No sé si España, de la misma forma que le sobran más de la mitad de sus aeropuertos, sufre de sobredosis de festivales veraniegos. Los hay de todos los tamaños y colores, y para todos los gustos. Aquí ya os hemos dado buena cuenta de algunos de ellos y, ¿cómo íbamos a dejar pasar la oportunidad de ir a Cornellà de Llobregat a cubrir una nueva edición del Can Mercader Festival, siendo nosotros uno de los medios oficiales y, un servidor de ustedes, el creador de su póster promocional? Pues eso, que Cornellà está aquí al lado y que me planto allí directo, desde casa, gracias a la línea azul del metro.
Eso sí, el trayecto es pesado de cojones, más aún cuando, llegando a la estación de Gavarra, te das cuenta de que el Parc de Can Mercader es grande cojones y que los escenarios están, oh casualidades de la vida, en la otra punta. Total, que a medida que nos aproximábamos al Can Mercader Village, por llamar de alguna manera original y festivalera a la explanada donde tenía lugar la cosa, retumbaban cada vez más fuerte en mi cabeza los acordes y riffs del primer tema de Thy Omen, que justo en ese momento abrían la veda.
Thy Omen
Poco después de las 19:00, los locales Thy Omen eran los encargados de poner en marcha los engranajes de una nueva edición del festival. Bajo un solo de justicia, y con el poco (de momento) público allí congregado viéndolas venir desde la distancia, refugiados bajo la sombra de los no pocos árboles del lugar, el cuarteto de Cornellà cumplió con creces su cometido.
Su repertorio, corto (recortado, mejor dicho) pero intenso, dejó un más que excelente sabor de boca. Su estilo, a medio camino entre el heavy metal mas clásico y el progresivo tan de moda hoy en día, caló muy bien entre los asistentes, y un buen ejemplo de ello fue la respuesta de los allí congregados a temas como «Rühmlich», «Ephemeral Sound of Black Smoke» y, sobre todo al medley final de Iron Maiden con el que pusiera punto y final a su descarga.
Jugar en casa es una ventaja; de eso no me cabe la menor duda. Pero, por mucho que toques frente a tus antiguos compañeros del cole, su «fichaje» como openers del festival quedó más que justificado. La calidad no se aprende, ni en la clase de mates ni en el recreo.
Setlist Thy Omen:
Rühmlich
Ephemeral Sound of Black Smoke
Sweets for the Sweet
Iron Maiden Medley
Worth
Casi sin tiempo para reponernos, y mucho menos para ir a pillar una birra (la kilométrica cola para comprar tickets fue una de las protagonistas del festival), el quinteto de Barcelona Worth hizo acto de presencia en el escenario contiguo e imagino que principal, pues era de mayor tamaño y, haciendo cávalas patilleras, era donde le tocaba actuar a Crisix.
La propuesta de este grupo de death metal melódico, hasta hace relativamente poco tiempo formado única y exclusivamente por mujeres, era la más potente de la tarde-noche en cuanto a estilo se refiere, pero su actuación no acabó de cuajar del todo, quizá debido a lo arriesgada de la misma.
Sobre las tablas, la banda, ataviada como suele ser habitual en ellas con camisas blancas ensangrentadas, se dedicó a desgranar prácticamente en su totalidad su hasta el momento única referencia discográfica, The Essence of Life (2018). Lo que más destaca, aparte de sus afiladas guitarras, es ese juego de guturales en el que tan bien se mueven su vocalista Cris Jill y, sobre todo, su guitarra Glòria Falgueras, cuyos potentes growls dejaron a más de uno con la boca abierta.
Aún así, creo que a su propuesta le falta algo de chispa y garra, pero no está de más recordar que hasta el mayor de los incendios siempre se origina a partir de una pequeña chispa, por pequeña e insignificante que ésta aparente ser.
Setlist Worth:
Into the Abyss (Chapter II)
Dead Mind (Chapter III)
The Essence of Life
Last Recall
Parting Ways
The Return
Lake of Time (Chapter IV)
She
Scape Land
La tercera propuesta musical del día provenía desde Andalucía, más concretamente desde Chiclana de la Frontera, Cádiz… pero si me dicen que venían directamente en AVE desde Apisonadora Land, me lo trago fijo.
Con ellos la cosa empezó a ponerse seria de verdad. Los chistes sobre el calor reinante en el ambiente en andalú embrutessío y «Lost in a Dream», se colaron entre los temas de su más reciente Evil Mind Pieces (2018), el cual ya os desgranamos aquí hace unos meses.
