Canciones perfectas: «Open Car» de Porcupine Tree

He de ser honesto. Si bien no me considero un experto en Porcupine Tree, ni en la vasta obra de Steven Wilson, hay algo en «Open Car» que me ha capturado desde la primera vez que la escuché. Es una de esas canciones que, sin importar cuántas veces la haya reproducido, siempre logra emocionarme. Posee una energía y una precisión que resuenan en lo más profundo de mi ser, como si cada nota y cada palabra estuvieran diseñadas para hablarme directamente. No escribo estas líneas como alguien que pretende diseccionar el rock progresivo desde una perspectiva técnica, sino como un oyente apasionado que ha encontrado en esta canción una conexión especial, algo difícil de poner en palabras pero imposible de ignorar. He dicho.

Introducción

«Open Car» se alza como uno de esos temas en los que Porcupine Tree demuestra su habilidad para combinar destreza técnica con una atmósfera emocional cargada de tensión. Incluida en el aclamado Deadwing (2005), la canción no solo es una pieza destacada del repertorio de la banda, sino también un perfecto ejemplo de cómo el rock progresivo puede abordar las complejidades de la condición humana a través de sus estructuras sonoras. Es una obra donde la precisión rítmica, casi quirúrgica, se entrelaza con una energía visceral que parece siempre al borde de estallar.

Desde los primeros acordes, «Open Car» lanza al oyente a un paisaje sonoro donde la inestabilidad es palpable. El ritmo entrecortado, los riffs afilados y los arreglos invitan a sumergirse en una atmósfera de control calculado, pero también de caos inminente. Hay una constante sensación de tensión que, como un resorte, parece comprimirse cada vez más a lo largo de los versos, sugiriendo que algo más profundo se esconde bajo la superficie.

El verdadero poder de «Open Car» radica en su capacidad para fusionar este pulso rítmico con momentos de liberación emocional. El estribillo, más amplio y melódico, contrasta con los versos llenos de angustia contenida, otorgando a la canción una dinámica emocional fascinante. Es este equilibrio entre la opresión y la catarsis lo que hace de «Open Car» una experiencia inmersiva. Es una composición que parece retener algo crucial, un secreto que se revelará solo a aquell@s que escuchen atentamente.

En este artículo, analizaremos cómo «Open Car» se establece no solo como una muestra técnica de rock progresivo, sino como una pieza que encapsula la esencia de Deadwing: el equilibrio entre lo oscuro y lo luminoso, lo visceral y lo cerebral, en una exploración sonora de las emociones humanas más básicas.

Deadwing: el viaje cinemático y sonoro que redefinió a Porcupine Tree

Lanzado en 2005, Deadwing ocupa un lugar crucial en la discografía de Porcupine Tree, no solo como la continuación del exitoso In Absentia (2002), sino como una obra que casi igualó la brillantez de su predecesor. Tarea nada fácil considerando que In Absentia fue el álbum que catapultó a la banda a un público más amplio, estableciendo su reputación dentro del rock progresivo contemporáneo. Sin embargo, Deadwing no se quedó atrás, ya que contiene algunas de las canciones más duraderas y emblemáticas de la banda.

Temas como el épico y expansivo «Arriving Somewhere But Not Here», la nostálgica «Lazarus», y la explosiva «Halo» demuestran la versatilidad sonora del álbum, que abarca desde lo más atmosférico hasta lo visceral. La canción «Shallow», con su groove de hard rock más directo, añadió una nueva textura simple pero eficaz al paladar sonoro de Porcupine Tree, mostrando su capacidad para fusionar diferentes estilos sin perder coherencia. Estos temas no solo brillaron en el estudio, sino que también llevaron a la banda a un nuevo nivel como un acto en directo imparable, donde las composiciones de Deadwing realmente alcanzaron su máximo esplendor.

El trasfondo conceptual de Deadwing está intrínsecamente ligado a un guion cinematográfico que Steven Wilson coescribió con el director Mike Bennion. Aunque la película nunca se concretó, su influencia es evidente en el álbum. La narrativa sigue a un protagonista, David, y su relación con un espectro femenino, Elizabeth, explorando temas como el arrepentimiento, la vida después de la muerte y las conexiones emocionales más allá de lo físico. Este trasfondo otorga a canciones como «Open Car» una mayor profundidad emocional, convirtiéndose en una metáfora de las relaciones tóxicas y la lucha interna de sus personajes.

