Los americanos Clutch tienen el poder, año tras año, disco tras disco, de ser una de las bandas a la que uno acude con regularidad para pasar una muy agradable escucha de excelente rock. Su sonido sureño unido a la psicodélica stoner ya nos es sumamente familiar, una escucha cómoda en la que abres los sentidos y disfrutas con los viajes a los que nos embarca cada disco. Su música es original, nadie suena como ellos y siempre cumple con las expectativas pese a los cambios que los años y la experencia de la banda conllevan.
La formación permanente del vocalista y a veces guitarrista Neil Fallon, el guitarrista Tim Sult, el bajista Dan Maines y el batería Jean-Paul Gaster trabajaron esta vez con el productor Vance Powell (Jack White, Arctic Monkeys, Buddy Guy, etc.) con la intención de capturar el sonido en vivo de la banda, cosa que parece haber salido bien. Como en el pasado, el productor es una consideración importante en el resultado final de cada disco de Clutch, Powell hace su marca aquí para reemplazar a Machine, que dirigió sus dos últimas álbumes, Psychic Warfare (2015)y Earth Rocker (2013), notables álbumes pero con sus peculiaridades. Book of Bad Decisions parece una nueva puesta a punto de la banda, un buen resumen de los más de 25 años de carrera de los de Maryland. Aprendiendo las lecciones de sus dos predecesores pero sin estar en deuda con los patrones que allí se establecieron. Por supuesto, el sonido de Clutch tiene y tendrá sus principios establecidos y la peculiaridad única en su especie.
Clutch presentó cuatro singles antes del lanzamiento final de Book of Bad Decisions, y cada uno presenta un lado diferente de la personalidad del álbum. «Gimme the Keys», que abre el álbum en un clip rápido del estilo de «X-Ray Visions» o «Earth Rocker» en la que Fallon recuerda una noche peligrosa en la carretera en el medio oeste. «How to Shake Hands» es una pista preparada para el directo, un medio tiempo que cabalga sobre intrincados ritmos de batería de Gaster. «Hot Bottom Feeder» un tema genial cargado de guitarras deslizantes reproduce brillantemente el legado de los de Maryland. Y el último anticipo fue “In walks Barbarella” con altras dosis de funk.
A parte de estas encontramos canciones directas como la pegadiza «Vision Quest» y la eficaz «H.B. Is in control», la boogie «A Good Fire» y la veloz «Weird Times» ofrecen ganchos y elementos distintivos de Clutch siendo siempre Clutch. La amplitud de momentos como la guitarra de Sult al final de la excelente «Emily Dickinson» dan muestra de que la banda ha elegido bien como enfocar Book of Bad Decisions, disco que supera por puntos los dos predecesores.
Como el libro que coges de las estaneria de vez en cuando para repasar sus momentos álgidos, o la película que puedes ver diez veces al año y no te aburre, Clutch tienen ese don, el de ponerte los cascos y salir con su música de acompañamiento y nunca cansarte de sus riffs o de la potencia de su sonido. Seguramente es una de las bandas favoritas de todo el mundo aunque nunca llegues a pensarlo como tal.