Su propuesta musical mezcla death con groove de una manera exquisita y, a su vez, todo ello pasado por el rasero del thrash metal más old school. Tal mezcla de estilos, liderada con arte y desparpajo por un locuaz Iván y por la clase de Diego tras las seis cuerdas, quien lucía una guitarra decorada con el artwork de su primer y homónimo trabajo discográfico. La cosa caló de lleno entre el numeroso público que ya casi llenaba el recinto. La tan ansiada comunión artista-público acababa de florecer en Can Mercader. Si me tengo que quedar con un tema, el elegido sería «I Am», seguido muy de cerca de «Crazy», que quizá sea el tema que mejor defina lo variado de la propuesta musical que estos cuatro monstruos (por su talento, no por feos) nos trajeron. Se comieron -literalmente- el escenario. Tremendo futuro el que se les avecina.
Como diría mi amigo y compañero Ricard Altadill… ¡brutales!
Setlist Scape Land:
Evil
Crazy
Lost in a Dream
God’s Love
I Am
Don’t Break Me Up
Take ‘Em Out
11 Bis
Aún a riesgo de parecer un inculto musical, he de reconocer que no sabía de la existencia de 11 Bis hasta hace relativamente pocos meses. Mis más sinceras disculpas, por adelantado.
La mítica banda barcelonesa está de vuelta tras 36 años alejada de los escenarios y lo hicieron por la puerta grande. El éxito cosechado en los años 80, parece tener todavía cabida en la actual propuesta del quinteto. Su propuesta, a medio camino entre el rock urbano y el hard rock mas clásico, tuvo una muy buena acogida por parte de una parroquia de fieles seguidores que, ahora sí, hacían que Can Mercader luciera un aspecto de lujo.
Un José Luis Gutiérrez “Padrino” pletórico no cesó de interactuar con el respetable y su entrega fue, cuanto menos, encomiable. La banda derrochaba tal energía que solo tras medio tema, «Entre el Bien y el Mal», ya contagió a todos los allí presentes, tanto a los que han crecido con ellos, como a las nuevas generaciones, perfectamente representadas aquella tarde en Cornellà. Y, como no, el espíritu del malogrado guitarrista Juan Ramón Martínez Carrasco “Giovanni” estuvo presente de principio a fin, quien estoy totalmente seguro que se echaría las manos a la cabeza al ver que su querido amigo José Luis todavía conserva la mítica americana con pinceladas de mil y un colores que ya popularizara en los 80.
Entre los temas que tocaron, destacaron «Rockcelona», su célebre y ya mítica «De la Cope a Cornellà», tras la cual «Padrino» presentó al resto de la banda -en la cual todavía militan otros dos miembros originales, Andrés Parra (guitarra) y José Luis García (teclados)- y su particular versión del «Ace of Spades» de Motörhead, que lleva por título «Motorbis».
Muy buen concierto. Histórico. Tablas para aburrir sobre las tablas de Can Mercader.
Setlist 11 Bis:
Intro
Entre el Bien y el Mal
Te Digo No
Malditos
Poli-Éticos
Rockcelona
Carmelo’s Band
De la Cope a Cornellà
Motorbis
Jolly Joker
La banda de Valencia se llevó el premio a la banda revelación -se entiende que para mí y para Rebeca, mi pareja- del festival. Hace ya muchos años, décadas, que me dejara enamorar por los sonidos y actitudes de las bandas de hard rock y glam metal americanas afincadas en Sunset Boulevard, pero lo que no sabía es que dicho bulevar se extiende prácticamente hasta las orillas del Túria.
Seamos sinceros. Estos tíos se sacaron la chorra desde el minuto cero y, cual bukkake, fueron derramando sobre nosotros temas con aplomo, desparpajo, golferío y, por encima de todo, profesionalidad. Por momentos Mötley Crüe, por momentos Skid Row (Yannick, su guitarra, es una mezcla a medio camino entre Scotti Hill y Rachel Bolan, guitarrista y bajista respectivamente de los de New Jersey), la actuación de Jolly Joker fue una de la que más ovaciones se llevó.
Su setlist se encargó de pegarle un repaso a sus dos más recientes obras discográficas, Here Comes the Jokers (2015) y Never Say Forever (2018), con un par de guiños a su Sex, Booze & Tattoos de 2012. Con temas como «I Am Rock N Roll», que es puro nervio hard, «Perfect Life», con botella de Jack Daniel’s incluida, bebida fetiche de Lazy Lane, vocalista de la banda, o su popular y punkarra «Fuck It All», tema que cierra su primer álbum, la banda puso la directa y no paró de repartir estopa, precisamente en la cuna de Estopa. Con «Sucker» la banda puso el punto y final a una actuación brillante. Ojo, que los valencianos casi se marcan un perfect…
Actuación fluida, divertida y macarra, muy macarra, que vio como la noche se apoderaba, poco a poco, del lugar. Criaturas de la noche, a mí.
