Conociendo a los fotógrafos de Barcelona (V) – MAURICIO MELO

La quinta entrega de nuestra interesante serie dedicada a los fotógrafos de conciertos de Barcelona tiene por protagonista a Mauricio Melo. Habitual de conciertos de punk y hardcore pero también, y ocasionalmente, en propuestas más metaleras, Mauricio lleva en esto de la fotografía desde que, durante la adolescencia en su Brasil natal, Ratos de Porão o Sepultura aún no eran nadie. ¡Ojo a la de batallitas interesantes que se empaquetan en esta entrevista, que no tienen desperdicio!

¡Hola! Antes que nada, muchísimas gracias por participar en esta serie de entrevistas, en las que queremos dar a conocer a la gente la gran cantidad de fotógrafos magníficos que tenemos hoy en día en Barcelona y cercanías, y que muchas veces se mantienen en un cierto anonimato de cara al público en general. ¿Cómo estás?

Bueno, antes de empezar, dejo mi agradecimiento por la oportunidad y la iniciativa de Science of Noise. Cómo habéis dicho arriba, muchos de nosotros mantenemos el anonimato, muchos porque así lo quieren y otros no tanto.

¿En qué tipo de conciertos y salas podemos verte habitualmente? ¿Cuáles son tus estilos favoritos?

Hago conciertos de variados estilos, un 90% de estos dentro de lo que consideramos rock, que puede ser desde el indie hasta el metal más extremo, pero tengo que reconocer que el punk y en especial el hardcore son los estilos y tipos de conciertos que más me gustan. Habitualmente estoy en la Rocksound, Ceferino, Razzmatazz (2 y 3), ya que sabemos que pocos grupos punk/HxCx pueden con salas más grandes. Hubo un momento en el que estaba siempre en el Estraperlo (más que en otras salas), pero ahora los conciertos pasan más por Barcelona, aunque sigo teniendo un cariño especial por el Estraperlo.

¿Cuándo te empezaste a interesar por el mundo de la fotografía y, especialmente, por la fotografía de conciertos? ¿Qué es lo que más te gusta de este trabajo?

Bueno, no sé si puedo considerar un trabajo oficialmente pero me lo tomo en serio todo lo que hago.

Yo comencé de manera espontánea y muy amadora a los 15 años. A mi madre le gustaba la fotografía y cuando empecé a frecuentar conciertos punk en los 80, me llevaba su cámara sin que ella lo supiera. Era una cámara normal, en plan familiar, no era réflex ni nada. De la marca Kodak, de rollo y con un objetivo 35mm fijo. El flash de esa cámara era algo muy peculiar. Parecía un cubo de hielo y que se vendía por unidad, se encajaba encima de la cámara, disparaba y al girar la película se giraba junto el cubo (flash). Cada cubo servía para cuatro disparos, luego lo tenía que cambiar por otro. Igualmente no sacaba muchas fotos porque no tenía dinero para rollos, flashes y luego el revelado. Con esta cámara hice fotos de grupos punk y thrash de los 80 como Ratos de Porāo y Sepultura antes de su éxito internacional, aparte de algunos grupos que en Brasil no son muy conocidos y que aquí menos aún.

¿Cuál fue el primer concierto en el que hiciste fotos? ¿Cómo fue la cosa?

Ratos de Porāo fue mi primera aventura fotográfica. Ya los había visto en directo antes de hacerles fotos pero en la gira del disco Brasil (1989), les fotografié por primera vez.

Este concierto si dio en el antiguo Circo Voador que sigue allí, en Río en los días actuales pero actualmente es todo un lujo tras un periodo cerrado y una posterior reforma, pero en los 80 era «horrible».

Decir a tus padres que te ibas de concierto al Circo Voador era casi un crimen, algo prohibido, pues allí (barrio de Lapa) en esa época era un sitio de prostitutas, drogas, crímenes y todos los tipos de delincuencias que puedas imaginar.

No había ningún control de nada, yo tenía unos 15 años y entraba sin problemas en una sala que, como muy temprano, el concierto empezaba a la doce de la noche y cualquiera podría comprar bebidas alcohólicas aún siendo menor de edad.

