Carta de despedida a Vinnie Paul

El sábado fue un día triste para el mundo de la música, el 22 de junio de 2018 será recordado por el fallecimiento de Vinnie Paul Abbott. El metal se queda huérfano de un gran batería, que quizá, tú, Vinnie, no eras de un perfil rápido, pero tu sonido era como el de una roca, a la vez que fino. Tenías un estilo muy personal y técnico, sin duda uno de los grandes que se nos ha ido.

Todos sabemos de tu larga trayectoria, primero como fundador de Pantera. ¿Quién no conoce este grupo? Para mí, era MI grupo. Evidentemente que, por poner unos ejemplos, me encantaba Iron Maiden, tarareaba las canciones de Manowar o flipaba con Obituary, pero el grupo que creaste, en el que estaba tu hermano, se convirtió en mi Biblia; junto a un amigo mío, erais nuestro credo. Como a millones de personas, escuchar Pantera era algo diferente. Os costó unos cuantos años, pero una vez conseguisteis tocar la tecla oportuna -también hay que decirlo, gracias a la entrada de Phil Anselmo-, os consagrasteis en todo el mundo. Poca gente he conocido que menosprecie a Pantera. Gustará o no gustará lo que tocan, pero todos ellos reconocen que son la bomba.

Hubo un momento en el que, probablemente, érais de lo más grande que había. En un tiempo en el que Iron Maiden pasaba por sus años más oscuros y Metallica se había “comercializado”, pasasteis a estar en el podio del metal. Sin quererlo (o sí) creasteis un estilo único. Cada disco iba a más, incluso en vuestro último trabajo, Reinventing the Steel (2000), donde vuestras diferencias con Phil (persona con la que teníais una tóxica relación amor-odio) eran más que evidentes, es un álbum digno de estudio. Después de esto, por desgracia, decidisteis separaros y allí terminó, muy a mi pesar, el grupo con el que había crecido la persona que te está escribiendo.

Poco después, como no, junto con tu hermano inseparable Diamond, pasasteis a formar Damageplan, otra gran banda, continuando bastante la línea del álbum arriba comentado. Pero por desgracia, la cosa no duró mucho. Hay mucha gente enferma en este mundo, demasiada, y un fatídico 8 de diciembre de 2004, un fan de Pantera (por llamarlo de alguna manera) nos dejó sin el mejor guitarra thrasher que probablemente había en esos momentos. No olvidemos que también esa misma anoche murió un fan del grupo, un empleado del club en el que se celebraba el concierto y un guardia de seguridad del grupo. La familia Abbott se quedó sin uno de sus miembros, y tú… sin tu querido hermano. No conozco la sensación de perder a un hermano, pero debe ser muy duro, similar a perder un hijo. Y más en vuestro caso, que se os veía tan unidos.

Este trágico momento en tu vida (no lo olvidemos que Vinnie vio cómo asesinaban en directo a su hermano) hizo que te replantearas seguir en el mundo de la música, al menos en directo, ya que tenías tu propia discográfica. Gracias a la insistencia de un componente de Hellyeah, pudimos volver a saborear tus ritmos asombrosos. Incluso con los años tus rifirrafes con Anselmo se apaciguaron, y los fans de todo el planeta soñaban con una gira de reunión de Pantera, cosa que cada vez sonaba con más fuerza. Pero, por desgracia, con tu muerte esto nunca llegará a suceder.

Has pasado a formar parte del Olimpo de los Dioses del Metal. Ahora mismo debes estar reunido en una fabulosa mesa con Dio, Lemmy o Jeff, solo por citar algunos. Incluso seguro que estáis pensando en futuras canciones para deleite de los de allí arriba (o abajo) y como no, a tu lado, tu hermano, tu amigo inseparable, tu alma gemela; por fin juntos, otra vez, mirándoos cara a cara, sonriendo y descorchando una botella de whisky que Diamond tenía preparada desde hacía ya catorce años. Para él ha sido un “por fin”; para nosotros un “demasiado pronto”.

Descansa en paz. Vincent Paul Abbott (11 de marzo de 1964 – 22 de junio de 2018).

Dídac Olivé
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Soy de esa generación que la “post-pubertad” lo pilló entre el metal primigenio (lo que llamamos ahora old school) y la nueva ola que fue el Nu metal, es decir, pasado mediados de los 90. Me encantan muchos estilos pero sobretodo el rock clásico y evidentemente el metal, este último es una forma de vida y encima me gusta desgranar y reconocer la riqueza de todos sus subgéneros. Uno ya tiene su edad (los mechones blancos en la barba no están por que sí) pero no me cierro para nada a grupos nuevos, eso sí, mientras haya fuerza y calidad, aunque hoy en día hay mucha. Como nacido justo entrados los ochenta también se incluye que soy un friki de cuidado (rol, videojuegos, Star Wars, pelis Gore, literatura fantástica y un largo etc.) vaya que toco de todo un poco. En resumen, espero contagiaros mi pasión metalhead a la vez que disfrutáis de mis aberrantes destripes.