Musicalmente, Deadwing profundiza en la mezcla entre rock progresivo y metal, un camino que Porcupine Tree ya había comenzado a explorar en In Absentia. Las guitarras pesadas, las atmósferas sombrías y los cambios dinámicos se combinan con momentos más melódicos y tranquilos, creando un equilibrio entre lo pesado y lo etéreo que define el sonido del álbum. Este fue también el segundo álbum con Gavin Harrison en la batería, cuya precisión técnica añadió una nueva dimensión a la banda, así como la colaboración de Adrian Belew, de King Crimson, en varios temas clave.

En cuanto a su lugar en la discografía de Porcupine Tree, Deadwing consolidó aún más la posición de la banda como pioneros del rock progresivo moderno. Si bien In Absentia fue el gran salto a la fama, Deadwing cimentó su legado, preparando el terreno para lo que muchos consideran su obra maestra: Fear of a Blank Planet (2007). La combinación de un trasfondo cinematográfico, su maestría técnica y su capacidad para emocionar al oyente con cada nota convierten a Deadwing en una pieza esencial en la historia del rock progresivo.

Desentrañando el caos: un análisis profundo de la estructura musical y la tensión en «Open Car»

«Open Car», una de las joyas –más o menos ocultas– de Deadwing, se distingue por su complejidad musical y su capacidad para evocar una profunda tensión emocional. La canción, que se despliega en una estructura meticulosa y detallada, ofrece un excelente ejemplo de la habilidad de Steven Wilson y su banda para combinar técnicas avanzadas con una fuerte carga emocional.

La canción, que ocupa el séptimo lugar en el track list, sigue una estructura relativamente tradicional, pero con matices que le confieren una dinámica propia. La canción se puede dividir en varias secciones claramente definidas: una introducción atmosférica, versos rítmicos y entrecortados, un estribillo expansivo y un puente instrumental que lleva a una coda final.

La canción comienza con un pasaje instrumental que establece el tono con una atmósfera densa y oscura. La introducción presenta acordes sostenidos en un contexto casi ambiental, con un uso prominente de efectos de guitarra que añaden una sensación de tensión y anticipación.

Los versos de «Open Car» se caracterizan por una estructura rítmica fragmentada y un uso de acordes menores que refuerzan la sensación de angustia. Los riffs de guitarra son entrecortados y agresivos, con cambios rítmicos inesperados que generan una sensación de desestabilidad. Este enfoque refleja la lucha interna del protagonista, mientras intenta ocultar su dolor.

El estribillo proporciona un contraste notable con los versos. Aquí, la progresión armónica se vuelve más melódica y abierta, usando acordes mayores y una mayor resonancia en la guitarra. Esta sección libera la tensión acumulada en los versos, ofreciendo un momento de catarsis emocional. La melodía se vuelve más accesible, lo que permite que el oyente conecte emocionalmente con la letra y la energía de la canción.

El puente instrumental introduce un cambio en la dinámica, con un enfoque más experimental en la guitarra y el bajo. Aquí, se exploran nuevas texturas sonoras y se incrementa la intensidad antes de regresar al estribillo. La coda final repite el tema principal, pero con una mayor intensidad y una sensación de cierre.

Los riffs de guitarra en «Open Car» son esenciales para crear la atmósfera tensa y agitada de la canción. La guitarra eléctrica, afilada y distorsionada, emplea técnicas como el palm muting y el uso de acordes disonantes para enfatizar la sensación de conflicto y angustia. La guitarra principal en los versos se mueve en patrones rítmicos sincopados que aportan una sensación de incomodidad y lucha interna.

El bajo, por su parte, proporciona una base sólida pero también añade matices importantes a la textura sonora. En los versos, el bajo se mantiene en una línea tensa y pulsante, reforzando el ritmo irregular de la guitarra. Durante el estribillo, el bajo se vuelve más prominente y melódico, complementando los acordes mayores y acentuando el cambio emocional en la canción.

«Open Car» utiliza patrones rítmicos complejos que contribuyen a su carácter inquietante. Los versos presentan ritmos irregulares y cambios de métrica que crean una sensación de desestabilidad. Esta fragmentación rítmica se combina con un uso eficaz del contrapunto, donde las líneas de guitarra y bajo interactúan de manera intrincada para generar tensión.

Durante el estribillo, la canción se relaja en términos rítmicos, con un ritmo más fluido y coherente que permite que la melodía y el texto resalten. Este contraste entre la rigidez de los versos y la apertura del estribillo no solo refuerza la dinámica emocional, sino que también resalta el tema de la lucha interna y la liberación.

