Hablar de Blackwater Park no es una tarea nada fácil. Sin duda, estamos frente al disco de máximo nivel de Opeth en todos los aspectos. En cuanto a composición y en ejecución, éste disco es realmente perfecto de la primera a la última nota. Además y en modo totalmente personal, no me tiembla el pulso cuando afirmo que es también el mejor disco de metal progresivo de todos los tiempos y lo sitúo en el top 5 de mejores discos de death metal de la historia.
Cualquiera de las ocho canciones que forman Blackwater Park podría ser un artículo independiente en nuestra sección de “Canciones Perfectas”. Y me ha costado horrores decidirme entre “The Leper Affinity”, “Bleak”, “The Drapery Falls” y “Blackwater Park”. De momento empiezo por la primera, quizás en un futuro próximo disecciono alguna más.
Blackwater Park
No voy a alargarme en comentar nada del disco o de Opeth más de lo necesario. El quinto disco de la banda capitaneada con honores por Mikael Åkerfeldt aterrizaba en nuestras vidas el 12 de marzo de 2001. Lo hacía apenas un año y medio después de dejar asombrado a medio universo con el también imprescindible Still Life (1999). Por si alguien no lo sabía,Still Life es un disco conceptual que trata sobre el conflicto entre el ser humano y la fe cunado hay la aparición de un amor terrenal que aleja al humano del camino de la fe. Pero bueno, esto lo hablaremos en otro momento. Lo prometo.
Still Life reunió por primera vez el que seguramente es el lineup de ensueño de Opeth. Mikael que ya compartía hasta la fecha banda con el guitarrista Peter Lindgren y el batería Martin Lopez, reclutó como bajista a Martín Méndez. Méndez aportó equilibrio a las excentricidades de Mikael y con muy poco tiempo se volvió indispensable en Opeth.
La perfección lograda con Still Life sería el objetivo de la banda con su quinto disco. Y para acabar de completar una formación perfecta, Steven Wilson se encargaría de la producción así como de ayudas en voces, teclados, mellotron y guitarra. También estaría en las mezclas y en el proceso de ingenieria. Steven Wilson fue el quinto miembro de Opeth durante la creación y grabación de Blackwater Park.
Con una formación idónea y con la experiencia previa de crear, grabar y publicar una obra maestra, Opeth repiten ideas pero con diferente fórmula. Esta vez cada canción actúa como ser independiente dentro del plástico. No tenemos interconexiones, ni temáticas ni musicales. Si todo parecía indicar que la banda no sería capaz de repetir el éxito, Mikael reinventa y reacondiciona sus ideas para lograr que el impacto de Blackwater Park sea, al menos, diferente al de Still Life.
Hay quien escogerá como su preferido Still Life, otros Blackwater Park. Pero lo que está claro que quizás el 95% de encuestados deambule entre estos dos discos de entre todos los creados por Opeth.
“The Leper Affinity”
Pese a sus 10:23 minutos de duración, “The Leper Affinity” es la tercera canción en duración de Blackwater Park.
La primera fase de la canción va del inicio al minuto 2:10 aproximadamente. Tenemos un arranque atmosférico in cescendo de 28 segundos dan la entrada al riff principal de la canción, un riff grueso respaldado por una batería intensa basada en la potencia de unos bombos oscuros y ciertos adornos de platos que dan trascendencia a la musicalidad de la guitarra. Cuando a los 43 segundos entran los guturales de Mikael la explosión de death metal es una verdadera oda a la muerte. A los 56 segundos entra el primer momento cambio estructural con un trabajo dinámico espectacular entre la guitarra y la batería y posteriormente con la adicción de las voces. Esta dinámica va fluctuando hasta el final del que marco como el primer tramo de la canción. Ojo a los rellenos cósmicos cuando entramos en el 2:00.
El segundo tramo de la canción nos sacude con otro cambio de ritmo total. El riff se convierte en una especie de punteo con una “simple batería” y un cambio total en el canto de Mikael. Sobre el 2:43 arranca el primer solo de guitarra, que por cierto es colosal. Un solo de estilo muy heavy tradicional. La música progresiva toma el control al finalizar el solo a los 3:15, estructuras complejas en capas con un relleno de bajo impoluto y una batería que sustenta la potencia en cada momento. Entonces la dureza toma el control en una larga fase.