Ratos siempre tuvo buen público en Río de Janeiro pero aún así era muy tenso, algunos se les acusaban de vendidos por tocar crossover y haber dejado el punk más crudo. Siempre había unos punks intentando subir en el escenario para agredir al grupo y los seguratas se pasaban todo el rato intentando impedir que la gente subiera al escenario, así que practicar el stage-dive era toda una aventura. No había foso y para un chaval de 15 años era como un campo de batalla.

Así que no cabía otra que subir al escenario con la cámara en las manos y hacer entender a los de seguridad que solo quería sacar unas fotos. Aún las tengo, algunas están aquí en España y otras siguen allí en Brasil. No son una maravilla pero es un registro único y de mucho valor para mí.

¿Cómo ha evolucionado tu equipo desde entonces hasta ahora? ¿Qué cámaras y objetivos usas a día de hoy?

Ni se compara. Puedo comparar si considero que mi primera réflex era una cámara que me prestó un amigo. Mi amigo nunca fue fotógrafo, le regalaron la cámara y como no la utilizaba, me la dejó por un tiempo. No tardó mucho y vendió la cámara para salir de fiesta… pero esa es otra historia. Era una buena cámara analógica y llevaba un gran angular, saqué algún provecho.

Luego cuando llegaron las réflex digitales me pillé una básica y cuando consideré que se me quedaba corta, subí de categoría y así fue hasta los días actuales.

Hoy por hoy tengo una muy buena cámara y un par de objetivos considerables. Mi flash es el más barato que hay, viejo, roto y pegado con precinto, pero estoy tan acostumbrado a él que si compro uno bueno, luego no sabría utilizarlo.

  • Cámara – Nikon D500
  • Objetivos – Nikon 35mm y 50mm y un Sigma 10-20mm son los objetivos que siempre están conmigo
  • Para festivales utilizo un Sigma 70-200mm

Durante este tiempo ¿a cuántas bandas crees que habrás foteado? ¿Te viene a la cabeza alguna anécdota que creas que pueda resultar especialmente interesante o divertida de contar?

No sé si son divertidas, pero algo interesantes, sí. Me pasó un par de veces. La primera fue cuando tocaron juntos Saxon, Motörhead y Judas Priest en el Olímpic de Badalona hace ya unos años. No estaba acreditado por los promotores y sí por Motöhead, ya que uno de sus managers era brasileño y teníamos una buena relación. Entrevisté a Dee, estuve de paseo por el backstage y vi a algunos miembros del Judas por allí. Motörhead era el segundo grupo y cuando terminó su presentación volví al backstage para agradecer y despedirme de mi amigo. Al momento de volver al concierto de Judas, vi cuando se apagaron las luces y la salida del backstage estaba cerrada, solo estábamos un chico de seguridad y otro que pertenecía al equipo de Judas y yo. No me dejaban salir, todo el backstage tendría que estar despejado y me dijeron de estar en un rincón parado como una estatua y yo no entendía nada. Luego escuché unos ruidos de cadenas y unos gruñidos, parecía un animal. No tardé en darme cuenta de que por allí pasaría Rob Halford y así fue. Pasó a unos pocos metros de mi, totalmente concentrado y ya metido en el personaje que salta al escenario, con su ropa de cuero, arrastrando las cadenas, con el cuerpo posicionado como si fuera un cuasimodo y como he dicho antes, gruñiendo. Parecía de película y está claro que no me dejaron sacar ninguna foto. Solamente después de que empezara el concierto pude salir de allí. Me llevé un buen recuerdo de ese día que vale mucho más que las fotos.

Tengo algo parecido con Slash cuando tocaba en solitario y le acompañaba Myles Kennedy, en el backstage del antiguo Hellfest, pero no quiero alargarme tanto, dejaré esta para una futura oportunidad o quizás para mi página web.

¿Qué bandas o artistas recuerdas haber disfrutado más de fotografiar? ¿Por qué?

