El algoritmo de YouTube me suele recomendar muchas cosas. Normalmente, las novedades de las bandas más importantes no faltan, pero de vez en cuando te suelta una joyita más underground, como la que hoy nos ocupa. La portada con esa señora victoriana engusanada ya me generó curiosidad, y desde el primer tema ya vi que estaba por descubrir una banda muy interesante.
Estos suecos llamados Carnosus llevan en activo desde 2011, pero no fue hasta 2020 que lanzarían su primer trabajo de estudio. Desde entonces, parece que se han puesto las pilas y ya tenemos aquí el tercero, que lleva por nombre Wormtales (2024). Estos muchachos le dan duro al death metal técnico, con bastante foco en el groove en vez de en la velocidad típica en el género. El producto contiene blast–beats y dobles bombos, si, pero dominan esos ritmos que nos hacen sacudir la cabeza más lentamente.
Una producción muy trabajada nos permite apreciar las diferentes capas instrumentales, desde esas baterías tan contundentes hasta los riffs trepidantes y arreglos minuciosos de guitarra. El bajo también zumba como un moscardón, con ese toque de distorsión que podemos identificar si nos fijamos.
Quizás el toque más distintivo se lo da su vocalista. Jonatan Karasiak exhibe unas voces podridas bastante originales dentro de lo gutural, con una variedad registros y recursos que nos va mostrando a lo largo del álbum. En algunas ocasiones parece incluso rapear, y en otras toma influencia de los vocalistas más brutales para meter esos gruñidos casi demoníacos. Sin duda, una gran actuación por su parte.
A pesar de no contar con temas demasiado recordables, los 40 minutos se pasan volando, con pistas dinámicas que van fluyendo con naturalidad y zero relleno. Hay pasajes bastante técnicos, por ejemplo en «Within Throat, Whithin Heart», «Neglekticon» o «Yearningsnpf a Rotten Spine», pero la musicalidad manda durante toda la escucha. Las guitarras van trazando sus melodías tranquilamente en vez de abusar del shred y el meter notas porque sí.
Un trabajo muy recomendable para los amantes de lo extremo, que consigue sonar fresco en un estilo en el que eso cada vez es más difícil. Habrá que ver si con este lanzamiento consiguen posicionarse en el circuito de giras y festivales más lejos de su zona, pues estaría curioso ver cómo defienden estas piezas en directo.
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Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.