A los 4:05 arranca la tercera fase. Una fase melódica con un buen juego de guitarras y una tenue batería. Cerca del minuto 5 topamos de bruces con la melancolía de las voces limpias de un Mikael que desprende luminosidad tras la aspereza previa. La guitarra se vuelve totalmente acústica, encontramos voces en segundo plano, y desaparece por completo la batería durante casi un largo minuto.
En el 5:30 regresa progresivamente la sección metálica de forma totalmente instrumental a lo largo de un minuto. Una instrumentación técnica y ascendente que vence al son de la nueva entrada al combate de los cantos guturales. Esta zona nos remete a la fase 1 de la canción. Repetición de estructuras y riff, voces e incluso el galopante segundo riff regresa aportando músculo al tramo ¾ de la canción.
En los últimos instantes del minuto 8 regresa la calma más sepulcral en forma de una preciosa sonata de guitarra punteada. Una calma que actuará como cierre en los 10:23 minutos finales.
Letra
We entered winter once again
Naked, freezing from my breath
Neath the lid all limbs tucked away
This coffin is your abode from now
And onwardsYour body is mine to avail
Such a tragic sight you are
Slave under my creed
Spurring me with those tearsI am beyond death
Midst a dreaming affinity
Saving strength now, faint whispers
Come erotic communion in its splendourFever mirrored ghosts
Night time consolation, cross the line
Draw murder into art
Sleep inside through daysIn the wake of this relief
Shivering, longing for more
Insanity at it’s peak
Love me to my deathLost are days of spring
You sighted and let me in
Keep the beast inside
Shackled within my hide
Screaming out too late
Losing to my hate
Grew together with your skin
And paced the trails of sinYour gaze covered with virgin snow
Rigid features
It’s the shallow deeds who is to blame
Deafening shrieks pierced the nightA step from oblivion
Moving into the dim lights
Hiding within a reverie
It was worth it for the wait alone
y en español (con más o menos conexión de texto y cierta interpretación…):
Entramos en invierno una vez más
Desnudo, congelado por mi aliento
Debajo de la tapa todas las extremidades escondidas
Este ataúd es tu morada desde ahora
Y adelanteTu cuerpo es mío para aprovecharlo
Qué vista tan trágica eres
Esclavo bajo mi credo
Espoleándome con esas lágrimasEstoy más allá de la muerte
En medio de una afinidad soñadora
Ahorrando fuerzas ahora, susurros débiles
Ven comunión erótica en su esplendorFiebre reflejada en fantasmas
Consuelo nocturno, cruza la línea
Dibuja el asesinato en arte
Duerme adentro durante díasA raíz de este alivio
Temblando, anhelando más
Locura en su apogeo
Ámame hasta la muertePerdidos son los días de primavera
Me viste y me dejas entrar
Mantén a la bestia adentro
Encadenado dentro de mi piel
Gritando demasiado tarde
Perdiendo por mi odio
Creció junto con tu piel
Y caminó por los senderos del pecadoTu mirada cubierta de nieve virgen
Funciones rígidas
Son las acciones superficiales las que tienen la culpa
Gritos ensordecedores perforaron la nocheUn paso del olvido
Moviéndose hacia las luces tenues
Escondiéndose dentro de un ensueño
Valió la pena esperar solo por la espera
En cuanto a la letra, ¿qué podemos esperar de ella?. Una canción de death metal hablando de leprosos, una canción escondida tras la icónica y lúgubre portada de Blackwater Park… cada cual que haga sus propias interpretaciones sobre la letra.
Opinión personal del firmante
Ese soy yo. ¿Cuántas canciones perfectas tiene Opeth? Se me ocurren un buen puñado. Hace unos meses ya desmontamos “Deliverance”, sin duda una de las más perfectas. Y tiempo al tiempo que un servidor tiene en mente un par más. “The Leper Affinity” comparte disco con canciones monumentales y sí, musicalmente y estilísticamente es una canción perfecta.