Chelsea Wolf está de vuelta con otro asombroso disco que la posiciona nuevamente como una de las mejores y más versátiles compositoras del siglo XXI. La californiana recupera su trabajo personal tras enamorar a conocidos y extraños con la fusión que nos arrojó junto a Converge en ese majestuoso Bloodmoon (2021). Desconocido por la mayoría, en 2022 puso música junto a Tyler Bates en la película gore X (2022).
Ahora nos vuelve a conquistar con otra quintaesencia titulada She Reaches Out to She Reaches Out to She (2024), un disco en el que la solista mezcla su etéreo darkwave industrial con una nueva paleta sonora a la que aún no se había acercado, el trip-hop.
Quizás estamos frente a su trabajo más superlativo aunque con tanta fusión y evolución uno no sabe como aplicar la vara de la comparación. Toda su carrera suena a Chelsea Wolfe pero todo es sumamente distinto entre sí. La norteamericana logra con una facilidad pasmosa tocar el alma del oyente sea con esos momentos de voces desgarradoras o bien con las melodías oscuras que tanto adoramos de ella.
La electrónica y los sonidos industriales forman en varios casos el sustento de las canciones, todas ellas diseñadas para alterar los sentidos del espectador. Porqué si hay algo que Wolfe sabe hacer con maestría es jugar con los sentimientos del oyente.
La musicalidad exquisita del disco solo es vencida por el abrumador canto de una artista que se crece año tras año, proyecto tras proyecto. Solo tienes que dejarte caer por canciones como “Everything Turns Blue” para caer rendido a los pies de la dama negra.
She Reaches Out to She Reaches Out to She se convierte fácilmente en uno de los mejores discos del año que aún está arrancando y presuntamente lo será a final de curso. Con la majestuosidad con la que Chelsea teje estas telarañas acústicas es imposible arrebatarle el trono de la musa de la oscuridad. Discazo, sublime.