Para ser sincero, la cantidad no tengo ni idea, de verdad. Porque hay los conciertos y luego hay los festivales con muchos conciertos y es difícil contarlos todos. Bandas que he disfrutado de fotografiar son muchas igualmente pero voy a elegir algunas de conciertos recientes. Descendents en el Barna N’ Roll ha sido una de ellas y cuando Milo bajó del escenario yo justo estaba grabando en video con un estabilizador de imagen y todo se quedo perfecto. Tener allí el cantante a escasos centímetros por un tiempo considerable ha sido memorable.

Y por el contrario, ¿qué conciertos han sido los peores a los que has tenido que ir, ya sea por el artista, las luces u otras características técnicas o logísticas?

Bueno, si hay algo que molesta mucho, son los artistas que, peor que no dejar hacer las fotos es dejar que las haga pero desde la mesa de sonido y más cuando estamos en grandes festivales en que la mesa de sonido esta hacia 200 metros. Hay muchos fotógrafos que se meten en el público y sacan las fotos sí o íi y saltan todas las reglas. No es mi caso aún que reconozca que alguna vez ya hice pero, en los días actuales, no las hago. El artista quiere así, pues estupendo. Voy a la mesa de sonido, hago un par de fotos y sí, las publico tal cual porque así lo quiso. Espero que no se quejen de que la foto no es buena pero es cierto que no me mato para hacer fotos de los que no quieren.

Existe la concepción que muchas veces un fotógrafo es alguien introspectivo, tímido, solitario e incluso socialmente poco hábil, que insiste en poner el foco en los demás para sacárselo de él mismo. Quizás es un poco estereotipada, pero ¿te identificas con esta descripción? ¿Cuáles crees que tienen que ser las características de un buen fotógrafo de conciertos?

No me identifico con esta descripción pero conozco a algunos que si. Yo, al contrario de la gente que no me conoce porque a lo mejor paso una imagen de hombre serio, cuando estoy a gusto y con gente que me deja cómodo, no soy nada tímido. Está claro que no voy por ahí saludando y bromeando por donde paso como si fuera un político pero tan tímido y socialmente poco hábil tampoco.

Actualmente, un fotógrafo de conciertos hay que saber jugar de los dos lados. Hay que saber llevar el artista y también su público porque, con las redes sociales, la gente gusta en verse en las imágenes, te dan tanta visibilidad cuanto a un artista, que muchas veces pasa de ti pero su público no.

Cuanto a imágenes de los conciertos en concreto es saber posicionarse para no molestar al artista y mucho menos a otros fotógrafos con quien compartes foso. Yo posiblemente ya moleste a más de uno (sin intenciones) pero el importante es que aprendas y que no vuelva a repetir. También, tener claro la configuración de la cámara antes de entrar al foso aún que algo si pueda cambiar por sobre la marcha y no intentar cosas nuevas durante un concierto, especialmente en estos que solo tenemos dos o tres canciones para hacerlo. Los experimentos se quedan para los conciertos más underground o mismo para practicar en casa. Más adelante, cuando todo esté controlado se puede poner en práctica.

¿Te dedicas a la fotografía de forma profesional? Más allá de los conciertos, ¿qué otros tipos de fotografía haces?

Como dice al principio de la entrevista, la fotografía me la tomo en serio pero no considero que sea un trabajo y ni puedo considerar, hay mucha cosa involucrada en mi vida personal que viene por delante. O sea, un fotógrafo de conciertos, para considerarse un profesional hay que vivir de y para eso, no es mi caso pero si conozco a gente que lo hace. Pero, si nos ponemos a evaluar la fotografía cómo nivel y calidad de imagen, creo que hago un trabajo de nivel aceptable. Nos es porque uno no vive exclusivamente de fotografías de conciertos que no si puede considerar que tenga un nivel profesional.

Otros tipos de fotografías. Hay mucha gente que me pide para hacer bodas. Las hago pero no son mi especialidad y no hago a todas que me piden.

¿En qué medios o con qué eventos colaboras actualmente o has colaborado en el pasado? ¿Cómo ves la relación entre el fotógrafo y los medios o los promotores? ¿En qué crees que debería mejorar esta relación según tu punto de vista?

