Paso adelante en la dirección buena de Celtian al agenciarse a una cantante de la talla de Xana Lavey y endurecer su sonido para acercarlo a una propuesta más metálica. De todas formas, se nota en exceso la mano de su productor Txus DiFellatio pues en muchos momentos el producto termina siendo excesivamente similar a Mägo de Oz, algo que se suma a la presencia del líder y fundador de Celtian, Diego Palacio, ex de Mägo. Aparte de la mencionada banda de folk rock en otros momentos podemos encontrar la influencia de Eluveitie o Nightwish, pero hay suficientes elementos para determinar que hay mucha cosecha propia, algo que se agradece. La mezcla de folk con metal sinfónico, y no perecer en el intento, es algo al alcance de muy pocos. En tierra de hadas funciona excelentemente y es la presentación en sociedad de una cantante excepcional como es Xana. Va para estrella.
El inicio del disco con “La llegada del druida” es bella y sirve para ponerte en situación de forma templada y agradable para desembocar en “La musa del bosque”, corte trabajado, atractivo y tremendamente melódico a doble bombo. Aquí la influencia de los de Oz es más que evidente, pero la chica le pone el plus necesario para elevar la canción. El sonido de los toms de la batería de David Landeroin es bastante mejorable, pero en general la producción es más que notable y el disco suena muy bien. Atención al gran final pues es un tema que se eleva hacia los siete minutos y contiene todos los colores de la paleta. En “Tu hechizo” hay más templanza, mucha melodía folk, un teclado y voces dobladas para terminar de trenzar una gran composición. “Niamh” ha ido acompañada por un bello videoclip y va cargada con uno de los estribillos del disco, rematada por el violín de Txus Borao. A nivel instrumental la carga folk del grupo es exquisita, recordando en muchos momentos la brillantez de Nightwish cuando Troy Donockley coge el timón.
“En tierra de hadas” empieza como el “Over the Hills and Far Away” de Gary Moore (esa mítica entrada a batería…). Fiesta folkie tirando un poco de la fórmula Mägo y contando con otra de las mejores voces de la escena: Patricia Tapia. Incluyen un pasaje de metal sinfónico inclusive. Su cara más oscura y tétrica asoma en “El sueño de Deidre” viéndose el grupo acompañado por la voz de Rubén Kelsen de Débler. Hay que destacar especialmente el excelente balance entre canciones, que, a pesar de parecerse entre ellas, no cargan ni tampoco suena lineal. En “El solsticio de Driade” hay la parte sinfónica muy protagonista y otro excelente estribillo. “Mirada de fuego” reposa en un piano para electrizar a la canción. Xana vuelve a demostrar que su angelical voz está por encima de la media. Finaliza el disco “El mar sabe tu nombre”, una composición tranquila y reposada capaz de gustar a público allende del heavy metal. Celtian es para todos los públicos.
Celtian unen fuerzas con una cantante ideal para su estilo y propuesta, y estamos ante algo realmente grande y digno de crecer, lo que ya no tengo tan claro es si Celtian como banda o si esto es un trampolín para Xana. Si esta chica domina el inglés le pueden salir novias de todos sitios. Pero cuidado, Tarja sin Nightwish perdió muchos enteros… y los temas de Celtian son realmente buenos. Parece la simbiosis perfecta. El caso es que la faceta de Txus de buscar a nuevos talentos y apoyarles es algo que disfrutamos todos. No han inventado nada ni lo pretenden, pero… ¿podemos hablar ya de banda revelación? Lo que está claro es que pronto vamos a oír hablar mucho de Celtian y de Xana…