El mundo vuelve a ser algo más bonito ahora que Conception han vuelto a los ruedos después de tantos años de silencio. Parece que esta vez a cosa va en serio y no van a repetir esa breve reunión de mediados de la década pasada. Roy Khan, el flamante excantante de Kamelot se ha recuperado de sus historias personales varias, llegando a terminar cantando canciones de Kamelot en iglesias. Pero fue el cerebro del combo siempre fue el guitarrista, Tore Ostby quien a la hora de verse con el resto vino cargado de ideas y partituras que sonaban a Conception. Los chicos siempre han seguido siendo amigos y viéndose habitualmente, pero nunca nadie había llevado ideas que sonasen a Conception. Según nos cuenta él en la entrevista que le hicimos, aquí está la gran diferencia respecto a las otras veces. Uno de los grandes secretos del metal progresivo de la década de los 90 es precisamente esta banda. Lástima que el mundo no se enteró. Ahora tenemos la posibilidad de remediarlo
Conception firman un EP de cinco temas más una intro y están más cerca de In Your Multitude que de Flow. No son temas fáciles, como “Grand Again”, hay que dejarlos macerar con escuchas y pronto notas que la banda está de vuelta. La sonrisa se dibuja en tus labios cuando tras la intro asoma un riff reconocible 100% Conception, esos teclados de ambiente y un Khan cantando como los ángeles. Guitarras sincopadas y un estribillo que sí se acerca al Flow. Perfecta bienvenida con todo lo que espera uno de ellos. Los detalles técnicos brillan en sobremanera por la excelsa producción y un gran Arve Heimdal a los tambores. Personalmente me quedo con esa maravilla que lleva por nombre “The Moment”. Siempre te dicen que ellos no miran atrás por lo que sienten y les sale lo firman. Es una pieza con base jazzística y percusiones japonesas, sumamente original. Lo mejor de todo es que contiene el estribillo del disco potenciado por un coro de voces. Un tema que sólo podrían hacer Ostby y Co.
“Into the Wild” es calmada y envolvente con ese rasgueo tan característico del grupo y con la dorada garganta de un Khan que parece que vuelva a estar en su mejor momento después de un final titubeante en Kamelot. Tema normalito del que esperamos bastante más, aunque funciona con la gran producción de Stefan Glaumann. “Quite Alright” corre la misma suerte siendo otro tema que apunta, pero no termina de llegar donde uno espera, aunque supera la anterior con un gran estribillo. Cerramos con “My Dark Symphony” que se abre con una orquestación clásica de réquiem sumiéndonos en las tinieblas. Tema serpenteante y calmado con dosis de orquestación que le da solemnidad. Puede que el más trabajado, pero no el mejor de los que hayan grabado.
Estamos ante un retorno sonado que es la noticia del año para una inmensa minoría, pero poco más. Este EP es un aviso a navegantes y una excusa para volver a tocar su material más antiguo… más un par de temas de nuevo cuño. El disco y lo grande viene luego. Hay que verlo como una vuelta calentamiento, simplemente. La ilusión inicial puede que no te quite la venda de los ojos, y el resultado es/parece bueno, pero creo que todo aquél que les siguió espera algo más de unos músicos colosales. Todo suena como tiene que sonar, lo cual ya es bastante.