Hay tres cosas involucradas en esta pregunta. Fotógrafo, medios y promotores. Lo mejor es cuando los tres trabajan en conjunto y todo va bien pero no siempre es así y lo considero normal que algunas veces la comunicación falle, porque el mundo no es perfecto y en eso mucho menos.

Fotógrafos: siempre queremos estar en los conciertos aún que sepamos que el espacio es limitado y no siempre cabemos todos en un foso como por ejemplo la Razzmatazz 2.

Promotores: creo que muchos promotores tienen a su grupo de fotógrafos de confianza independientemente de la exposición y/o relación con el medio. Hay unos promotores con los cuales llevo años haciendo fotos de sus conciertos, hay buena relación, conozco como funcionan y ellos a mi. Lo que no entiendo es que haya promotores que tienen a su grupo de fotógrafos y se encierran en eso, no dando así una oportunidad para nuevas incorporaciones.

Pero no puedo quejarme, al final de cada año, cuando veo todo lo que he hecho me doy por satisfecho aunque molaría poder ir a más.

Medios: Sinceramente no mucho que decir, nunca me tocó a un medio que me llevara mal. En teoría, los medios que llevo son internacionales aún que hoy en día con la web ya no haya medios internacionales, son medios globales, pero con los que llevo hago un poco lo que tengo ganas.

Lo que se debería mejorar es que promotores y festivales tuvieran un banco de datos. No entiendo porque tengo que, a cada año, rellenar el mismo formulario, contestar a las mismas preguntas y presentarme de la misma manera a festivales para conseguir una acreditación. Eso digo por mí que llevo 12 años aquí, no quiero imaginar a otros que llevan toda la vida en Barcelona y que a cada año tienen que hacer lo mismo. También, aquí no queremos entrar gratis en los conciertos que es lo que mucha gente piensa, hay un largo trabajo por detrás de la fotografía. Es cierto que hay gente que se compra una cámara cualquiera, si auto proclaman fotógrafos y quieren colarse. Pero un fotógrafo que tiene allí alguna experiencia, una página de fotos bien montada y que en su currículo tenga buenos grupos, independiente del estilo de música, que sean rodados de festivales y conciertos en diferentes salas, ciudades y hasta países deberían tenernos en cuenta aún que no pertenezcamos a su grupo de confianza.

¿Crees que el trabajo de fotógrafo de conciertos está valorado en el ámbito barcelonés? ¿Qué tipo de iniciativas o acciones crees que hacen falta para mejorar eso?

No creo que este valorado a nivel mainstream, mi respuesta anterior con relación a la negativa de algunos promotores es más dirigida a los grandes conciertos ya que en el mundo underground (punk, hardcore y metal) somos algo más unidos y no tenemos tiempo para vanidades. Muchas veces me pregunto cómo sería el mundo de la música sin la fotografía. Puedes imaginar una revista, página web o mismo las redes sociales solo con textos y sin ninguna imagen? Pero poca gente tiene esa perspectiva.

También veo que somos pocos valorados cuando nos piden fotos, de una manera general, no estoy apuntando a promotores, a las bandas o a la gente del público, digo de una manera general. Los grupos cobran para tocar, los promotores cobran entradas para poder pagar a los grupos, a los técnicos de la mesa de sonido y luz y otras cosas más. El público paga para entrar en los conciertos, compran camisetas, discos, cervezas… PERO cuando quieren una foto del artista favorito te piden gratis… ¿hola? Ya me pasó de no estar acreditado y de lograr entrar en el concierto porque alguien del grupo o su Manager me conocía o mismo porque pagué para entrar y al final el promotor que ni si dio el trabajo de contestar mi solicitud de acreditación, vino pedirme una foto para publicar en la web y que esa no podría llevar ni mi firma… De risa. Pero paso de estrés, sigo mi camino porque aún tengo mucho que hacer.

A mí no me molesta que un promotor me pida fotos, todo del revés pero que por lo menos me acredite.

¿Cuál es tu sala o recinto favorito en Barcelona o Catalunya para hacer fotos? ¿Por qué? ¿Y el que menos te gusta?

Una sala que me gusta mucho es la Rocksound por la proximidad que nos quedamos de los grupos y allí, mismo siendo una sala pequeña, hay luz. O sea, la relación tamaño / iluminación es muy buena. Siempre que estoy allí me lo paso bien.

