Chat Pile – God’s Country

Hoy voy a presentaros Chat Pile. Se trata de una banda de Oklahoma que practica un visceral sludge fusionado con el noise rock. La banda se fundó en 2019 y ese mismo curso debutaron con dos EP’s que impactaron de lleno en el micromundo del sludge. This Dungeon Earth y, sobre todo, Remove Your Skin Please nos mostraban pinceladas del potencial real del cuarteto. La banda está formada por el cantante Raygun Busch, el guitarrista Luther Manhole, el bajista Stin y en la batería tenemos a Cap’n Ron.

El sonido de Chat Pile viene acomodado por varias y dispares influencias, por un lado tenemos una interpretación estilística cercana a los maestros del sludge Eyehategod. La forma de escupir bilis es parecida a la de los de Nueva Orleans. Por otro lado vemos influencias marcadas del metal industrial de Godflesh. Estos pasajes sombríos que adornan varios momentos de la música de Chat Pile parecen extraídos del magistral Streetcleaner (1989) de los ingleses. Y en cuanto a la faceta más noise me recuerdan ligeramente a los tejanos The Jesus Lizard.

Todos los que escuchamos estos EP’s esperábamos con ganas su premiere en formato LP. Y cuando ha aterrizado no ha dejado indiferente a nadie. God’s Country (2022) es lo que esperábamos, un debut genial en todos los aspectos.

Bien es sabido que Oklahoma fue la cuna de la armería de los EE. UU. durante la Primera Guerra Mundial. Tras la desindustrialización y el abandono, hoy en día la mierda se amontona en suburbios y localidades varias, la contaminación aflora como una mala hierva. Y la toxicidad tiene allí elevados índices de impacto sobre la sociedad. Todo esto ha alimentado cual mejor abono a que Chat Pile pueda componer y crear una banda sonora idónea y afín a todo este legado patrimonial yankee.

God’s Country nos muestra una banda enojada que escupe odio y bocanadas de terror conceptual. Muestra de ello es la demencial “Why”, súplica que aborda con clase varios problemas de la sociedad norteamericana. La afinación grave del bajo induce el sonido global hacia una bola de ruido constante creando atmósferas inquietantes y melodías oscuras. La voz monótona de Busch te arrastra hacía la desesperación que la banda escupe verso a verso.

Las continuas rupturas te mantienen en alerta durante los 40 minutos de duración del disco. Sin pausa ni esperando momentos de calma, Chat Pile te va destrozando minuto a minuto hasta dejarte completamente noqueado. Cuando enfilamos la recta final nos topamos con la salvaje “The Mask” que cuenta con unos riffs de guitarra afilados como ningún otro riff del disco. Y como cierre, tenemos la larga y puramente sludge “Grimace_Smoking_Weed.jpeg”. Lenta y sombría, ésta es un ataque frontal al capitalismo.

Seguramente Chat Pile nos regala el debut del año. Un disco de lenta absorción y asimilación. Un disco con una capacidad destructiva brutal. Discazo.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones