Celeste nos hipnotiza con su espiral oscura y nihilista en Barcelona

2 años. 2 años menos tres días. Este es el tiempo que he estado huérfano de música en directo (excepto algún concierto familiar). Lejos queda ya el 7 de marzo de 2020, noche en la que pude gozar de un gran concierto de Syberia en la sala Razzmatazz 3. Viernes 4 de marzo es la fecha elegida para volver al redil de la música en vivo, de volver a disfrutar de los decibelios a alta potencia, y ni más ni menos que con una de las asignaturas pendientes para un servidor, Celeste. Allá por 2013 descubrí a este cuarteto de Lyon, que me sorprendió por un sonido denso y una mezcla de estilos extremos maravillosos, todo ello envuelto en una estética bella y desasosegante. Provoca más terror lo que se insinúa que lo que se muestra. 

Así que la expectativas son altas y, un frío y gris viernes de marzo, me dirijo al barrio de Poblenou, a la sala Bóveda para sumergirme en el personal mundo de Celeste y su líder Johan Girardeau. Primer contratiempo: hace dos años vivía en Barcelona, ahora ya no. Por lo que los horarios previstos, Conjurer a las 20:45 y Celeste 21:45 me ponen en alerta, se complica la vuelta a casa… Como se impongan estos horarios en todos los conciertos se me complica sobremanera asistir a conciertos si no ato antes la vuelta a casa. Por fortuna, nuestro reportero gráfico, Beto Lagarda, se ofreció voluntario para devolverme sano y salvo a mi hogar. Una vez solucionado el tema personal, me dirijo al interior de la sala, en la que puntualmente Conjurer inicia su set.

Conjurer

Los 4 británicos salieron, literalmente, a comerse y arrasar Barcelona con su sludge/doom de muchos quilates. Una entrega indudable y con un sonido más que correcto, fueron descargando el material disponible. Un set basado en su larga duración Mire (2018), con el que no dejaron títere con cabeza. Unas guitarras absolutamente poderosas, una sección rítmica sobrecogedora, con mención especial a su bajista, Conor Marshall, amo y señor del centro del escenario y unas cervicales dignas de estudio… que manera de moverse y hacer headbanging. Así fueron cayendo, «Scorn», «Choke» o «Hollow». Previa felicitación de cumpleaños a uno de los guitarristas, para el final dejaron su plato fuerte, «Hadal» que sirvió para que Conor saltara del escenario, y se uniera al público para tocar las últimas notas de la noche junto a ellos en la pista de Bóveda.

Conjurer ofrecieron un gran concierto y mostraron credenciales a ser una banda grande en el futuro. Tienen margen de mejora y buenas composiciones. Unas grandes promesas que son una realidad en el presente. Densos, pesados y un sonido que les hizo justicia.

Setlist Conjurer:

It Dwells
Rot
Scorn
Choke
Hollow
Retch
Hadal

Celeste

Después de la vorágine sludge de Conjurer, era el momento para Celeste. Las expectativas son altas, pues Assassine(s) (2022) es un magnífico álbum, y el fichaje por Nuclear Blast, hace presagiar muchas ganas de demostrar de lo que son capaces en directo los 4 cíclopes de Lyon.

Después de afinar instrumentos, la sala Bóveda se tiñó de negro azabache, hasta que las primeras notas de la instrumental y post-metalera «(A)» estremecieran nuestros cuerpos. Una puesta en escena, sobria, con protagonismo para el juego de luces que jugaba con la saturación de blanco, el negro y el rojo, creando una áurea claustrofóbica alrededor de los franceses. Los componentes del grupo con frontal de luz roja, en medio de esa áurea combinada con la oscuridad, y el predominio de iluminaciones rojas, los cuatro titanes del nihilismo descargaban una por una, la mayoría de temas de su ultimo álbum. 

La iluminación y la puesta en escena conseguían ese ambiente frío y atemorizante que buscan a través de su música. Todo ello para horror de los fotógrafos y fotógrafas, pues no es tarea fácil hacer fotos definidas con ese set escénico. 

Como decía algunas lineas más arriba, Celeste se dedicaron a presentar su último álbum, con 6 temas. Consecuencia, musicalmente una actuación monótona. Una actuación llena de frialdad, pues tampoco serían muy comunicativos con el público, ni en sus movimientos encima del escenario. Bastante parcos en general. Tienes la sensación de que están tocando una pieza larga, si no fuera por las pausas entre canción y canción. Eso sí, se mostraron un torbellino sónico y una máquina de precisión a la hora de ejecutar cada tema. Sin errores, milimétricos. Los platos fuertes, en mi opinión, llegaron con la segunda mitad del set, en el que atacaron respectivamente, «Le cœur noir charbon» quizás la mejor canción su ultimo plástico, dos de Infidele(s) (2017) y uno de Animale(s) (2013), en los que dieron lo mejor de ellos. 

Después de una escasa, pero suficiente, hora de concierto, se fueron como llegaron. Una vez ascendidas las luces de las sala, no sabrías quienes son. Discretos, lo son. En una hora corta pero intensa, nos demostraron lo buenos que son y como volver a gozar de la música extrema en directo. Celeste son presente, pero pueden tener un futuro prometedor. 

Setlist Celeste:

(A)
De tes yeux bleus perlés
Des torrents de coups
Il a tant rêvé d’elles
Elle se répète froidement
Le cœur noir charbon
Comme des amants en reflet
Laissé pour compte comme un batard
Cette chute brutale

Joan Calderon

Sant Boi-Barcelona-Arenys de Mar. Padre y Metalhead. Desbordado por tanta música que escuchar y poco tiempo para disfrutarla. En el Universo solo hay dos cosas claras: In vino veritas y Metallica es la banda más grande de todos los tiempos (quizás solo una sea cierta, y no tenga que ver con la verdad). Death, black, doom, sludge, hardcore, thrash… a menudo: pop, rock, indie, electrónica, hip hop…  en resumen, la música es mi pasión.