En el vasto lienzo de la expresión musical, existen composiciones que trascienden el mero acto de escuchar para convertirse en experiencias inolvidables. Entre estas obras maestras eternas, se erige con majestuosidad «Wish», la célebre creación de Nine Inch Nails.
Desarrollada con una meticulosidad artística que solo puede ser atribuida a la genialidad de Trent Reznor, «Wish» no es simplemente una canción; es un viaje emocional intrépido que desafía los límites convencionales del sonido. Desde sus primeros acordes, la canción establece un tono de urgencia, una explosión sonora que se despliega con una ferocidad inigualable. Los riffs abrasadores y la percusión contundente se entrelazan en una danza caótica, tejiendo un tapiz de sonidos que no solo invade los oídos, sino que se infiltra en las fibras más profundas de la psique.
Pero «Wish» va más allá de la simple agresión musical. En su núcleo, esta composición ingeniosa revela una fusión magistral entre la crudeza del metal industrial y elementos modernos ligeramente progresivos. Es un matrimonio de estilos aparentemente dispares, un equilibrio delicado entre la crudeza y la innovación que solo un artista visionario como Reznor podría lograr.
La magia de esta canción reside no solo en su estructura musical intrincada, sino también en su capacidad para evocar una paleta emocional compleja. Las letras, impregnadas de intensidad y angustia, se entretejen con la instrumentación para crear una experiencia visceral. Cada grito, cada distorsión, se convierte en un medio a través del cual la expresión artística encuentra su máxima manifestación.
A medida que la canción se despliega, llevando a los oyentes a través de su montaña rusa de emociones, se revela como una obra maestra que desafía la convención. «Wish» no es simplemente una pieza musical, es una declaración de independencia sonora, un recordatorio de que el arte no conoce límites y que la verdadera grandeza radica en la capacidad de trascender las expectativas.
En este artículo, nos aventuraremos en los entresijos de «Wish», explorando sus capas y desenterrando los secretos que la han catapultado al estatus de Canción perfecta. Descubriremos cómo esta obra maestra desafía el paso del tiempo, continúa inspirando a generaciones y permanece como un faro resplandeciente en el vasto océano de la música contemporánea. «Wish», una sinfonía que perdura en la memoria colectiva, un testimonio eterno de la genialidad artística de Nine Inch Nails.
Nine Inch Nails: forjando el metal industrial
La importancia de Nine Inch Nails en el nacimiento y consolidación del metal industrial es significativa y se puede rastrear desde sus inicios hasta la publicación de Broken en 1992.
La banda liderada por Trent Reznor se formó en 1988. Desde el principio, Reznor mostró una visión musical única, fusionando elementos de rock industrial, música electrónica y sonidos experimentales. Su álbum debut, Pretty Hate Machine (1989), fue esencial para la transición del rock industrial a un sonido más accesible para las audiencias convencionales. Canciones como «Head Like a Hole» destacaron por su fusión de sintetizadores, guitarras intensas y letras cargadas de crítica social.
Con el lanzamiento del álbum The Downward Spiral en 1994, Nine Inch Nails consolidó su posición como líder en el metal industrial. Este álbum, que incluye éxitos como «Closer» y «Hurt», marcó un hito en la fusión de elementos electrónicos con riffs de guitarra distorsionados y letras introspectivas. La experimentación sonora y las letras introspectivas y oscilantes de Reznor calaron profundamente en una audiencia ávida de una expresión musical más visceral y emotiva.
La publicación del EP Broken en 1992 fue un paso crucial en la evolución del metal industrial. Este trabajo, caracterizado por su ferocidad y agresividad, mostró a Nine Inch Nails adoptando una estética más cruda y abrasiva. La canción «Wish» encapsuló la intensidad del metal industrial, con su mezcla de guitarras pesadas, percusión potente y la entrega apasionada de Reznor. Este lanzamiento no solo afirmó la posición de NIN en el metal industrial sino que también influyó en la dirección futura del género.