El uso de acordes menores y progresiones armónicas disonantes en los versos es crucial para crear una atmósfera de desesperación y conflicto. Los cambios abruptos en la dinámica y el ritmo subrayan la sensación de caos y angustia interna del protagonista. En contraste, el estribillo proporciona una liberación emocional mediante acordes mayores y una mayor claridad melódica, permitiendo una catarsis que refleja la lucha interna resuelta.

El enfoque en el ritmo y la armonía en «Open Car» demuestra la habilidad de Porcupine Tree para combinar elementos técnicos avanzados con una expresión emocional profunda. La canción no solo destaca por su complejidad musical, sino también por su capacidad para transmitir una narrativa intensa y emocional a través de la música.

El toque del genio Steven Wilson en «Open Car»

La producción de Deadwing está marcada por la influencia distintiva de Steven Wilson, quien no solo es el líder creativo de Porcupine Tree, sino también el principal arquitecto sonoro del álbum. En «Open Car», esta influencia se manifiesta en cada detalle de la producción, desde la selección de efectos hasta la mezcla final, contribuyendo a la atmósfera única y a la tensión emocional que caracteriza la canción.

La producción de «Open Car» destaca por su uso innovador de efectos que intensifican el ambiente general de la canción. Wilson, conocido por su meticulosa atención al detalle, emplea una variedad de efectos para crear una atmósfera densa y envolvente.

Las guitarras están procesadas con efectos de distorsión y delay que añaden una capa de agresividad y profundidad a los riffs. El uso de técnicas como el panning estéreo y la modulación en las guitarras crea un campo sonoro expansivo, permitiendo que los elementos se mezclen y se separen en el espacio estéreo. Esta técnica no solo amplifica la tensión de los riffs, sino que también refuerza la sensación de desestabilidad que impregna los versos.

La introducción de la canción presenta una atmósfera casi onírica, gracias al uso de reverberación y efectos ambientales que crean un entorno espacial y etéreo. Estos efectos preparan al oyente para el contraste que se produce cuando la canción se mueve a los versos más agresivos y fragmentados. La transición entre estas texturas es suave, lo que mantiene la cohesión a lo largo de la canción mientras se exploran diferentes estados emocionales.

La mezcla de «Open Car» es clave para su impacto emocional. Steven Wilson opta por un enfoque en el que cada elemento destaca en su propio espacio, permitiendo que los detalles sutiles sean claramente audibles sin que se sobrecargue la mezcla.

Por su lado, las voces de Wilson se sitúan en el centro de la mezcla, con una clara separación entre las voces principales y los coros. Este enfoque asegura que la carga emocional de la letra sea el punto focal, mientras que el tratamiento vocal añade una textura de angustia y vulnerabilidad que se alinea con el tema de la canción.

La mezcla también destaca por su equilibrio entre los instrumentos. Los riffs de guitarra, el bajo y la batería están cuidadosamente posicionados para crear un sentido de movimiento y tensión. La batería, con su uso de toms profundos y patrones rítmicos complejos, añade una base sólida pero dinámica que interactúa con los riffs de guitarra para intensificar la energía de la canción.

Durante el proceso de producción, Steven Wilson hizo ajustes significativos en las pistas, tal y como ya adelantaba en sus declaraciones al inicio del artículo. Canciones que inicialmente se pensaron como posibles caras B, como «Open Car», fueron reevaluadas y reconfiguradas durante la fase de masterización.

Wilson explicó que al escuchar la canción, se dio cuenta de su gran calidad y potencial. Esto llevó a la sustitución de algunas pistas y ajustes en la mezcla final para asegurar que «Open Car» tuviera el impacto deseado. Esta intervención no solo destacó la canción dentro del álbum, sino que también mostró el compromiso de Wilson con la calidad y la coherencia del proyecto en su conjunto. La decisión de incluirla en el álbum principal en lugar de como una cara B refleja su visión artística y su deseo de ofrecer lo mejor a los oyentes.