La que menos me gusta es la Razzmatazz, en especial la 2. Primero que el foso (cuando hay) es mínimo, muchas veces prefiero que no haya foso. Segundo es que no hay luz, pocas veces estuve en conciertos allí en lo cual había una iluminación buena. Diferentes grupos, diferentes promotores y las luces son igual de malas. Tercero son los de seguridad. Entiendo perfectamente que están allí haciendo su trabajo y incluso me llevo bien con algunos de ellos que ya me conocen. Pero, en teoría, en los conciertos no podemos utilizar flash, es así en todos los lados y se aplica a conciertos de grande porte. Cuando el concierto es más underground, más hardcore, sí que utilizamos el flash porque a los grupos no les molesta. Los grupos están acostumbrados a tocar en salas pequeñas y fotografías con flash son habituales y saben de eso pero los de seguridad no distinguen los grupos hardcore de los grupos más mainstream, así que es NO y se enfadan cuando utilizamos. O sea, no hay luz, no hay flash, no hay foso y aún nos pilla la seguridad. Pero todo bien, es parte de la aventura.

Me gustaría pedirte que escogieras y adjuntaras una sola foto que hayas hecho y de la que te sientas realmente orgullos@ y comentaras qué es lo que la hace especial para ti.

Es algo muy difícil para mí elegir algo así pero sí lo haré. No considero mi mejor foto pero hay un significado por detrás. Esta foto es de Roger Miret, cantante de Agnostic Front, que es uno de mis grupos favoritos y está claro que ya los he visto muchas veces.

Saqué esta foto en el Hellfest de 2017, la publiqué en la web y un par de días después el propio Roger si puso en contacto conmigo preguntando se podrías compartir en su perfil de Instagram. Se pasaron unos días y me comía de curiosidad en verla allí más que nada para saber el qué opinaría la gente sobre la foto, pero no sucedía. Hasta que, más adelante, en el día de su cumpleaños publicó la foto como parte de la celebración, con todos los créditos a mi nombre y página.

Tengo que aclarar que Agnostic Front fue el responsable por meterme en el Hardcore a finales de los ochenta. Por aquel entonces, escuchaba Punk, muchos de los grupos brasileños y algún que GBH o Exploited y Dead Kennedys por allí. No teníamos acceso como en los días actuales a la cantidad de grupos que se puede tener hoy. Yo tampoco era un chico de “Ipanema”, de los barrios más exclusivos donde hay más cultura y información. Soy de las afueras y conocer algo de punk ya era un plus. Entonces, cuando vi por primera vez el vídeo de la música «Anthem» en directo en el CBGB‘s (el disco de la época), me quedé de piedra y nada más fue lo mismo. Reconozco que para muchos AF ya están pasados, pero tienen mucha importancia en mi historia con la música. Así que esa foto es una de las que me orgullo.

¿Qué crees que distingue tus fotografías de las de los demás? ¿Qué intentas buscar y cuáles son tus trazos característicos? ¿Cuáles son tus trucos, tanto personales como técnicos, para crear esas diferencias?

Intento siempre trasladar para la fotografía la energía que hay en el momento en directo. Inmortalizas un momento que pasa rápido, ese subidón que nos pasa en el cuerpo y que nos dura segundos pero, una vez fotografiado ese subidón se queda guardado para siempre, sea del artista, del público y muchas veces de los dos a la vez.

Uno de mis trazos característicos, que no es novedoso y siempre existió en el mondo la fotografía, es la imagen en «movimiento». Para mucha gente parece una fotografía mal tomada pero no es, hago a propósito y intento mejorar a cada concierto. Con esa técnica puedes dejar las imágenes más impactantes. El único problema es que hago con el flash, así que me quedo limitado porque como he dicho antes, en los conciertos no es permitido utilizar flash.

¿Cuáles son tus referentes en el mundo de la fotografía? ¿Y cuáles son tus fotógrafos favoritos de la escena barcelonesa?

