Canciones perfectas: «The Last Song for My Resting Place» de Black Country Communion

Si esta semana dedicábamos nuestro Top 5 a repasar la trayectoria del productor Kevin Shirley, destacando cinco temas pertenecientes a distintas formaciones a las que ha ayudado a despegar o a afianzar su notoriedad, nos dejamos deliberadamente una en el tintero para poder darle una mayor cobertura e incidir en uno de sus temas en profundidad. Estamos hablando de la super banda Black Country Communion (también conocidos como BCC), formada nada más ni nada menos por Joe Bonamassa a la guitarra y la voz, Glenn Hughes al bajo y la voz principal, Derek Sherinian a los teclados y Jason Bonham a la batería, cuyo quinto álbum, V, ha visto la luz recientemente. Para encontrar un tema que en mi opinión entraría dentro de la clasificación de perfecto, me he ido a su predecesor, IV (2017).

A Kevin Shirley podemos considerarlo también el instigador principal del surgimiento de esta banda angloamericana, pues tras escuchar tocar juntos a Joe Bonamassa y Glenn Hughes en una actuación en Los Ángeles, los animó a que grabaran un disco junto a Jason Bonham a la batería. La idea de incorporar un teclista al combo vino de Joe Bonamassa, quién aceptó la sugerencia de Kevin Shirley de nuevo, de traer a Derek Sherinian. Así, pues, dos miembros americanos junto a dos británicos dieron como resultado la formación Black Country Communion, nombre escogido haciendo alusión a la zona británica denominada Black Country, de donde son oriundos tanto Glenn Hughes como Jason Bonham.

El tema escogido para este análisis exhaustivo es “The Last Song for My Resting Place”, un homenaje en forma de pieza musical a la figura de Wallace Hartley, el violinista y director de la orquesta que amenizó el hundimiento del Titanic en abril del 1912, donde 1.500 personas aproximadamente perdieron la vida, incluido nuestro protagonista. Lo suyo fue todo un acto de altruismo, pues de haber intentado salvarse, quizá lo hubiera conseguido, sin embargo, continuó como si nada tocando junto a su orquesta hasta el final para trasmitir serenidad y calma en un momento tan complejo. Dato curioso: su violín sobrevivió al hundimiento y en la actualidad se encuentra a buen recado en una colección privada.

Localización histórica

Resulta interesante ubicar en el tiempo el contexto histórico en el que sucedió la única travesía del Titanic antes de su hundimiento, pues ello es determinante para entender el estilo e instrumentación escogidos para trasladar musicalmente esta historia. Los principios del siglo XX fueron años en que la navegación entre Europa y los Estados Unidos estaban en su momento álgido, impulsados en gran parte por el fenómeno de la emigración del viejo continente hacia el nuevo en busca de nuevas y mejores oportunidades. El RMS Titanic iba lleno de gente pudiente que deseaba ostentar (no olvidemos que el buque había sido diseñado para vender una experiencia lujosa), así como de otro tipo de personas mucho más humildes (escandinavas, inglesas e irlandesas principalmente) que lo único que perseguían era buscar una vida mejor al otro lado del Atlántico. Es este último colectivo al que identificamos musicalmente en “The Last Song for My Resting Place”, ya que apreciamos signos distintivos del denominado folk —música del pueblo— (en este caso son claras las influencias celtas). Esas mismas sensaciones de folklore céltico lo apreciamos en dos instrumentos que adquieren gran protagonismo durante el transcurso del tema, por un lado, la mandolina (tocada por el mismísimo Joe Bonamassa), y por otro, el violín fiddle al que lógicamente se le reserva un lugar de excepción al ser el instrumento que tocaba la persona homenajeada, Wallace Hartley.

Significado de la letra

Mi interpretación de la letra va en la línea de que es el mismísimo violinista el que en primera persona va haciendo un repaso a su historia familiar, mencionando todas aquellas personas que son importantes para él, en especial a su mujer, a quien quiere hacerle saber que, aunque él se vaya, su corazón va a estar siempre con ella. Nos describe asimismo la situación crítica en la que se encuentra, a punto de morir tras el inevitable hundimiento del barco, momento que aprovecha para escribir esa última canción antes de desaparecer. Y si hablamos de canciones, Joe Bonamassa, autor de ésta que nos ocupa, ha sido muy habilidoso colándonos una estrofa haciendo un juego de palabras con la que es considerada la última interpretada en el Titanic, el himno “Nearer, my God, to Thee”. Él transforma estas palabras en Nearer to God than to thee para poder encajarlas dentro del significado de la canción. Vemos en el transcurso de estas letras que la influencia religiosa es importante para el protagonista, algo muy normal en la época en que sucedía esta historia. También encontraremos varias alusiones a la guerra, y aunque la primera guerra mundial no se declaró hasta el 1914, el ambiente prebélico conflictivo en Europa ya llevaba años azotando la vida de sus ciudadanos en mayor o menor medida.

