Canciones perfectas: «High Hopes» de Pink Floyd

Para muchos, Pink Floyd murió el día que Roger Waters decidió abandonar a su banda tras llevarla a lo más alto del rock con el dantesco y casi perfecto disco conceptual The Wall (1979). Quizás estén en lo cierto, una gran parte de la banda murió con la partida del larguirucho bajista. Pero la calidad y genio del resto de la formación no podía quedarse de brazos cruzados, su legado era monstruoso y la genialidad del sonido y estilo de Pink Floyd también salió de las manos, cabezas y voz de ellos.

Aunque superar esa ruptura fue sumamente complicado en todos los aspectos, recordaremos que la mastodóntica gira de The Wall fue una ruina económica. Pink Floyd tardó hasta ocho largos años en publicar un nuevo disco que titularon A Momentary Lapse of Reason (1987), meritorio pero insatisfactorio pese a que contiene una de las mejores canciones de la banda post Roger: “Learning to Fly”. La propia banda no quedó totalmente contenta con ese regreso al trabajo y se tomaron otra vez un largo tiempo para reconducir su carrera. Pero como pudieron comprobar, los 80 y sobre todo los 90 no eran años propicios para el rock progresivo clásico.

The Division Bell

Escondido tras una de las portadas más icónicas de los 90, The Division Bell (1994) fue el mejor epílogo (aunque ellos aún no sabían que se trataría de su último disco) posible para el legado de Pink Floyd. Si bien es cierto que no alcanza el nivel de los discos de los 70, cosa totalmente impensable, el disco tiene el sello de una banda que se ha dado cuenta de que ya no es su momento y la madurez con la que crean los once temas del disco es tan óptima como necesaria.

Ya no hay tiempo para inventos, han envejecido al igual que envejeció el rock progresivo de corte clásico. Ya quedaba muy poco espacio para ocupar en los 90, un mundo que ya había abrazado a estilos más directos como el grunge, el britpop, el glam … los jóvenes no consumían una música “caducada” y los dinosaurios empezaron a extinguirse. Entonces, ¿valía la pena aventurarse a seguir creando nueva música o se podía simplemente vivir de rentas?

The Division Bell nos trajo una banda aún con ganas de demostrar cosas, sobre todo demostrar que había vida y éxitos tras la ruptura con Roger Waters. También nos mostraron que no era necesario quedarse estático, si tras la muerte de Syd Barret dejaron el rock psicodélico para adaptar el rock progresivo, ahora daban paso a unas nuevas facetas como el art rock, el space rock e incluso algo de new wave.

Con una hora y seis minutos de duración, The Division Bell es uno de los trabajos más largos de la banda. También tengo que admitir que, a nivel personal, lo sitúo entre los “mejores” de la banda. Para muchos será un insulto, pero este disco tiene una visceralidad y una carga emotiva que no tienen muchas de las obras maestras de la banda. Y digo los “mejores” de la banda pues es totalmente incomparable con muchos de ellos, pero el verdadero poderío de este trabajo no está en las canciones como tal, sino en los sentimientos que van dejando al espectador. Es un disco que respira paz, espiritualidad, relajación. Sentimientos que nunca había sentido antes en el trabajo de Pink Floyd.

Pese a contar con canciones de longitud moderada, las continuas idas y venidas, los arreglos minimalistas o los coros, el sutil pero brillante trabajo de Gilmour en las guitarras (maravilloso y magistral por ejemplo en “Marooned” jugando con una dulzura mágica con el teclado), en ningún momento tiendes a pensar en ningún sentimiento negativo o puedes llegar a quejarte de la longitud de las canciones.