No sé si sería un referente pero desde muy joven me fijé en BJ Papas, que era la fotógrafa de todos los grupos de New York, sus fotos están inmortalizadas en los discos de Sick of It All, Agnostic Front, Madball y muchos otros.

En Barcelona me llevo bien con todos y hay mucha gente buena, creo que todos son buenos y aportan diferentes estilos a la fotografía de conciertos. No me gustaría de elegir a alguien pero sí tengo que hacerlo diría Luis Lecumberry y Xavi Mercadé. Luis tiene un estilo único y fue el primero fotógrafo con que hice una amistad. El Xavi es todo un icono, por su historia, por todo el que ha hecho y porque parece incansable en busca de la mejor imagen. A parte de ser increíbles personas.

Silvia Diez también es una de las grandes. Siempre me dice que tiene poca experiencia y tal pero saca unas fotos que muchas veces me da un poco de envidia (sana).

Por lo que he podido comprobar yo mismo, existe una excelente relación entre la comunidad barcelonesa y catalana de fotógrafos: honesta, accesible y sin especiales competitividades. ¿Estás de acuerdo? ¿Te has encontrado a algun imbécil por los fosos?

Sí, totalmente de acuerdo. Mira, no somos muchos así que no cabe tiempo ni espacio para mal rollo. Que haya algún fotógrafo que a lo mejor si siente un poco la típica estrella del rock de eso tampoco tengo dudas pero no me molesta, cada uno se porta como quiere. Pero en general somos todos buen compañeros, para mí siempre es un gusto compartir foso con gente como Quim Cabeza, Ferran Sendra, Elena Marco, los Carles (Amat y Rodríguez), Rosario López y todos los demás. Creo que no hace falta nombrar a toda la gente, son todos muy buenos.

Algún imbecil: bueno, más de uno pero no aquí. En alguno de los festivales que estuve fuera del país siempre hay alguno que no respetan los demás, se hacen de tontos para sacar provecho de posición y llegan en retraso y quieren saltar la cola, etc. Me ven con cara de guiri y quieren ser más listos.

¿Cuáles son tus pasiones más allá de la fotografía y la música?

Mi mujer siempre me dice que soy un hombre de muchas pasiones, el que significa que si quiero hacerlas todas nos costaría mucho dinero. Para elegir una, diría que la bicicleta. Soy un aficionado de los pedales y fue un piloto BMX por muchos años de mi vida. Empecé muy joven y participe de toda la evolución del deporte allí en Brasil, contribuí con mi grano de arena. Tuve la oportunidad de compartir pista con algunos nombres internacionales del deporte aún que nunca llegue a profesionalizarme y no creo que tampoco lo haría en el día de hoy porque en Brasil sigue siendo un deporte para pocos y no reconocido como tal. Allí, el que quiere ir más allá tiene que financiar todo o marcharse del país y intentar la suerte. En los 80 y 90, eso para mí era casi imposible.

Tuve que dejar el deporte hace unos años por problemas de salud aún que dentro de mí siempre habrá un piloto. El BMX de la época era para tipos duros, algo hardcore y poco parecido con la escena actual.

Bueno, pues esto es todo. Por favor déjanos la dirección de tu página web y de tus redes sociales por si alguien te ha descubierto hoy y tiene ganas de profundizar. Y si quieres añadir algo más, adelante. ¡Muchas gracias por tu tiempo y nos vemos por los fosos! 🙂

El único en añadir sería agradecer una vez más por el espacio dedicado a esta entrevista. Ha sido una gran idea e iniciativa. Agradezco también a los promotores que me acreditan, no quiero dar nombres porque seguro me olvidaré de alguien pero ellos saben quienes son. También a mi esposa por la comprensión y apoyo en todos estos años.

Por si alguien tiene curiosidad, en las redes sociales como Instagram y Facebook, si buscan por @snapliveshots ya encontrarán mi página. Luego abajo dejaré mi página de 500PX, que es una página mejor montada, con fotografías seleccionadas con más criterio, muchas veces hay una única foto del concierto, es decir, es una página en que considero lo mejor que he hecho, el Top 1.

Snap Live Shots 500PX – www.500px.com/snapliveshots

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Sobre Albert Vila 954 Artículos
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día. Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.