«Los suecos Crazy Lixx están de vuelta con otra gema de metal sórdido que se remonta a lo mejor de la época de los 80, al tiempo que mantiene un pie en el siglo XXI. Forever Wild consolida aún más a Crazy Lixx como uno de los líderes del renacimiento del hard rock liderado por los escandinavos en los 80.
Con grandes estribillos, ganchos y riffs memorables, solos de guitarra emotivos, y una producción masiva de Danny Rexon y Chris Laney, este álbum seguramente resonará con los viejos fanáticos y los nuevos oyentes por igual.
La banda explora una gama de estilos más amplia que antes en Forever Wild. Desde la rockera canción de apertura antémica “Wicked” hasta el próximo single “Silent Thunder”, inspirado por AOR hasta canciones como “Eagle”, que suenan como si salieran de un álbum de Bon Jovi en 1986, Crazy Lixx logra mezclar amor y reverencia por el rock de los 80 con sello propio en cada tema.
Con Forever Wild, Crazy Lixx han puesto el listón muy alto en comparación con su propio y venerado catálogo. ¿Su mejor álbum hasta ahora? ¡Eso creemos!
¡No te pierdas a Crazy Lixx mientras están en la carretera para apoyar el álbum, ya que sus shows en vivo son un espectáculo para la vista! Las fechas serán anunciadas pronto.
A la venta el 17 mayo 2019.»
Esto que podéis leer arriba es la nota de prensa de Frontiers ante el lanzamiento del nuevo trabajo de Crazy Lixx, Forever Wild (2019). Obviamente no van a decir que es una mierda de disco, pues lo que les interesa es vender. Pero es que, si lo dijesen, estarían mintiendo como bellacos. En general, y a pesar de la purpurina y los lazos, lo dicho por la discográfica se ajusta bastante a la realidad.
Crazy Lixx no engañan a nadie, ni lo pretenden. En ese sentido, son más honestos que una barra de pan. Ellos mismos dicen que viven en los 80, y en sus cinco trabajos previos así lo han demostrado. Hard rock sleazy con algún que otro toque glam que no ofrece nada nuevo ni lo pretende. No, en este, su sexto trabajo tampoco ofrecen ninguna sorpresa, ningún giro inesperado ni nada que no pudiéramos prever de antemano. Pero ante la diversión de esos 10 temas en poco menos de una hora, ¿a quién le importa?
10 temas de melodía pegadiza, estribillos coreables, guitarras divertidas y una actitud festiva que hacen que la vida sea mejor. En general me ha parecido mejor que sus antecesores, o como mínimo menos irregular. No sabría decir si tiene algún tema superior a, yo que sé, “21 ‘till I Die”, “Hunter of the Heart” o “Wild Child”, pero la impresión general tras cinco escuchas es que te mantiene en vilo durante más rato que cualquier otro disco de la banda.
Empezamos con “Wicked”, que también fue el primer Lyric video, y se destapa como una gran forma de abrir (un disco, un concierto…). Ritmo vacilón, actitud macarra y el sol poniéndose detrás de las montañas mientras te alejas de una explosión. “Break Out” entra más a saco con su riff principal, aunque la velocidad sigue igual, como si hubiesen puesto el crucero. Vuelve a ser un tema divertido, eso sí. “Silent Thunder”, desdiciendo a Frontiers, poco tiene de AOR, o al menos así me lo ha parecido. Sí que es más melódica, sobretodo en su estribillo, pero el sonido rockero en las guitarras está muy presente. Veremos a ver cómo es recibida, pues es el segundo sencillo.
“(She’s Wearing) Yesterday’s Face” nos devuelve a los Crazy Lixx más puros, más cachondo-macarras, y aunque hay algo en partes de las melodías vocales que me hace girar el morro, es una de las destacadas del disco. “Eagle” sí que baja mucho el tempo. Es mucho más pesada, más heavy incluso. Tenemos un medio tiempo que, esta vez sí, si tiene algún toque AOR en los arreglos de guitarra. El estribillo es totalmente de Tobias Sammet, aunque parezca increíble.
Empieza “Terminal Velocity” con un fade a la inversa, y tras una intro algo extraña nos escupe un medio tiempo muy melódico, aunque con la sensación de haber escuchado algunas de las melodías vocales con anterioridad. Y vuelve algún que otro sonido AOR con “It’s You”. Como suelo escribir en este tipo de canciones, me imagino a Los Vigilantes de la Playa corriendo por la misma con esta música de fondo. Parece que desde “Eagle” todo esté estudiado hasta llegar a “Love Don’t Live Here Anymore”. Cada vez un tiempo más lento, más melodía, más ñoñez hasta llegar a la balada del disco. Aparte de ser acaramelada y óptima para estar en cosas de pareja, no me aporta demasiado, la verdad.
Llegamos a las dos últimas pistas “Weekend Lover” recupera el tono macarra en su riff principal para desembocar en un estribillo ultra melódico muy marca de la casa. El punto final llega con “Never Die (Forever Wild)” y resulta ser uno de los mejores del disco. Con el ritmo justo, al melodía perfecta, unos coros resultones y un estribillo que se cantará de lo lindo en directo. Las melodías de guitarra son ya marca registrada.
En definitiva, Crazy Lixx nos ofrecen lo que podíamos esperar: un puñado de (muy) buenas canciones de hard rock melódico, con toques sleazy y glam. Un viaje a hace tres décadas pero con un sonido de pleno siglo XXI. A mí me ha gustado mucho y sonará habitualmente en mi reproductor. Si esperabas otra cosa a la descrita, huye. Si, por lo contrario, te ha gustado lo que el grupo viene haciendo, esto es lo mismo pero mejor. Same same but different, que dicen en los mercadillos de medio mundo.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.