«‘Open Car’ había sido una de esas canciones que todos pensaban que acabaría siendo una cara B. Yo hice la sustitución durante el proceso de masterización. Estaba escuchándola y pensaba: ‘esta canción es increíble, ha quedado tan bien’. En cambio, ‘So Called Friend’, durante todo el proceso de composición, siempre pensamos que sería un gran tema, pero la mezcla final no terminó de convencerme. Hicimos lo mismo con ‘Glass Arm’ y ‘Half Light’, aunque esos cambios se realizaron una semana antes de la masterización.» (Steven Wilson)

La producción y mezcla de «Open Car» juegan un papel crucial en la creación de su ambiente general. Los efectos de guitarra, la atmósfera envolvente y la cuidadosa separación de los elementos en la mezcla trabajan juntos para reforzar la tensión emocional y la complejidad de la canción. La habilidad de Steven Wilson para manejar estos aspectos técnicos no solo realza la calidad musical de «Open Car», sino que también contribuye a su posición como una de las piezas más destacadas de Deadwing.

El legado de «Open Car»: impacto crítico, popularidad y su evolución en el repertorio de Porcupine Tree

“Open Car”, una de las piezas destacadas del álbum Deadwing, ha mantenido una recepción crítica y popular favorable desde su lanzamiento. Su complejidad musical, producción refinada y el enfoque emocional distintivo han hecho que la canción se convierta en un elemento clave dentro del repertorio de Porcupine Tree.

Desde su lanzamiento en 2005, la pieza ha sido elogiada por su sofisticación musical y su capacidad para transmitir una profunda carga emocional. L@s críticos han destacado varias características de la canción:

Complejidad musical
La canción ha sido aclamada por su estructura musical intrincada y su capacidad para combinar elementos de rock progresivo con técnicas más contemporáneas. La combinación de riffs de guitarra disonantes, patrones rítmicos irregulares y una producción meticulosa ha sido elogiada como un ejemplo sobresaliente de la habilidad compositiva de Steven Wilson y Porcupine Tree.

Producción y sonido
La producción de “Open Car” ha recibido elogios por su profundidad y claridad. L@s críticos han destacado cómo los efectos y la mezcla trabajan en conjunto para crear una atmósfera envolvente que complementa la narrativa emocional de la canción. La capacidad de Wilson para manejar la producción con tal detalle ha sido vista como una de las fortalezas clave de la canción.

Letra y temática
La letra también ha sido elogiada por su intensidad emocional y su capacidad para capturar la complejidad de una relación conflictiva. La forma en que la canción explora temas de angustia y redención ha calado profundamente tanto entre l@s críticos como entre l@s oyentes, estableciendo a “Open Car” como una de las composiciones más poderosas de Deadwing. Pero esto ya lo veremos un poco más adelante.

Para l@s fans de Porcupine Tree, “Open Car” ha evolucionado hasta convertirse en una canción emblemática dentro del catálogo de la banda. Su popularidad entre los seguidores se debe a varios factores.

En los conciertos, “Open Car” ha sido una pieza destacada en el setlist de Porcupine Tree. Si hacemos caso a las estadísticas de setlist.fm, ocupa el lugar número nueve, entre «Radioactive Toy» (On the Sunday of Life…, 1992) y «Waiting (Phase One)» (Signify, 1996). La canción ofrece un momento de gran impacto emocional y musical en los conciertos, y su capacidad para conectar con el público ha hecho que sea una favorita en vivo. La intensidad de la interpretación en directo, combinada con la producción detallada de la versión de estudio, ha solidificado su estatus como una pieza central en el repertorio de la banda.

A lo largo de los años, la valoración de “Open Car” ha evolucionado de ser una canción destacada del álbum Deadwing a convertirse en un clásico dentro del catálogo de Porcupine Tree. L@s fans y críticos por igual han reconocido su importancia en la evolución de la banda y su contribución al legado del rock progresivo moderno. La canción ha sido incluida en varias recopilaciones y en directo, consolidando su lugar en la historia musical de Porcupine Tree.

Con el tiempo, “Open Car” ha sido reevaluada en el contexto de la discografía de Porcupine Tree. Mientras que inicialmente fue apreciada por su calidad musical y producción, su legado ha crecido a medida que la banda ha continuado su trayectoria. La canción ha sido vista como un punto de referencia en la evolución del sonido de Porcupine Tree, marcando un momento clave en su transición hacia un estilo más maduro y experimental.

La valoración de “Open Car” ha sido reforzada por su inclusión en varios lanzamientos en vivo y recopilaciones a lo largo de los años. La canción ha sido destacada en retrospectivas de la banda y sigue siendo una de las favoritas tanto entre l@s fans de larga data como entre los nuev@s seguidores. Su capacidad para capturar la esencia emocional de Deadwing y su impacto en los conciertos han asegurado su lugar en el legado de Porcupine Tree.

