Cuando me puse a indagar y buscar información sobre este disco me encontré con un baile de fechas sobre su salida oficial y la verdad que no sabría decir con exactitud cuando realmente vio la luz este Dark Recollections de Carnage pero como nos fiamos de lo que dice la página Rate your Music pues nos hemos quedado al final con la fecha del 12 de marzo de 1990.
Este grupo/proyecto se formó en 1988 bajo el nombre de Global Carnage y practicaban un primigenio grindcore, un estilo que estaba dando sus primeros pasos con grupos como Repulsion, Napalm Death, Impetigo y un largo etc. Pero el mismo año que se formaron acortaron el nombre a Carnage y centraron su estilo en el death metal. Editaron un par de demos en 1989 siendo la primera puro grindcore con una producción bastante pobre pero que ya captó la atención de los fans y medios. La segunda ya es un death metal en la onda del estilo sueco formada por dos canciones que también aparecieron en el disco que nos ocupa.
Este Dark Recollections es el tercer disco que se grabó en los famosos Sunlight Studios de Estocolmo tras Tiamat y Entombed. Además, de las cenizas de este malogrado proyecto nació Dismember y bueno, no nos vamos a quejar que son uno de los puntales del death metal sueco y como muchos sabréis es mi estilo musical preferido. En sus filas encontramos a Matti Kärki a la voz, Michael Amott a la guitarra y bajo, David Blomqvist a la guitarra y a Fred Estby a la batería y como podéis comprobar tres de ellos forman parte de Dismember y aunque se nombre o salga en los créditos el señor Johnny Đorđević como bajista él no hizo nada de nada, vamos, como en el Clandestine de Entombed (pobre). Tampoco hay que olvidar que por sus filas pasaron músicos como Johan Liiva (Arch Enemy, Nonexist, Furbowl, etc.) y Michael Nicklasson (Luciferion, Dark Tranquillity) aunque se marcharon antes de grabar este disco.
Seguramente si unos meses más tarde no hubiese salido el archifamoso Left Hand Path hablaríamos de este Dark Recollections como la piedra angular en la que orbitan todos y cada uno de los intentos de hacer death metal. Igualmente siempre tendrá un gran valor para los amantes de este estilo en particular y es que el disco es sencillamente sublime y tiene todos y cada uno de los ingredientes que no deben faltar en un buen disco de metal extremo.
El disco arranca con la que le da título y tras unos segundos de intro bastante rara ya entramos de lleno en su particular mundo. El sonido más famoso de guitarra te vuela la tapa de los sesos tras los primeros compases y la agónica voz de Kärki te golpea sin compasión acompañado a la perfección por la metódica batería de Estby, que gozada señores. Los riffs se van sucediendo de forma orgánica y los cambios son para chuparse los dedos y es que sus ideas influenciaron a toda una legión de jóvenes con ganas de ser más oscuros y pútridos que ellos aunque nada fácil de imitar. Los solos, las atmósferas, las armonías, esa sensación de estar en medio de un pantano donde el musgo, la madera podrida y el olor a muerte te envuelve.
Siguen con «Torn Apart», canción que también aparece en algunas ediciones del primer disco de Dismember, y a ver, un temazo como este no se puede dejar escapar ya que te evoca a todas las pelis de terror de los años 80, clara fuente de inspiración para toda esa generación de músicos. Más a medio tiempo aunque luego se vuelve un poco alocada se desarrolla «Blasphemies of the Flesh» con unos riffs al inicio lentos y decadentes pero luego la velocidad se apodera de todos ellos.
Una de mis preferidas es la siguiente «Infestation of Evil», una auténtica obra maestra que no tiene ni un segundo de relleno en sus cinco minutos de duración. Emana maldad, esa infestación de la que habla del mismísimo diablo, el mal personificado en una canción. En la siguiente «Gentle Exhuming» que recuperan un poco esa primera etapa grindcore que tuvieron siendo la canción más corta y a saco de todo el disco.
Sin mucha variación pero con algún que otro destello sublime se nos presenta «Deranged from Blood», canción que también apareció en una demo de Dismember de finales de los 80. Y es que escuchando el disco con perspectiva debió ser un gran impacto para toda la gente joven que lo descubrió nada más salir.
Con uno buenos juegos de voz siendo una canción más directa se desarrolla «Malignant Epitaph» pero que la verdad no varía mucho y da la sensación de haber escuchado antes esos riffs pero yo se lo perdono, es una gozada. ¿No lo has escuchado nunca? Pues venga, deja de leer y ves a buscarlo ya.
Y nos vamos acercando al final del disco con un par de canciones
La última nuevamente es una canción que apareció en el primer disco de Dismember y no me extraña. También ha dado nombre a varios grupos y es que «Death Evocation» queda que ni pintado para hacer death metal, ¿no? Aquí nos encontramos de nuevo todos lo que debe tener una canción de este nuestro amado género musical con unos geniales arreglos en las guitarras. Y para terminar nos encontramos una outro con un fuerte viento y unas guitarras sencillas pero efectivas y un ritmo calmado a la que no encuentro mucho sentido pero bueno, otra cosa que les perdono.
También me gustaría hablar de la portada, una obra maestra del gran Dan Seagrave que empezó a trabajar con grupos de metal extremo a finales de los 80 y junto a esta portada fue autor de otras famosas de grupos como Suffocation, Entombed, Benediction, Morbid Angel, Pestilence, etc. En ella vemos una especie de malformación orgánica que se cierra en espiral llena de detalles y con unos colores muy adecuados.
Su influencia es grande aunque no tanto como los grupos que nacieron de sus cenizas y se trata de un disco que no debes pasar por alto si te consideras un seguidor y fan del death metal, sobre todo el europeo aunque ya sabemos que esto de nacionalizar un género musical no creo que sea muy correcto. ¿Te gusta? Pues disfrútalo sea de donde sea y venga de donde venga.