El impacto de Nine Inch Nails en el metal industrial se puede ver en cómo su enfoque experimental y su habilidad para combinar elementos aparentemente opuestos influyeron en generaciones posteriores de músicos. Además, la capacidad de Reznor para explorar temas oscuros y personales resonó en un público que buscaba una música más subjetiva y emocional. A lo largo de los años, Nine Inch Nails ha seguido evolucionando, explorando diversos estilos y manteniendo su posición como una fuerza influyente en la escena musical global.
Broken (EP): un giro agresivo y provocativo en la evolución de Nine Inch Nails
Inicios de los 90. Época tumultuosa en lo que a música se refiere, y ahí está Nine Inch Nails, bajo la dirección indomable de Trent Reznor, irrumpiendo con fuerza en la escena con su EP de 1992, Broken. Este lanzamiento no solo marcó un punto crucial en la evolución de la banda, sino que también dejó su huella en la música industrial y alternativa de la época.
Broken fue la respuesta de Reznor a una disputa amarga con su compañía discográfica, un acto de rebelión que llevó su creatividad a nuevos extremos. Con solo seis pistas, dos de las cuales eran bonus, el EP no solo fue una declaración de independencia artística sino también un testimonio visceral de la furia y agresión que ardían dentro de Reznor en ese momento. No en vano, estamos ante uno de los tipos más atormentados dentro del panorama musical de las últimas décadas.
El EP comienza con la abrasadora «Pinion», una introducción instrumental que establece el tono para la intensidad que se avecina. A medida que los distorsionados sonidos electrónicos golpean con ferocidad, el oyente es inmediatamente transportado a un territorio sonoro inexplorado. Esta pista sirve como una puerta de entrada al caos sonoro que define Broken.
El segundo corte, «Wish», es un torbellino de rabia encarnada. La guitarra distorsionada y los ritmos frenéticos de la batería crean un frenesí sonoro que encapsula la ira visceral de Reznor. Las letras, cargadas de desesperación y frustración, dan voz a la lucha interna del artista. Es una explosión de energía que catapultó a Nine Inch Nails a nuevas cotas de reconocimiento.
El EP toma un giro inquietante con «Last», donde Reznor fusiona capas de sintetizadores ominosos y ritmos industriales para crear una atmósfera oscura y claustrofóbica. Las letras sugieren un sentido de pérdida y despedida, contribuyendo a la narrativa emocional que se desarrolla a lo largo de todo el EP.
La número cuatro, «Help Me I Am in Hell», sirve como un interludio instrumental que intensifica la sensación de desesperación. La elección de este título sugiere una búsqueda de redención o escape, pero la música en sí misma es una amalgama de angustia sonora que se despliega como un paisaje sonoro desolador.
«Happiness in Slavery» es una odisea musical que fusiona elementos de metal industrial y electrónica experimental. Las letras, que exploran temas de sumisión y control, se complementan con una instrumentación apoteósica. Es una de las piezas más poderosas y provocativas del EP.
Uno de los momentos más impactantes de este trabajo es «Gave Up». La canción presenta una amalgama de elementos industriales y una actitud nihilista que subraya la desconexión de Reznor con las expectativas convencionales. Es un testimonio de la capacidad de Nine Inch Nails para desafiar las convenciones y explorar límites sonoros.
A pesar de su naturaleza provocativa y su recepción inicial mixta, Broken ha resistido la prueba del tiempo y se ha ganado un estatus icónico en el catálogo de Nine Inch Nails. Este EP no solo consolidó la reputación de Reznor como un visionario musical, sino que también contribuyó a la evolución del sonido industrial y alternativo de la década de 1990. Con Broken, Nine Inch Nails demostró que la música podía ser un vehículo para la expresión emocional cruda y que la confrontación artística podía llevar a la creación de obras maestras intemporales.
Si queréis saber más sobre Broken, os invito a leer la reseña que mi compañero y amigo Beto elaboró con motivo de su 30º Aniversario.
«Wish»: una exploración profunda de la desesperación, la autodestrucción y el desencanto
«Wish» puede interpretarse como una reflexión sobre el vacío y la superficialidad de la sociedad, con letras que exploran temas de desilusión, desesperación y la búsqueda de algo auténtico en un mundo que a menudo parece ser falso o fabricado.