Cómo Deadwing impulsó la carrera de Steven Wilson y su evolución artística

La publicación de Deadwing en 2005 marcó un punto de inflexión significativo en la carrera de Steven Wilson, tanto como miembro de Porcupine Tree como en su carrera en solitario. Este período fue crucial para Wilson, ya que consolidó su posición como uno de los artistas más innovadores en el rock progresivo y sentó las bases para su evolución artística en los años posteriores.

Deadwing representó un avance notable en la evolución musical de Porcupine Tree. El álbum mostró una profundización en la complejidad musical y en la producción, destacando el crecimiento artístico de Steven Wilson. La combinación de elementos progresivos, metal, y la capacidad para contar historias emocionales y conceptuales a través de la música fue clave para el reconocimiento de Wilson como un compositor y productor innovador.

La meticulosa producción de Deadwing, con su enfoque en efectos atmosféricos y texturas detalladas, subrayó la habilidad de Wilson para crear paisajes sonoros complejos. Esta destreza en la producción fue un factor importante en su éxito posterior y en la recepción crítica positiva de su trabajo.

La capacidad de «Open Car»*para explorar temas oscuros y emocionales con profundidad conceptual también ayudó a establecer a Wilson como un narrador musical hábil. La influencia de las temáticas de Deadwing, como las relaciones tóxicas y la introspección emocional, se reflejó en su trabajo futuro, tanto con Porcupine Tree como en su carrera en solitario.

Después de Deadwing, la carrera en solitario de Steven Wilson se benefició enormemente de la experiencia y el éxito obtenidos con el álbum y su producción. Los elementos estilísticos y conceptuales introducidos en Deadwing se convirtieron en una parte integral del trabajo de Wilson fuera de Porcupine Tree.

La evolución musical de Deadwing influyó en los enfoques experimentales de Wilson en sus proyectos en solitario. Su trabajo posterior, incluyendo álbumes como Fear of a Blank Planet y Grace for Drowning (2011), su segundo trabajo en solitario, continuó explorando la complejidad y la atmósfera en la música progresiva, con una mezcla de influencias del rock, metal y música experimental que comenzaron a gestarse durante la era de Deadwing.

La aclamación crítica y el éxito comercial de Deadwing ayudaron a elevar el perfil de Wilson en la escena musical internacional. La calidad y el impacto del álbum en su conjunto contribuyeron a establecer a Wilson como un artista destacado y un referente en el rock progresivo moderno. Su capacidad para innovar y experimentar con sonidos y temas profundos ha sido una constante en su carrera en solitario, consolidando su estatus como uno de los principales artistas del género.

Hablemos un poco más de Steven Wilson…

Steven Wilson es una de las figuras más influyentes y multifacéticas del rock progresivo y alternativo contemporáneo. A lo largo de su carrera, tanto como líder de Porcupine Tree como en su trabajo en solitario, ha demostrado una capacidad inusual para reinventarse y evolucionar, manteniendo siempre una visión artística definida.

Steven Wilson como músico: un alquimista del sonido
A nivel musical, Wilson es conocido por su versatilidad, su dominio de múltiples instrumentos y su enfoque meticuloso hacia la producción. Influenciado por géneros como el rock progresivo de los años 70, el metal, el pop experimental y la música electrónica, su obra ha tocado una gran variedad de estilos y enfoques, desde los paisajes sonoros expansivos y las complejas estructuras del prog, hasta las texturas ambientales y los elementos más introspectivos y melódicos.

Con Porcupine Tree, Wilson ayudó a revitalizar el rock progresivo, integrando elementos modernos y accesibles sin perder el carácter experimental que define el género. Álbumes como In Absentia y Deadwing demuestran su habilidad para combinar lo cerebral con lo emocional, creando canciones que resuenan tanto por su profundidad lírica como por su complejidad técnica. Wilson es también un maestro del detalle; cada pista de sus álbumes está cuidadosamente diseñada, con una producción cristalina que permite que cada instrumento tenga su espacio, mientras se integra perfectamente en el conjunto. Este enfoque ha hecho que sus discos, ya sean con Porcupine Tree o en solitario, suenen frescos y atemporales.

Además de su capacidad como compositor, Wilson también ha ganado reconocimiento por su trabajo como productor. Ha trabajado con una variedad de artistas y bandas, desde Opeth hasta Anathema, ayudando a redefinir el sonido de muchos de ellos. Como productor, su enfoque es siempre detallado y perfeccionista, buscando capturar la emoción y autenticidad de las performances, mientras maximiza la claridad y la potencia del sonido.

