreau a la guitarra y Jim Masdea a la batería de forma temporal), completando el elenco su vocalista, Brad Delp, en 1970. Varias maquetas se fueron sucediendo en el estudio que Tom Scholz montó en el sótano de su domicilio gracias a las ganancias de su trabajo permanente fuera del circuito musical, pero no consiguieron despertar el interés de ninguna discográfica. Como consecuencia, el proyecto se disolvió antes de llegar a buen puerto, y Tom Scholz volvió a regrabar todas aquellas ideas junto a la voz de Brad Delp en una nueva maqueta en la que se encargó de todos los instrumentos a excepción de la batería, que contó de nuevo con Jim Masdea, quién se desmarcó poco después también. El resultado final por fin captó la atención de Epic Records, quienes impusieron como condición para apoyar el proyecto que éste pudiera defenderse en directo. Tom Scholz se encontró en la tesitura de tener que rearmar a toda prisa la banda, por lo que tuvieron que fichar a un nuevo batería, Sib Hashian y a un bajista, Fran Sheehan, e incorporar de nuevo a Barry Goudreau a la guitarra para poder audicionar por Epic Records. Finalmente consiguieron fichar por ellos y Boston vio la luz en 1976 tras varios rifirrafes en cuanto a su grabación y mezcla, que acabó produciéndose de manera compartida entre los estudios del sótano del Tom Scholz y los de la compañía. “More Than a Feeling” fue el primer sencillo de este álbum de debut, el cual pasamos a analizar a continuación.
La canción, su letra y mensaje
“More Than a Feeling” nos habla del poder evocador de la música, de su capacidad de conducirte atrás en el tiempo y hacerte revivir experiencias de una forma tan nítida como si se estuvieran produciendo en ese mismo instante, ya sean positivas o negativas. En el caso que nos ocupa, el protagonista del tema, tras escuchar una música que le es familiar, no puede evitar acordarse de la salida de su vida de lo que se interpreta fue un antiguo amor, una persona llamada Marianne. Tom Scholz, compositor único del tema, fue preguntado en entrevistas por la identidad de Marianne y afirmó que se trataba de una prima suya mayor de la cual estaba enamorado utópicamente, pero con la que nunca llegó a tener una relación sentimental. Sin embargo, Tom sí tuvo algún amor real posterior a Marianne, del que desconocemos su identidad y en el cual se inspiró también para relatarnos esos sentimientos profundos de los que trata el tema.
“More Than a Feeling” podría definirse como una balada atípica, pues combina dos estilos diferenciados en ella. Por un lado, sus estrofas acústicas (ejecutadas por una guitarra de 12 cuerdas) nos describen a la perfección la melancolía por la que atraviesa el protagonista al rememorar un antiguo amor, sentimiento generado en primera instancia por el poder evocador de la música que está escuchando. En contraposición, el estribillo pasa a ser en formato eléctrico, y tanto las palmas que aparecen en ese momento, como los riffs de guitarra que las acompañan y una sección rítmica muy animosa, parecen estar celebrando la constatación de que la vida es bella a pesar de esas personas que perdemos por el camino, porque son precisamente esas pérdidas las que nos ayudan a ponerlas en valor y nos transmiten valiosas enseñanzas a través de todos los sentimientos que nos provocaron en su momento.
El esquema del tema es tan sencillo como lo que acabamos de describir, estrofa seguida de estribillo, patrón que aparece en tres ocasiones casi calcado (pero que en la versión del vídeo se acorta a tan sólo dos, omitiendo el tramo del medio), y un solo de guitarra estratégico colocado antes del inicio de la tercera repetición. Un dato original propio de “More Than a Feeling” es que se inicia con un fade in y se cierra con un fade out, algo bastante atípico y que encaja a la perfección con el espíritu un tanto onírico del tema.
“More Than a Feeling” fue compuesta con vocación de hit, y, por tanto, la sencillez estructural buscada fue fundamental para conseguir una fórmula radio friendly que catapultara a Boston a la fama. La buena noticia es que, tras su aparente sencillez, se esconden multitud de detalles instrumentales engarzados que son en realidad los que hacen de este tema algo sublime. Aquí no hay ni un solo instrumento que tenga un papel menor, puedes detenerte en todos y cada uno de ellos para darte cuenta de la importancia de su aportación al resultado final.