La historia de la canción se basa en la experiencia personal del líder de la banda, Trent Reznor, que se sentía frustrado e insatisfecho con su carrera musical y su relación con su discográfica, TVT Records. Reznor quería experimentar con sonidos más duros y agresivos, pero se encontró con la oposición de su sello, que prefería que siguiera el estilo más comercial de su álbum debut, Pretty Hate Machine. Reznor decidió romper su contrato con TVT y grabar un EP en secreto, bajo el nombre de Broken, que contenía canciones como «Wish».
La canción se caracteriza por su energía frenética, impulsada por guitarras distorsionadas y una percusión contundente. La voz de Trent Reznor también contribuye a la intensidad emocional de la canción. La letra sugiere una lucha interna y un sentido de desesperación, y la música misma refuerza este estado emocional.
En general, «Wish» es una de las canciones emblemáticas de Nine Inch Nails y representa bien la intensidad y la oscuridad que a menudo se asocian con la música industrial. La canción ha sido elogiada tanto por su composición musical única como por sus letras penetrantes que exploran las profundidades de la psique humana en momentos de angustia.
El vídeo musical de «Wish» refleja la intensidad y la rabia de la canción, mostrando a la banda tocando dentro de una jaula rodeada de hombres furiosos que intentan atacarles. Al final del vídeo, los hombres consiguen entrar en la jaula y golpear a los miembros de la banda, lo que simboliza la violencia y la opresión que Reznor sentía por parte de la industria musical y de la sociedad en general. El vídeo fue dirigido por Peter Christopherson, un reconocido artista y director que también trabajó con otras bandas de rock industrial como Ministry y Coil.
Dos covers que van más allá de la epicidad
Es fascinante ver la diversidad de artistas y bandas que han versionado «Wish». Algunas de las interpretaciones más destacadas incluyen a Silverstein, que realizó una versión para su EP de 2010 Transitions; los alemanes Beatsteaks, que la incluyeron en su EP Wohnzimmer (2002) o Behemoth, quienes en 2003 realizaron una versión que aparece en su EP Conjuration, en el que también hay una versión de «Welcome to Hell» de Venom.
Estas interpretaciones no solo rinden homenaje a la canción original, sino que también demuestran la versatilidad de «Wish» al ser reinterpretada en diferentes géneros y perspectivas artísticas, y si bien todas estas versiones tienen su punto, yo me quedo con otras dos en concreto.
En 2008, durante el Soundwave Festival en Perth, Australia, los fans de la música fueron testigos de un momento épicamente extraordinario cuando Nine Inch Nails y The Dillinger Escape Plan se unieron en el escenario para cerrar el show de la banda liderada por Trent Reznor con una interpretación conjunta de «Wish».
La colaboración entre Nine Inch Nails y The Dillinger Escape Plan, dos fuerzas poderosas en el mundo del rock y el metal, agregó una dimensión única a la interpretación de «Wish». Ambas bandas son conocidas por su energía intensa y su enfoque experimental, lo que creó una sinergia emocionante sobre el escenario. La fusión de los estilos distintivos de cada banda, desde la agresividad industrial de Nine Inch Nails hasta la ferocidad técnica de The Dillinger Escape Plan, proporcionó una experiencia musical única e inolvidable.
Este evento destacó la disposición de las bandas de trascender los límites y sorprender a su audiencia con colaboraciones inesperadas. La elección de «Wish», con su poderosa combinación de riffs contundentes y letras impactantes, sirvió como el lienzo perfecto para esta colaboración épica. La química en el escenario entre ambas bandas reflejó la camaradería dentro de la comunidad musical y dejó una huella imborrable en la memoria de aquellos que presenciaron este momento histórico en el Soundwave Festival de 2008, una edición que también contó con la presencia de artistas como Alice in Chains, Lamb of God o In Flames.
