Cerebral Effusion – Ominous Flesh Discipline

Los 25 años de carrera que hará próximamente, en concreto, el año que viene Cerebral Effusion están al alcance de muy pocas bandas de música extrema underground en nuestro país. Y más mérito aun, si hablamos estrictamente de un estilo tan minoritario, denostado y comprendido como lo es el brutal death metal. Pasan los años, se han sucedido los álbumes y el cuarteto de Ermua sigue inalterable en su cruzada de exponer de una manera artística el ámbito más retorcido de la depravación humana.

7 años han pasado desde aquel brillante (una vez más) Idolatry of the Unethical, editado por el sello discográfico que mejor entiende, expone y representa lo que los estándares (nunca mejor dicho) del brutal death conllevan, New Standard Elite. Como decía, algo más de un lustro hemos tenido que esperar, pero tras dicho lapso, vuelven a ser noticia con la publicación de su quinta obra, Ominous Flesh Discipline. ¡Y creerme, la espera ha merecido la pena!

El género con el paso de los años se ha vuelto cada vez más aburrido, con cientos de clónicas bandas ahí fuera, con producciones de plástico, carentes de personalidad y sin que te transmitan ese sentimiento de ‘brutalidad’.  No todo vale. Con Cerebral Effusion desde el primer compás, comprobarás que eso no sucede y que son SIEMPRE (así, en mayúsculas) un valor seguro en lo que a términos de brutalidad, violencia sonora e intensidad musical se refiere. Se que puede llegar a sonar un recurso manido o cliché por mi parte como redactor, pero nada más lejos de la realidad. Todos estos años de carrera y experiencia, les ha dotado de una palpable y representativa personalidad. Con ello quiero decir, que cuando escuchas los característicos blast beats de Eihar, la infrahumana voz de Kosme unida a su pericia a las bajas frecuencias, o los retorcidos riffs de Pe y Jabo, fácilmente los reconocerás. Y lo afirmo así, de una manera categórica, ya que este hecho no atiende a estériles cuestiones de subjetividad.

Ominous Flesh Discipline se torna como el perfecto ejercicio y lección de como el brutal death metal ha de sonar en pleno de 2021. Violento, pesado, frenético, dinámico, gutural e intenso. “Interbreeding Animosity” da el pistoletazo de salida y uno ya podrá identificar los clásicos ingredientes característicos de Cerebral Effusion. Esa clásica fórmula de guitarras super pesadas y ese tono hacen que uno rápidamente los asocie a los euskaldunes. Sin querer individualizar, es necesaria la mención especial nuevamente (y ya van…) de las habilidades de Eihar a los parches, con una amalgama de certeros recursos y técnica siempre al servicio de las canciones y nunca en detrimento del lucimiento personal. Su destreza en esta grabación realizando fills y todo tipo de redobles, es digna de admirar.

Además, siguen cuidando los detalles como el metraje, elevándose a los casi 34 minutos musicales, los cuales me parecen perfectos para el estilo. Ni sobran, ni faltan temas. Como decía unas líneas más arriba, aunque la tónica general del álbum sea la de velocidades vertiginosas y la intensidad más visceral (en “Delirious Urges” alcanzan una velocidad de crucero demencial), hay también fraseos más dinámicos, pesados y con mucho ‘groove’. La bajada y subida de revoluciones, está en su ADN. Todo ello bajo un contexto puramente de brutalidad. Realmente por mi parte, no podría entrar en destacar X o Y canciones de esta grabación, porque las siete que componen este disco son de muy alto calibre y tonelaje. No obstante, estoy seguro de que los acérrimos a Cerebral Effusion detectarán ese claro guiño en “Compelling the Epidemic” a los pegadizos armónicos mostrados en “Epidemic of the Era”, de su anterior elepé.

La mejor sensación que me produce este plástico es que no se torna en ningún momento pesado o repetitivo. Es sumamente adictivo. Incluso una vez finalizada la escucha, en sucesivas ocasiones seguirás encontrando el atractivo musical y vislumbrando pequeños detalles aquí y allá. ¿Qué bandas de dicho género hoy en día te producen eso? A mí en particular, muy pocas. Esto no es brutal death de usar y tirar. Esto es brutal death metal en la mejor de las tradiciones tal y con el mismo espíritu como se practicaba a principios del nuevo milenio 2000.

Jonathan Pernía

Ferviente y devoto melómano. Enfermizo coleccionista de CD’s, vinilos, K7’s y fanzines, ya que siento especial predilección por todas y cada una de las ramas del metal extremo o los géneros más underground. No obstante,como buen amante de la música en general, me considero muy open-minded en ese aspecto.

Otra de mis pasiones es la prensa escrita musical. Con sus luces y con sus propias sombras. Poseo una dilatada experiencia en medios como el extinto Pitchline’Zine (2005-2016) del que fui redactor-jefe o Subterraneo Zine (2017-2019).