Setlist Jolly Joker:
I Am Rock N Roll
Sidewalks
Hey You
Perfect Life
Full of Beans
Fuck It All
Believe
Set My Soul
Sucker
Daeria
Ya era noche cerrada cuando Daeria tomó el escenario principal, y con ellos la cosa se ponía seria. Se supone que yo era el encargado de presentar a la banda (de la misma forma que mi compañero Albert y su hija Lydia presentaron a los gaditanos Scape Land), pero finalmente, suerte la mía, solo me limité a coger el micro para decir cuatro subnormalidades… bueno, ni eso.
Con solo un disco publicado el pasado año, Fénix, uno podría pensar que los barceloneses están todavía en pleno proceso de gestación como banda. Craso error. Su propuesta musical, que bebe de las fuentes del heavy metal más clásico y del power metal más xavipratenc, está más que asentada y su puesta en escena fue poco menos que espectacular.
Potencia, caña y melodía a partes iguales. Así suenan esos tipos. Su actuación se abrió de la misma forma que se inicia su álbum, con «Fénix» y «Cosmos», que quizá sean los dos temas que mejor representan el sonido tan característico de Daeria. Y qué decir de la voz Ángel Ortiz, un tío que por momentos me recordaba a ese portento que es Leo Jiménez.
«Solo» me gustó especialmente, pero la palma se la llevó «Lestat», la que quizá sea su pieza más potente y contundente, junto con el original solo de batería inspirado en Super Mario Bros. que Joel «Automatic Ape» Marco se cascó.
El final de su actuación estuvo marcado por su ya clásica “Reina de Corazones”, durante la cual Ángel no dejó de interactuar con el respetable a eso de «Yo os canto esto y vosotros me berreáis lo mismo».
Odio el power metal, no lo soporto, pero cuando alguien es bueno en lo suyo, se le reconoce y punto. Daeria, sois muy buenos, a pesar de ese guitarrista de tres al cuarto (¡que le corten la cabeza!) que dice cosas raras y que tenéis entre vuestras filas, y que responde al nombre de Eimel Trejo. Entiéndase el sarcasmo que encierra esta última frase… Qué puto monstruo eres, tío.
Setlist Daeria:
Fénix
Cosmos
Solo
Luz de Luna
Solo de batería (Super Mario Bros.)
Laberinto
Lestat
Pensavientos
Reina de Corazones
Seek ‘Em All
Las bandas tributo, gusten más o menos, visten mucho, y esto es un hecho, y más aún si se trata de la mejor banda tributo a Los Cuatro Jinetes de la Bahía de San Francisco que existe en España. A ver, analicemos la situación. Ambiente inmejorable, hasta arriba de peña, minutos antes de que una de las mejores bandas de thrash metal europeas nos destrozara el alma. No se me ocurre mejor momento para escuchar unos cuantos temarrales de thrash clásicos de la segunda banda más importante que jamás haya parido San Francisco… después de Faith No More, of course.
Por raro que pudiera parecer, allí cantó y coreó hasta el apuntador. La gente se entregó al 200% desde los primeros acordes de «The Ecstasy of Gold», la ya clásica intro de los de Papa Het. banda.
Sonaron todas las que tenia que sonar, si bien la banda tuvo que recortar considerablemente su setlist por problemas de tiempo. No tenéis mas que echar un ojo al solista que se muestra unas lineas más abajo. Si bien, el sonido no acaba de arrancar durante «Creeping Death» o «Master of Puppets», para cuando llegó «One» aquello ya sonaba como tenía que sonar.
Aún habiendo acertado su actuación, la banda mas deleitó con «Nothing Else Matters», que es el tema que yo me habría pulido si hubiera estado en su situación, más aún cuando sabes que una de las sacrificadas fue «Battery».
Con “Enter Sandman” y la apoteósica «Seek & Destroy», el tema que popularizara Juanes hace un par de semanas, la cosa llegó a su fin, dejando al público allí congregado con ganas de más. Seamos sinceros: uno nunca se cansa de Metallica.
Setlist Seek ‘Em All:
Intro: The Ecstasy of Gold
Creeping Death
Master of Puppets
One
Sad But True
Nothing Else Matters
Enter Sandman
Seek & Destroy
Crisix
Los de Igualada hace tiempo que son Patrimonio de la Humanidad, como si la UNESCO pudiera apropiarse del thrash metal. No seré yo quién os venga a descubrir a estas alturas de la película quienes son Crisix. Solo os diré que uno no puede pasar a mejor vida sin haber asistido previamente a (mínimo) un bolo de estos catalanes, y me da a mí que aquella noche más de un@ perdió la virginidad… con Crisix, se entiende.
La suya ha sido una carrera de fondo. Se lo vienen currando a base de bien desde hace un par de lustros, pasando de tocar en su pequeño local de ensayo a, poca broma, tocar en la edición número 30 del que, posiblemente, sea el mejor festival de metal habido y por haber, el Wacken Open Air.