La otra versión de la que os quiero hablar es bastante más reciente; solo hay que retroceder atrás en el tiempo haste mayo del presente año. El autor de esta excepcional cover es Mikey And His Uke, un proyecto musical liderado por Mikey Hawdon, el vocalista de la banda Fairmounts. En este proyecto, Mikey utiliza su ukelele y colabora con una variedad de músicos invitad@s para crear versiones emocionantes de sus canciones favoritas.
El proyecto comenzó durante la cuarentena en marzo de 2020, y Mikey publicó un video al día durante 100 días seguidos. Desde entonces, ha continuado creando y compartiendo estas colaboraciones musicales en su canal de YouTube. Algunos de los músicos que han participado incluyen a Nikola Sarcevic de Millencolin, Chris Cresswell de The Flatliners, Noodles de The Offspring y Justin Bivona de The Interrupters, entre otros.
Pues bien, el pasado 11 de mayo decidió rendir homenaje a Nine Inch Nails, y para ello contó con la participación de varias personalidades destacadas, una de ellas bastante sorprendente. Tony Hawk, la leyenda del skateboarding, sorprendió a sus fanáticos al cantar su propia versión de uno de los temas más míticos de Nine Inch Nails, mostrándose fiel a los sonidos creados por Trent Reznor.
Además de Hawk, la banda estaba conformada por Ben Weinman de The Dillinger Escape Plan (ahora en Suicidal Tendencies), Ryan ‘Legs’ Leger, ex miembro de Every Time I Die, Kat Lucas, de Stormylovechild y Toy Daggers, y Brad Magers, bajista de The Bronx.
En el video musical, Tony Hawk se pasea en su skate por las calles de Los Ángeles y en una escena incluso choca con Trent Reznor, quien hace un pequeño cameo. Esta colaboración permitió a Hawk vivir el sueño de ser una estrella de rock, en un canal creado para hacer nuevas versiones de las canciones icónicas del rock junto a múltiples invitad@s.
La letra
«This is the first day of my last days
I built it up, now I take it apart
Climbed up real high, now fall down real far
No need for me to stay
The last thing left, I just threw it away
I put my faith in god and my trust in you
Now there’s nothing more fucked up I could doWish there was something real
Wish there was something true
Wish there was something real
In this world full of youI’m the one without a soul
I’m the one with this big fucking hole
No new tale to tell
Twenty-six years, on my way to hell
Gotta listen to your big-time, hard-line, bad-luck, fist fuck
Don’t think you’re having all the fun
You know me, I hate everyoneWish there was something real
Wish there was something true
Wish there was something real
In this world full of youI want to but I can’t turn back
But I want to, but I can’t turn back
I want to but I can’t turn back
But I want to, but I can’t turn backWish there was something real
Wish there was something true
Wish there was something real
In this world full of you
Wish there was something real
Wish there was something true
Wish there was something real
In this world full of youThis world full of you
This world full of you
This world full»
Interpretación de la letra
La letra de «Wish» expresa el sentimiento de Reznor de haber perdido la fe en Dios y en su pareja, y de haber tirado a la basura lo último que le quedaba. Se siente como si no tuviera alma ni futuro, y como si estuviera en camino al infierno. También muestra su rechazo y su odio hacia el mundo que le rodea, que le parece lleno de mentiras, hipocresía y violencia. Reznor desea que hubiera algo real y verdadero en ese mundo, pero al mismo tiempo se da cuenta de que no puede volver atrás ni cambiar su situación.
«This is the first day of my last days
I built it up, now I take it apart
Climbed up real high, now fall down real far
No need for me to stay
The last thing left, I just threw it away
I put my faith in god and my trust in you
Now there’s nothing more fucked up I could do»
El inicio, «This is the first day of my last days» («Este es el primer día de mis últimos días»), establece un tono fatalista desde el principio, insinuando un ciclo inevitable de decadencia y destrucción. La construcción y posterior demolición mencionadas reflejan un sentido de autorreflexión y una toma de responsabilidad por las consecuencias de las acciones pasadas.
