Charlie Park, o lo que es lo mismo, Cave Sermon es un proyecto de fusión extremo que debuta oficialmente con Divine Laughter (2024), un disco no apto para todos los públicos. Mirando la carátula de este disco debut uno puede caer en la lógica trampa de que estamos frente a un disco de art rock, art punk o pop-rock. Pero lo que uno no está preparado para afrontar es la descarga de metal extremo que esconde tras la luminosa imagen.
Death metal fusionado con rock psicodélico, música orquestal y post metal. Incluso podemos encontrar black metal en algún instante. Sí, lo que lees es correcto. ¿Cómo encajan todas estas melodías bajo un mismo trabajo? Pues la clave está en la facilidad de Charlie Park de sumar de forma magistral unos elementos cual alquimista. Nunca había podido escuchar algo similar en mis años de oyente de metal extremo. La dulzura con la que Cave Sermon vierte los guturales sobre la orquesta o bien los blastbeats sobre una capa de post rock es digno de mención.
Divine Laughter no es un disco que uno pueda intentar definir con palabras llanas. Es una experiencia sonora colosal, majestuosa. Las delgadas lineas de fusión de conceptos son pura magia. Atrévete a sucumbir bajo el espiral que este artista ha creado y entrarás en bucle en un mundo totalmente nuevo.
El disco está compuesto por seis largas canciones, una de ellas algo desentonada. “Birds and Machines in Brunswick” con sus 4:52 es un pasaje melódico instrumental que no acaba de encajar dentro del monstruo, pero sirve como punto de inflexión y descanso para el oyente. Encontramos dos canciones de más de 11 minutos de duración así como las tres primeras que suman una media de siete. Podría uno pensar que hay excesivo tiempo en las piezas, pero son tan eclécticas y camaleónicas, llenas de matices y atmósferas que ninguna de ellas logra repeler al espectador.
Divine Laughter apunta a sorpresa del año y debut del mismo. Un disco que te enamora y que nos permite ver más allá de todo lo que conocemos. Algo nuevo, fresco pero jugando con teclas ya vividas. Un disco que dará mucho que hablar no solo ahora, sino por muchos años.