High Hopes”

Más arriba comentaba que “Learing to Fly” es una de las mejores canciones post Roger Waters de Pink Floyd. Para un servidor, la mejor de ellas es esta “High Hopes” que voy a intentar diseccionar. Sin duda alguna, estamos frente a una canción perfecta y que funciona también como himno del rock progresivo de los 90. Una canción ciertamente diferente a cualquier pieza que la banda compuso en las décadas anteriores. Una canción que cierra el disco en décimo-primera posición pero que conecta fielmente con la mayoría de canciones del trabajo. No estamos frente a un disco puramente conceptual pero si que tenemos una temática central que trata sobre la comunicación entre las personas. O la falta de ella, acompañado de otros temas relacionados como el aislamiento, la ambigüedad, el enfrentamiento o la autodefensa.

Al igual que en muchas otras canciones de The Division Bell, el sonido de las campanas se hace presente en la canción, en este concreto caso marcan el inicio de la pieza. Tras ellas arranca la canción iniciada en acordes en do menor. Algo que también pasa en el coro. En cambio tenemos una tonalidad de mi menor en el intermedio en el que tenemos una fabulosa guitarra acústica. Tras el segundo coro tenemos un solo de slide de Gilmour que dura casi tres minutos.

Aún con el sonido de las campanas de fondo entra el teclado precioso de Richard Wright. Un teclado que sensualmente marca el ritmo de toda la canción. Entonces entra la cálida voz de Gilmour sobre las lineas de teclado y las campanas. Un arranque majestuoso, cálido, sentido. La guitarra entra con poca fuerza pero con una destreza innegable al igual que la dulce batería de un Nick Mason que no logra destacar mucho en los compases iniciales.

Todo sigue una linea plana hasta que entra en acústico la guitarra de Gilmour sobre el inicio del minuto tres. Con un rasgueo ya mítico, el nuevo frontman de la banda nos regala una de sus mejores versiones. En cuanto entra el estribillo con una interpretación vocal más optimista de un Gilmour que recita versos cortos pero duros. Y entonces llega el solo, quizás el mejor solo de David después del doble solo que ejecuta de forma increíble en “Comfortably Numb”. Tres minutos de puro placer para cualquier amante de la guitarra. Un solo adornado por el precioso teclado de un Richard Wright colosal.

El solo se funde con el sonido de las campanas para dar punto y final a la canción no sin antes un cameo del manager de la banda Steve O’Rourke quien llama por teléfono a un tal Charlie, el hijo de David.

Es importante comentar unos detalles que pasan desapercibidos y es la conexión de “High Hopes” con varios puntos de la discografía de la banda. El inicio de la canción recuerda al de “Fat Old Sun” del álbum Atom Heart Mother (1970) pues en ambas las campanas inician las canciones. El sonido del pájaro y de la mosca del principio de la canción lo podemos encontrar en “Grantchester Meadows” de Ummagumma (1969). Uno de los versos más maravillosos de esta canción nos dice: “The endless river, forever and ever” (El río sin fin, por siempre y para siempre.) que nos une con uno de los primeros éxitos de la banda, “See Emily Play” en la que la banda cantaba “Float on a river, forever and ever” (Flota en un río, por siempre y para siempre.)

Letra e interpretación

«Más allá del horizonte
Beyond the horizon
Del lugar donde vivíamos cuando éramos jóvenes
Of the place we lived when we were young
En un mundo de imanes y milagros
In a world of magnets and miracles
Nuestros pensamientos se desviaron constantemente
Our thoughts strayed constantly
Y sin límites
And without boundary
El sonido de la campana de división había comenzado
The ringing of the division bell had begun

A lo largo del largo camino y en la calzada
Along the Long Road and on down the Causeway
¿Todavía se encuentran allí en el Corte?
Do they still meet there by the Cut?
Había una banda desigual
There was a ragged band
Que siguió nuestros pasos
That followed in our footsteps
Correr antes de que el tiempo nos quitara los sueños
Running before time took our dreams away

Dejando a la miríada de criaturas pequeñas
Leaving the myriad small creatures
Tratando de atarnos al suelo
Trying to tie us to the ground
A una vida consumida por la lenta decadencia
To a life consumed by slow decay