Aspectos personales: un perfeccionista introspectivo
A nivel personal, Steven Wilson es conocido por su carácter reservado y su obsesión con los detalles, lo que a menudo se refleja en su música. Aunque puede parecer distante, su obra muestra una profunda sensibilidad hacia las emociones humanas, particularmente las relacionadas con la alienación, la nostalgia y la introspección. Muchos de sus temas recurrentes, como la soledad, la desconexión emocional y el paso del tiempo, parecen surgir de su propia experiencia personal y su inclinación hacia la reflexión.

Wilson ha hablado en numerosas ocasiones de su amor por el cine, particularmente el cine de terror y ciencia ficción, y ha citado películas como una de sus mayores influencias. Este aspecto cinematográfico también se refleja en su música, especialmente en álbumes conceptuales como Deadwing, que fue originalmente concebido como la banda sonora de una película. La narrativa y el ambiente son esenciales en su música, y Wilson sabe cómo utilizar el sonido para contar historias o transmitir imágenes mentales vívidas.

Otra faceta interesante de Wilson es su rechazo hacia el estrellato convencional. A pesar de su éxito y la devoción de sus fans, nunca ha buscado el tipo de fama que muchos músicos persiguen. Prefiere mantener un bajo perfil, centrado en su arte más que en la exposición pública. Esta postura le ha permitido mantener un alto grado de control creativo sobre su obra, lo que a su vez ha contribuido a la coherencia y autenticidad de su carrera.

Su influencia y legado
Wilson ha dejado una huella imborrable en el mundo del rock progresivo y más allá. A lo largo de los años, ha sido un innovador incansable, desafiando constantemente los límites de lo que puede ser la música progresiva en el siglo XXI. Su capacidad para fusionar géneros y estilos lo ha llevado a convertirse en una figura respetada no solo en el ámbito del rock, sino también en la música experimental y el pop alternativo.

El legado de Wilson sigue creciendo, tanto con su trabajo solista como con la reunión de Porcupine Tree en 2022. Su enfoque en la integridad artística, su habilidad para crear música que es tanto emocional como intelectualmente estimulante, y su compromiso con la evolución constante lo convierten en una de las voces más importantes y perdurables de su generación. A medida que avanza en su carrera, sigue explorando nuevas direcciones, sin miedo a dejar atrás su zona de confort para embarcarse en nuevos desafíos creativos.

En resumen, Steven Wilson es el epítome del músico moderno que, a pesar de su naturaleza reservada, ha logrado conectarse con audiencias globales a través de su honestidad artística y su insaciable deseo de innovación.

La letra

La letra explora una relación tóxica y emocionalmente desgarradora. A través de un relato introspectivo y visceral, la canción aborda el dolor y la frustración que surgen de una conexión intensa pero destructiva.

«Nothing like this, felt in her kissCannot resist herFell for her charm, lost in her armsI keep a photographGive me a glimpse, let me come inBe there inside herHere it begins, here is the sinSomething to lie about

You think you’re smart, I think you artWe agree on thisIt doesn’t work, feeling like dirtFeeling like you don’t careWe get a room and in her gloomShe lights a cigaretteClothes on the bed, «love me», she saidI lose myself to her

I’m getting feelings I’m hiding too well(Bury the heart-shaped shell)Something broke inside my stomachI let the pieces lie just where they fell(Being with you is hell)

Hair blown in an open carSummer dress slips down her armHair blown in an open car

Okay, what’s next after the sex?What do we do now?Finding the time, drawing the lineAnd never crossing itGave her the hours, gave her the powerCannot erase herGave her the truth, gave her the proofI gave her everything

I’m getting feelings I’m hiding too well(I hide the feelings far too well) (bury the heart-shaped shell)Something broke inside my stomachI let the pieces lie just where they fell(I left the pieces where they fell) (being with you is hell)

Hair blown in an open carSummer dress slips down her armHair blown in an open carOn a drive out to the farmHair blown in an open car

Hair blown in an open carSummer dress slips down your armHair blown in an open car»

Interpretación de la letra

La canción comienza describiendo una atracción irresistible hacia una pareja, marcada por un sentimiento de encanto y enamoramiento. El narrador se siente cautivado por ella, lo que lo lleva a perderse en la relación y guardar recuerdos físicos, como una fotografía.