Si te animas a leer bien la letra original, bien la traducción de “More Than a Feeling”, verás que para nada requiere de interpretación alguna, el relato es simple y llano y ya lo hemos resumido brevemente al inicio de este apartado, así que aquí te dejo las estrofas por si te apetece sumergirte en ellas y descubrir cómo nuestro protagonista a través de la música se emociona recordando a Marianne, un antiguo amor:
«I looked out this morning and the sun was gone / Miré esta mañana fuera y el sol se había ido
Turned on some music to start my day / Puse algo de música para empezar el día
I lost myself in a familiar song / Me dejé llevar por una música familiar
I closed my eyes and I slipped away / Cerré los ojos y me desvanecíIt’s more than a feeling (more than a feeling) / Es más que un sentimiento (más que un sentimiento)
When I hear that old song they used to play (more than a feeling) / Cuando escucho aquella vieja canción que solían tocar (más que un sentimiento)
And I begin dreaming (more than a feeling) / Y empiezo a soñar (más que un sentimiento)
‘Til I see Marianne walk away / Hasta que veo a Marianne marchándose
I see my Marianne walkin’ away /Veo a mi Marianne marchándoseSo many people have come and gone / Tanta gente ha ido y venido
Their faces fade as the years go by / Sus caras se difuminan con el paso de los años
Yet I still recall as I wander on / Y sin embargo aún recuerdo mientras deambulo
As clear as the sun in the summer sky / Tan nítido como el sol en un cielo de veranoIt’s more than a feeling (more than a feeling) / Es más que un sentimiento (más que un sentimiento)
When I hear that old song they used to play (more than a feeling) / Cuando escucho aquella vieja canción que solían tocar (más que un sentimiento)
And I begin dreaming (more than a feeling) / Y empiezo a soñar (más que un sentimiento)
‘Til I see Marianne walk away / Hasta que veo a Marianne marchándose
I see my Marianne walkin’ away / Veo a mi Marianne marchándoseWhen I’m tired and thinking cold / Cuando estoy cansado y pensativo
I hide in my music, forget the daY / Me escondo en mi música, me olvido del día
And dream of a girl I used to know / Y sueño con una chica a la que solía conocer
I closed my eyes and she slipped away / Cerré los ojos y se desvaneció
She slipped away / Se desvanecióIt’s more than a feeling (more than a feeling) / Es más que un sentimiento (más que un sentimiento)
When I hear that old song they used to play (more than a feeling) / Cuando escucho aquella vieja canción que solían tocar (más que un sentimiento)
And I begin dreaming (more than a feeling) / Y empiezo a soñar (más que un sentimiento)
‘Til I see Marianne walk away / Hasta que veo a Marianne marchándose»
Su trascendencia
A modo de resumen podríamos decir que “More Than a Feeling” lo petó. Tal cual. Nadie conocía a Boston cuando su management apostó por presionar a las emisoras de radio de la época para que pincharan su música, hecho del todo inusual por tratarse de una banda desconocida. Y el éxito fue tal, que en quince días Boston pasó del anonimato a estar en boca de todo el mundo. En seguida surgieron las presiones por girar y aprovechar el enorme tirón del incipiente éxito, y aun sin tener experiencia previa como grupo cohesionado, consiguieron tirar para adelante un tour promocional gracias a la profesionalidad de sus músicos, quienes habían participado en otros proyectos musicales con anterioridad. Boston se convirtió en el mejor disco de debut de una banda en los Estados Unidos, hegemonía que ostentó durante la friolera de 32 años, tan solo desbancado por Appetite for Destruction de los Guns N‘ Roses en el año 2008. Boston marcó el inicio de una era en la que la tecnología utilizada en los estudios dio un paso adelante y marcó una nueva tendencia imitada por multitud de bandas a partir de ese momento. No en vano, Tom Scholz era un ingeniero de sonido meticuloso con las ideas muy claras, y por ello puso mucho énfasis en que el disco tomara forma en su propio estudio, en el que llevaba trabajando la friolera de seis años, hecho que le ocasionó más que una discusión con su compañía hasta llegar al acuerdo que hemos mencionado con anterioridad.
Si bien Boston consiguió nuevos éxitos en su carrera posterior, ésta fue un tanto irregular y no demasiado prolífica, y acabó dejando a Tom Scholz como único miembro original de la misma. El talento presente en su disco homónimo siguió presente en una buena cantidad de discos y temas nuevos que también hicieron historia, aunque de una forma no tan sonada como “More Than a Feeling”, con la excepción quizás a nivel de posición en listas de otra de las grandes baladas compuestas por Boston y lanzada diez años más tarde, “Amanda”.
Veredicto
“More Than a Feeling” dio el pistoletazo de salida a una nueva era musical en los Estados Unidos en la que se empezó a intuir las posibilidades tecnológicas que ofrecían los estudios y que abrieron un gran abanico de opciones nuevas a la composición. También nos descubrió una banda totalmente desconocida que entró en el mercado americano arrasando, gracias en parte a la repercusión de este primer sencillo, que funcionó a las mil maravillas en las emisoras de radio. “More Than a Feeling” es tan solo el primer tema que abre el homónimo Boston, un álbum impresionante de principio a fin el cual puso en el mapa a unos desconocidos hasta la fecha Boston.
La perfección de “More Than a Feeling” radica en su capacidad de llegar a un gran público gracias a su estructura y mensaje de aparente sencillez, pero cargado de profundidad en realidad. Todos y cada uno de los instrumentos están pensados al milímetro para complementarse en la justa medida y transmitir las sensaciones deseadas. No todo es melancolía en esta balada, pues hay alternancia también con momentos más alegres en un intento de hacernos entender que sentir es bello, aunque sea con dolor. El poder de la música abarca eso y mucho más.
“More than a Feeling” es más que una canción: es puro sentimiento hecho música.
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!