La hierba era más verde
The grass was greener
La luz era más brillante
The light was brighter
Con amigos rodeados
With friends surrounded
Las noches de maravilla
The nights of wonder

Mirando más allá de las brasas
Looking beyond the embers
De los puentes que brillan detrás de nosotros
Of bridges glowing behind us
Para un vistazo de lo verde que era
To a glimpse of how green it was
En el otro lado
On the other side

Pasos hacia adelante, pero sonámbulo de nuevo
Steps taken forwards, but sleepwalking back again
Arrastrado por la fuerza de alguna marea interior
Dragged by the force of some inner tide
A una altitud más alta con bandera desplegada
At a higher altitude with flag unfurled
Llegamos a las alturas vertiginosas
We reached the dizzy heights
De aquel mundo soñado
Of that dreamed of world

Ocupado para siempre por el deseo y la ambición
Encumbered forever by desire and ambition
Todavía hay hambre insatisfecha
There’s a hunger still unsatisfied
Nuestros ojos cansados aún se alejan hacia el horizonte
Our weary eyes still stray to the horizon
Aunque por este camino hemos estado tantas veces
Though down this road we’ve been so many times

La hierba era más verde
The grass was greener
La luz era más brillante
The light was brighter
El sabor era más dulce
The taste was sweeter
Las noches de maravilla
The nights of wonder
Con amigos rodeados
With friends surrounded

La niebla del amanecer brilla
The dawn mist glowing
El agua que fluye
The water flowing
El río sin fin
The endless river
Por los siglos de los siglos
Forever and ever«

En el caso de “High Hopes” podemos confirmar que es una canción en tono autobiográfico compuesta por David Gilmour con la ayuda de su esposa Polly Samson. La canción habla sobre lo que se ha ganado y perdido en la vida y el título de la misma fue escogido por un amigo cercano de Gilmour.

Más allá del horizonte, del lugar donde vivíamos cuando éramos jóvenes. En un mundo de imanes y milagros, nuestros pensamientos se desviaron constantemente y sin límites. l sonido de la campana de división había comenzado” estos son los versos de la primera estrofa, unos versos que nos ponen en contexto y nos invitan a viajar a los inicios de la banda. Gilmour ya hace énfasis concreto a el tema de “la campana de la división”, el contexto sobre el que ha girado todo el disco.

Algo más adelante tenemos una lapidaria “Tratando de atarnos al suelo, a una vida consumida por la lenta decadencia”que nos indica que la decadencia moral empezó a hacer raíces dentro de la banda. Pero donde más podemos ver esta ruptura es en la estrofa que dice: “Llegamos a las alturas vertiginosas de aquel mundo soñado ocupado para siempre por el deseo y la ambición. Todavía hay hambre insatisfecha” . Está claro que la banda llegó a lo más alto pero la ambición (seguramente de Roger Waters) les impulsó a sobrepasar los límites y eso fue el principal escollo insuperable que colapsó en la separación del bajista.

Opinión del autor

Tanto por impacto, por ser la última canción de la banda (permitidme seguir pensando que éste fue el último disco de la banda), por cerrar de forma temática con esta canción biográfica en la que se hace un resumen metafórico de su carrera. Además a nivel musical la canción tiene una estética envolvente increíble y además cierra filas con otras etapas de la banda. Cuenta con uno de los mejores solos de guitarra de David Gilmour y también con una magnífica interpretación de teclados por parte de Richard.

También a nivel sensorial, esta canción tiene una mística indescriptible que la sitúan entre las mejores canciones de Pink Floyd en este apartado tan complejo de explicar. Son más de ocho minutos de puro placer para tus sentidos.

Por todo esto y podría seguir párrafos y párrafos, puedo afirmar con rotundidad que “High Hopes” es una canción perfecta, incomparable y única de una de las bandas más grandes y perfectas de todos los tiempos.

Beto Lagarda
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