«Nothing like this, felt in her kissCannot resist herFell for her charm, lost in her armsI keep a photographGive me a glimpse, let me come inBe there inside herHere it begins, here is the sinSomething to lie about»

Este verso describe una atracción física intensa y casi inevitable. El narrador se siente profundamente cautivado por la mujer, destacando el poder de su encanto. La referencia al «kiss» («beso») sugiere una conexión íntima que va más allá de lo superficial, pero también señala una falta de control por parte del narrador, quien admite que no puede resistirse.

Posteriormente, el narrador admite haberse rendido completamente al encanto de ella, dejándose llevar por la relación física y emocional. La frase «I keep a photograph» («Conservo una fotografía») insinúa que está tratando de aferrarse a algo tangible en medio de la inestabilidad de la relación, buscando un símbolo que lo conecte con esa experiencia.

En la segunda parte de esta primera estrofa se refuerza el deseo del narrador de acercarse a ella, tanto emocional como físicamente. Sin embargo, la palabra «glimpse» («destello») sugiere que lo que busca es fugaz, lo que implica que la conexión entre ellos es momentánea o superficial.

El uso de «sin» («pecado») implica que el narrador reconoce la naturaleza destructiva o inmoral de la relación. Puede estar sugiriendo que la relación está marcada por la culpa o una falta de autenticidad. La referencia a «lie» («mentira») también indica una ruptura de confianza, o que ambos están involucrados en una relación secreta o prohibida.

«You think you’re smart, I think you artWe agree on thisIt doesn’t work, feeling like dirtFeeling like you don’t careWe get a room and in her gloomShe lights a cigaretteClothes on the bed, «love me», she saidI lose myself to her»

En la segunda estrofa se revela una cierta fricción intelectual o emocional entre l@s dos. El narrador percibe que ella se cree más inteligente o perspicaz de lo que es. Sin embargo, ambos parecen estar de acuerdo en la naturaleza de su relación, lo que podría sugerir un pacto implícito de mantener las cosas superficiales o sin expectativas.

Pero al llegar a «It doesn’t work, feeling like dirt / Feeling like you don’t care» («No funciona, me siento como basura / Me siento como si no me importara»), el narrador comienza a sentirse menospreciado, sucio o sin valor, lo que refleja la frustración que siente al no recibir el mismo nivel de compromiso o cuidado por parte de ella. La relación se muestra como asimétrica, con el narrador sintiéndose abandonado o despreciado.

En la segunda parte de la estrofa se sugiere una relación casual y pasajera, en la que se encuentran en lugares temporales como habitaciones de hotel. La palabra «gloom» («oscuridad») describe el estado emocional de la mujer, lo que refuerza la naturaleza sombría de la relación. El gesto de encender un cigarrillo tras el acto íntimo enfatiza la indiferencia emocional.

Finalmente, el narrador se entrega por completo a ella, respondiendo a su llamada de «love me» («ámame»). Sin embargo, el uso de la palabra «lose» («perder») sugiere una pérdida de control o de identidad, lo que refuerza la toxicidad de la relación.

«I’m getting feelings I’m hiding too well(Bury the heart-shaped shell)Something broke inside my stomachI let the pieces lie just where they fell(Being with you is hell)»

En el pre-coro, el narrador reconoce que está reprimiendo sus emociones, escondiendo lo que realmente siente. La metáfora del «heart-shaped shell» («concha en forma de corazón») puede referirse a cómo ha enterrado su vulnerabilidad, quizás por miedo a ser herido o rechazado.

Aquí se introduce una imagen visceral que describe el impacto emocional de la relación. Algo dentro del narrador se ha roto («Something broke inside my stomach»), quizás su corazón o su capacidad de lidiar con el dolor, y decide no intentar arreglarlo, dejando que las «pieces» («piezas») se queden donde cayeron, lo que refleja una profunda resignación.

Este verso final es directo y contundente: «(Being with you is hell)» («(Estar contigo es el infierno)»). El narrador se da cuenta de que la relación es dolorosa y agotadora, pero aún así parece seguir atado a ella.

«Hair blown in an open carSummer dress slips down her armHair blown in an open car»

Aquí, en el coro, las imágenes evocan una escena de libertad y sensualidad, pero al mismo tiempo, hay una sensación de vacío. El cabello al viento y el vestido deslizándose por su brazo sugieren una conexión fugaz, en movimiento, pero que carece de profundidad emocional.

«Okay, what’s next after the sex?What do we do now?Finding the time, drawing the lineAnd never crossing itGave her the hours, gave her the powerCannot erase herGave her the truth, gave her the proofI gave her everything»

Esta tercera estrofa expresa la incertidumbre y el vacío que surge después de la intimidad física. El narrador parece cuestionarse qué sigue después, lo que sugiere que la relación no tiene un futuro claro o satisfactorio.