Pero lo bueno de una banda como esta es que, por mucho que les lluevan los halagos, Juli, Javi, Busi, Albert y Pla siguen con los pies bien postrados sobre suelo firme, y una buen prueba de ello fue su paso por el Can Mercader de este año 2019.
Como ya es costumbre en ellos, tiraron de pre-grabación para tomar el escenario a ritmo de “A.S.F.H.”, tema instrumental que abre su primer álbum. Y yo me pregunto: ¿puede acaso haber algo más épico en el Universo Thrash? Bueno, posiblemente, sí. Probablemente, el regreso de Mustaine a Metallica gane en lo que a epicidad se refiere, pero es que todos ellos ya están muy mayores (¿os habéis fijado lo que ha envejecido Hetfield en cuestión de dos años?), y estoy seguro que se les caerían (a todos) los sonotones al suelo al escuchar un tema como “Leech Breeder”, la primera en caer de la noche, de la cual han sacado una pedazo de camiseta (muy grind, por cierto) cuyas existencias se acabaron en cero coma en el stand de merch que montaron por allí. Acto seguido, y ya con el ambiente echando fuego, le tocó el turno a “Xenomorph Blood”, también de su más reciente Against the Odds (2018). Fue en ese momento en el que un pensamiento me vino a la mente. Horas antes del bolo, vi paseando por allí a Arnau, batería de Bellako y de Hyde Abbey, llevando puesta una sudadera de Crisix. Lo primero que pensñe es que joder, vaya calda pavo con eso puesto, pero en seguida recordé que él es el sustituto de Javi, batería oficial de la banda, que todavía está recuperándose de su tendinitis. Eh, pero por allí andaba también, que te no se pierde ni una…
“Rise… Then Rest”, que es el tema preferido de alguien que yo me sé (♥) sonó de fábula, y no diré aquello de que con ella llegaron los primeros moshpits, pero la pista fue un hervidero de empujones y sudoración desde el minuto uno. Tras ésta, un par de temas de su From Blue to Black (2016), «Conspiranoia», durante la cual Busi se pegó un baño de masas bajando al centro de la pista mientras la gente giraba a su alrededor al ritmo marcado por su riffaco, y «Strange».
Todos sabemos que a estos tipos les gusta Dragon Ball más que a un tontico un lápiz, y un buen ejemplo de ello son las dos que sonaron a continuación, “Prince of Saiyans” y «Frieza the Tyrant». y de la mítica serie de animación, directos a «Brutal Gadget», máscara incluida, inspirada en el filme The Mask (1994).
Como ya os adelantaba unas lineas más arriba, aquella tarde-noche había por allí más baterías que municipales, y ya que Javi está casi, casi recuperado del todo de su dolencia, le robó el sillín de la batería de Arnau para tocar con sus compañeros «Get out of My Head», primer single extraído de su más reciente obra discográfica, y antes de la cual nos solicitaron, vigorosa a la par que gentilmente, que nos agacháramos para saltar -como si no hubiera un mañana- cuando ellos nos lo indicaran. La cosa quedó chula, la verdad.
De la misma forma que un tornillo de Ikea solo encaja en el lugar en el que, por cojones, ha de encajar, los miembros de Crisix funcionan casi igual de bien independientemente de detrás de qué instrumento les coloques. Un poner. Coloca a Javi detrás de una guitarra, a Albert a la batería, a Busi tras el micro, a Pla tras las seis cuerdas y a Juli al bajo y, como resultado tienes un explosivo cocktail a base del “Fight For Your Right” de los Beastie Boys, del “2 Minutes to Midnight” de Iron Maiden, del “Walk” de Pantera y del “Hit the Lights” de Metallica. Poca broma.
La recta final del bolo estuvo marcada por «G.M.M. – The Great Metal Motherfucker» (que en Spotify está mal escrita, por cierto), la brutal «Bring ‘Em to the Pit» (mi favorita de ellos), football of death incluido, y, como no, su buque insignia, la meteórica y apostoflant «Ultra Thrash», antes de la cual aprovecharon para presentar a la banda.
Me cago en mi puta vida, qué manera de arrasar. ¡Qué grandes que sois, Crisix. Vaya pelotazas que tenéis, tíos. Os amo, y como yo, medio mundo.
Setlist Crisix:
A.S.F.H.
Leech Breeder
Xenomorph Blood
Rise… Then Rest
Conspiranoia
Strange
Prince of Saiyans
Frieza the Tyrant
Brutal Gadget
Get out of My Head
Medley (Fight for Your Right, 2 Minutes to Midnight, Walk, Hit the Lights)
G.M.M. – The Great Metal Motherfucker
Bring ‘Em to the Pit
Ultra Thrash
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.