Echemos un vistazo a su letra a continuación y a su traducción para encontrar todos esos elementos que hemos ido enumerando:

«Mother, father, thank you so / Madre, padre, gracias
For keeping the fires burning home / Por mantener el fuego ardiendo en casa
Brother, brother, for giving shelter / Hermano, hermano, por haber dado cobijo
Throughout those years of war / Durante esos años de guerra

Oh now that it’s nearly over / Oh, ahora que casi se ha acabado
After a long night in wait /Después de una larga noche de espera
I’d soothe every soul / En la que he aliviado cada alma
With the last comfort, but mine / Con un último consuelo, menos la mía

I believe in love and you need to know / Creo en el amor y necesito que sepas
That my heart’s in your embrace / Que mi corazón está contigo
Now I’m leaving well but I bid farewell / Ahora me voy bien pero me despido
One last song for my resting place / Una canción final para mi lugar de descanso

I grew up on a family farm / Crecí en una granja familiar
Where the wheat grows like gold / Donde el trigo crece como el oro
I played his music, he forgave my sins / Toqué su música, él perdonó mis pecados
As foretold in the books of old / Como predijeron los libros antiguos

Oh now that it’s nearly over / Oh, ahora que casi se ha acabado
After a long night in wait / Después de una larga noche de espera
I’d soothe every soul / En la que he aliviado cada alma
With the last comfort, but mine / Con un último consuelo, menos la mía

I believe in love and you need to know / Creo en el amor y necesito que sepas
That my heart’s in your embrace / Que mi corazón está contigo
Now I’m leaving well but I bid farewell / Ahora me voy bien pero me despido
One last song for my resting place / Una canción final para mi lugar de descanso

Dear Maria, enjoy your life / Querida María, disfruta de tu vida
You’ve always known that / Siempre has sabido
I’m by your side / Que estoy a tu lado

These are fortunes worse than war / Estos son destinos peores que la guerra
Beyond my reach and I have no more / Más allá de mi alcance y no tengo ninguno más

My father said upon his death / Mi padre dijo en su muerte
Son, don’t shed a tear for me / Hijo, no dejes caer una lágrima por mí
Mrs. Robinson my only life / La Sra. Robinson mi única vida
Nearer to God than to thee / Más cerca de Dios que de tí

Oh now that it’s nearly over / Oh, ahora que casi se ha acabado
After a long night in wait / Después de una larga noche de espera
I’d soothe every soul / En la que he aliviado cada alma
With the last comfort, but mine / Con un último consuelo, menos la mía

I believe in love and you need to know / Creo en el amor y necesito que sepas
That my heart’s in your embrace / Que mi corazón está contigo
Now I’m leaving well but I bid farewell / Ahora me voy bien pero me despido
One last song for my resting place / Una canción final para mi lugar de descanso

My father said upon his death / Mi padre dijo en su muerte
Son, don’t shed a tear for me / Hijo, no dejes caer una lágrima por mí
Mrs. Robinson my only life / La Sra. Robinson mi única vida
Nearer to God than to thee / Más cerca de Dios que de tí

Oh Maria, I loved you so / Oh, María, te quise tanto
The heart grows fonder as I go / El corazón se enternece a medida que me voy

Please think of me as I sleep / Por favor, piensa en mí mientras me duermo
From beyond the ship into the deep / Más allá del barco en la profundidad»

La canción y conclusiones

“The Last Song for My Resting Place” es un tema de largo desarrollo, con una duración de unos ocho minutos, durante los cuales, no obstante, no se producen excesivos cambios, sino una repetición de esquema reiterativa que nos ayuda a contar su historia sin demasiados sobresaltos. En ella sí es posible identificar dos tipos de atmósferas radicalmente opuestas, unas estrofas tranquilas tanto en la introducción como al final del tema, en contraposición a un tramo instrumental intermedio oscuro y mucho más agresivo. Joe Bonamassa como autor del tema que es, se reserva tanto su protagonismo a la voz (tan solo secundado por Glenn Hughes durante el estribillo), como en el hecho de tocar la mandolina (curioso el detalle de que solo suene por uno de los canales) y la guitarra eléctrica. Jason Bonham tiene un papel muy concreto pero crucial, pues la percusión es muy marcada al inicio de las estrofas principales, relajándose después durante los tramos posteriores en clave más baladística. Derek Sherinian se decanta por el piano para aportar la elegancia propia del instrumento y fusionarse a la perfección con el resto de los elementos folklóricos. Y como no podría ser de otra manera, Glenn Hughes no se conforma con ofrecer una simple línea de bajo, la borda y además contrasta su potente voz con la melosidad de Bonamassa durante esos estribillos compartidos.

Como decíamos, el único cambio significativo que podremos encontrar aparece hacia la mitad del tema, un tramo instrumental de minuto y medio de duración aproximadamente en el cual se desarrolla un solo de guitarra con diferentes intensidades, que cabalga sobre unos riffs que se van repitiendo también en diversas ocasiones. De nuevo, este tema no se caracteriza por buscar sorpresas ni giros, sino linealidad, con la excepción de ese interludio instrumental intermedio que nos ayuda a entender la angustia que atraviesa nuestro protagonista al saber que el final está cerca. Si nos fijamos en la parte de la letra que hace referencia a ese pesar, en ella se nos habla de cómo Wallace pasa su última noche tratando de dar consuelo con su música a todo el mundo sin atender a sus propias necesidades. Es justo la esencia de este acto heroico, difícil de imaginar en la actualidad, al que Joe Bonamassa ha querido rendir homenaje con esta canción, que sin duda cumple con su cometido de una manera perfecta a mi entender.

Si iniciábamos este análisis mencionando la importancia de Kevin Shirley como productor de BCC, no hay más que echar un vistazo al vídeo de esta canción para darnos cuenta de que es considerado tan importante como cualquier otro miembro más de la formación.

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Sobre Susana Masanés 176 Artículos
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!