El narrador parece reflexionar sobre los límites y las restricciones de la relación. Esa «line» («línea») que dibujan entre ell@s podría representar los límites emocionales que ninguno de l@s dos está dispuest@ a cruzar.

Acto seguido, el narrador expresa su entrega total a la mujer, dedicándole su tiempo y cediendo el control emocional: «Gave her the hours, gave her the power / Cannot erase her» («Le di las horas, le di el poder / No puedo borrarla»). Sin embargo, a pesar de todo, no puede eliminar su influencia o impacto en su vida.

El verso final enfatiza el sacrificio del narrador. Ha sido completamente honesto y transparente, ofreciéndole todo de sí mismo, pero la relación sigue siendo insatisfactoria. «I gave her everything» («Se lo di todo»), insiste.

«I’m getting feelings I’m hiding too well(I hide the feelings far too well) (bury the heart-shaped shell)Something broke inside my stomachI let the pieces lie just where they fell(I left the pieces where they fell) (being with you is hell)»

El pre-coro se repite pero con algunos ligeros cambios. Nuevamente, el narrador admite que ha estado reprimiendo sus verdaderas emociones, lo que sugiere un ciclo de sufrimiento interno. La repetición refuerza la sensación de ruptura y desesperanza. El daño emocional causado por la relación es profundo, y el narrador no intenta repararlo.

«Hair blown in an open carSummer dress slips down her armHair blown in an open carOn a drive out to the farmHair blown in an open car»

Las imágenes evocadoras del coro se repiten, pero ahora parecen aún más vacías, como si la escena se repitiera sin cambios, reflejando la naturaleza cíclica y agotadora de la relación.

La escena final añade un toque de nostalgia o alejamiento. El narrador y la mujer están en un viaje, pero el destino (la «granja») podría simbolizar aislamiento o un lugar remoto, reforzando el sentido de que, aunque están junt@s físicamente, emocionalmente están en mundos separados.

En resumen, «Open Car» es una exploración profunda y dolorosa de una relación que, aunque intensa y atrayente al principio, revela su naturaleza destructiva y vacía a medida que avanza.

Conclusión

«Open Car» es mucho más que una canción dentro del álbum Deadwing; es una pieza clave que encapsula la tensión emocional y la narrativa oscura que atraviesan tanto el álbum como el universo creativo de Steven Wilson. A través de su estructura fragmentada, riffs afilados y una letra que combina deseo y desilusión, la canción refleja el dolor de una relación tóxica que deja cicatrices profundas en el narrador. La producción precisa y detallada, típica de Wilson, no solo realza las emociones subyacentes de la canción, sino que las amplifica, utilizando cada acorde y cada cambio rítmico para sumergir al oyente en un espacio de tensión constante.

En el contexto de Deadwing, «Open Car» destaca como un ejemplo perfecto de cómo Wilson y su banda equilibraron la introspección emocional con un enfoque progresivo y contundente. Comparada con otras canciones del álbum, como la desgarradora «Arriving Somewhere But Not Here» o la melódica «Lazarus», «Open Car» encuentra su lugar explorando un lado más visceral y crudo de las relaciones humanas. Y aunque inicialmente pudo haber sido considerada como una B-side, su impacto en la carrera de Porcupine Tree y de Steven Wilson demuestra su relevancia a largo plazo.

Con el tiempo, «Open Car» ha evolucionado para convertirse en una de las favoritas tanto entre l@s fans como en los conciertos, y su apreciación crítica ha crecido a medida que l@s oyentes profundizan en los múltiples niveles de significado que la canción ofrece. Más allá de las apariencias, se trata de una obra maestra oculta que refleja no solo las luchas emocionales de sus personajes, sino también la capacidad de Wilson para transformar experiencias personales en arte sonoro. Esta canción es un recordatorio de que la música tiene el poder de capturar y transmitir las emociones más oscuras y complejas de la condición humana.

En última instancia, este tema es un testimonio de cómo Porcupine Tree, en plena madurez creativa, logró fusionar la accesibilidad del rock con la profundidad y la audacia del rock progresivo, convirtiendo a Deadwing en uno de los álbumes más significativos de su carrera. Y aunque la historia detrás de la canción y sus personajes pueda ser sombría, su impacto musical sigue siendo luminoso.

Rubén de Haro
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Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.