El protagonista de la canción parece haber alcanzado alturas significativas, expresadas en «Climbed up real high, now fall down real far» («Llegué muy alto, ahora caigo muy lejos»), solo para enfrentarse a una caída abrupta. Aquí, se sugiere una caída no solo física, sino también emocional y espiritual. La lírica, «No need for me to stay / The last thing left, I just threw it away» («No es necesario que me quede / Lo último que queda, simplemente lo tiré a la basura»), revela una renuncia, una decisión consciente de alejarse de algo significativo, posiblemente señalando una pérdida personal irreparable.
En el final del primer verso se profundiza en la desilusión y el desencanto. Se alude a la colocación de la fe en Dios y la confianza en alguien más, quizás una figura personal, solo para encontrarse en un estado de desesperación aún más profundo. La expresión, «Now there’s nothing more fucked up I could do» («Ahora no hay nada más jodido que pueda hacer»), sugiere una comprensión de haber alcanzado el punto más bajo posible.
«Wish there was something real
Wish there was something true
Wish there was something real
In this world full of you»
La repetición de la frase «Wish there was something real / Wish there was something true» («Ojalá hubiera algo real / Ojalá hubiera algo verdadero») refuerza el anhelo de autenticidad en un mundo que parece carecer de ella. Este deseo de lo real y verdadero contrasta con la aparente artificialidad y superficialidad del entorno circundante.
«I’m the one without a soul
I’m the one with this big fucking hole
No new tale to tell
Twenty-six years, on my way to hell
Gotta listen to your big-time, hard-line, bad-luck, fist fuck
Don’t think you’re having all the fun
You know me, I hate everyone»
La auto-denigración se intensifica en la descripción del protagonista como alguien «without a soul» («sin alma») y con un «big fucking hole» («gran jodido agujero»). Estos elementos reflejan una lucha interna, una sensación de vacío y pérdida de identidad. La referencia a «Twenty-six years, on my way to hell» («Veintiséis años, camino al infierno») sugiere una vida marcada por la autodestrucción y la inevitabilidad de un destino oscuro.
La mención de «big-time, hard-line, bad-luck, fist fuck» («a lo grande, línea dura, mala suerte, follada con el puño») destila una actitud de desdén hacia una cultura o sistema que parece imponer desgracias y restricciones. La negativa a aceptar la convención y la rebelión contra las expectativas sociales se manifiestan en el verso «Don’t think you’re having all the fun / You know me, I hate everyone» («No pienses que te estás divirtiendo / Me conoces, odio a todos»).
«I want to but I can’t turn back
But I want to, but I can’t turn back
I want to but I can’t turn back
But I want to, but I can’t turn back»
La sección final de la canción expresa una contradicción interna, donde el deseo de cambiar o retroceder se enfrenta a la realidad inmutable. La repetición de «I want to but I can’t turn back» («Quiero pero no puedo volver atrás») refleja la lucha entre el deseo y la imposibilidad de cambiar el curso de los acontecimientos.
En conjunto, «Wish» es una exploración profunda de la desesperación, la autodestrucción y el desencanto, con la búsqueda constante de algo auténtico en un mundo que parece haber perdido su esencia. La amalgama de sonidos intensos y letras emotivas encapsula la habilidad de Nine Inch Nails para crear música que no solo resuena a nivel emocional sino que también desafía las convenciones establecidas en el panorama musical.
Conclusión
«Wish» es una canción que refleja la rabia, el dolor y la frustración de Trent Reznor, el líder y fundador de Nine Inch Nails, ante la industria musical, la sociedad y él mismo. Con un sonido industrial, agresivo y potente, la canción se convirtió en un himno para los fans del rock alternativo y el metal, que se identificaron con su letra nihilista y rebelde. «Wish» fue galardonada con un premio Grammy en 1993 por la mejor interpretación de metal y ha sido versionada por numerosos artistas. A pesar de tener más de 30 años, «Wish» sigue siendo una canción vigente y relevante, que muestra la genialidad y el talento de Nine Inch Nails, una de las bandas más influyentes e innovadoras de la historia de la música. Con «Wish», Reznor logró transformar su sufrimiento en arte, y crear una obra maestra que ha trascendido el tiempo y el espacio.
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.