Cemetery Skyline – Nordic Gothic

A pesar del impacto del anuncio del nacimiento de esta super banda a principios de año, he visto que, la publicación de su disco debut, ha pasado algo desapercibida tanto para el público en general como para la prensa especializada, así que vamos a ver que se esconde detrás de este Nordic Gothic (2024), lanzado por Century Media Records hace poco más de un mes. 

Como digo, en los primeros meses de este año se anunció oficialmente (por lo visto, este proyecto se empezó a gestar en el 2020 por parte de Stanne y Kallio) el nacimiento de una nueva banda formada por caras muy conocidas del metal escandinavo, creando cierto revuelo o, si nos metemos en vocabulario más modernete… creando cierto hype, y no es de extrañar. En la formación de Cemetery Skyline tenemos en las voces a Mikael Stanne (Dark Tranquillity, The Halo Effect, Grand Cadaver), a la guitarra Markus Vanhala (Insomnium, Omnium Gatherum, I Am the Night), Victor Brandt (Dimmu Borgir, Witchery, ex Entombed/Entombed A.D.) al bajo, Vesa Ranta (Sentenced, The Abbey) a la batería, y a las teclas a Santeri Kallio (Amorphis). Ya de saque, esta alineación, atractiva lo es, y mucho.

Con el primer single que presentaron, “Violent Storm”, ya dejaron muy claro en qué dirección iba a ir el camino trazado por Cemetery Skyline: voces limpias, profundas, y melosas, una marcada línea melódica, estribillo efectivo, riffs pegadizos, gran uso de los teclados, atmósferas llenas de nostalgia… Quien traspase los portones de este gótico cementerio en busca de algo novedoso que vuelva a salir, y es que hasta la última nota escrita para este Nordic Gothic ya la hemos escuchado miles de veces. Stanne, Vanhala, y compañía, no están aquí para ofrecernos nada nuevo, no es su intención ni mucho menos, eso sí, lo mostrado aquí quizás se aleje de forma considerable de lo que nos suelen ofrecer en sus grupos de origen, y aquí creo que reside lo atractivo de este nuevo proyecto. 

El nombre de To/Die/For, Paradise Lost, Bliss, Charon, Entwine, For My Pain, HIM, The 69 Eyes, Cemetary, Sundown, My Insanity, Diabolique, EverEve, The Wounded… bombardearán tu cabeza mientras van pasando los diez temas que conforman este debut, incluso es inevitable acordarse de mis queridos Type O Negative en “The Coldest Heart” y en el acertadísimo cierre con “Alone Together”, posiblemente los dos cortes más diferentes del disco, pareciendo incluso en este último que las teclas y atmósfera corren a cargo de Josh Silver, teclista de las huestes del malogrado Pete Steele. El sonido de Cemetery Skyline bascula entre el gothic rock de los 80 y ese gothic metal que tanto se escuchó en la segunda mitad de los noventa y en los primeros compases del nuevo siglo (alguna pincelada de modern rock también nos podemos encontrar…), y es que al final, una cosa lleva a la otra, ya que sería imposible entender a todas esas bandas nombradas anteriormente sin la existencia de The Sisters of Mercy, The Mission, o Fields of the Nephilim. “Gótico” sería el mejor adjetivo para definir con una sola palabra todo lo que envuelve a Cemetery Skyline, desde su imagen a su música, pasando por la propuesta lírica, atmósferas, cover art… Aquí están todos los clichés imaginables, y es que hasta la cervecera finesa Masis Brewery les ha sacado una Black Ipa llamada Darkest Night. Abro y cierro paréntesis para los más cerveceros como yo: Masis Brewery también ha sacado brebaje para Omnium Gatherum (West Coast Ipa), y Before the Dawn (American Pale Ale).

Repito, aquí nada nuevo vas a encontrar en cortes como la pegadiza y popera “In Darkness”, la balada con aires de metal finés, “When Silence Speaks”, o la energética “Anomalie”. Sobresale en las voces el polifacético Stanne, y los teclados de Kallio se convierten en el instrumento más importante en la gran mayoría de las composiciones. El sonido bien merece un notable alto, y es que detrás de la mezcla y producción se encuentra gente como Tony Lindgren o Juho Räihä, que en símiles futboleros sería como contar en tu equipo con parte de la Naranja mecánica del 74, es decir, hay que ser muy torpe para hacerlo mal. En el lado negativo tenemos lo que ya nos temíamos de entrada: se echa en falta algo más de contundencia en algunos compases, mayor virtuosismo en la guitarra de Vanhala, y ese punto de arriesgarse un poquito más, un punto que nunca llega, haciendo que por algunos momentos se tenga la sensación de que la cosa se está repitiendo.

Veamos, Nordic Gothic es un disco que no defrauda para los que ya sabíamos por dónde irían los derroteros y, sobre todo, para los que hemos entendido este proyecto. Es lo que hay, lo que ofrece, y punto. En su momento mamé mucho gothic metal, un género que reconozco que con el paso del tiempo me ha envejecido de forma regulera, y para mí, este Nordic Gothic me ha llegado “tarde”, siendo poco más que un jueguecito de imaginaría gótica pero muy bien hecho, eso sí, tanto en el aspecto musical como en el visual. La nueva aventura de Stanne es agradable de escuchar y hace, como ha sido en mi caso, que a uno le entren ganas de recuperar aquellos discos que lo petaban en el género hace unos veinticinco años.

Jaime Arjona

Pota Blava y fanzinero de los 90. La música siempre ha sido una de mis grandes pasiones, y aunque el Metal es mi principal referencia, no he parado de moverme por diferentes estilos sin encerrarme a nada. Con los años el escribir también se convirtió en otra pasión, así que si junto las dos me sale la receta perfecta para mi droga personal. Estoy aquí para aportar humildemente algo de mi locura musical, y si además me lo puedo pasar bien…pues de puta madre.