¡Sábado de conciertos en Barcelona! Si en Razzmatazz se celebraba la presentación del nuevo disco de Crim, y en Salamandra teníamos al doblete de Toundra y Bones of Minerva, el comando Apolo nos disponíamos a ver a cuatro bandas que formaban un cartel tan peculiar como interesante. Con Igorrr, una de las bandas más sorprendentes de los últimos tiempos, a la cabeza, y con el apoyo de Amenra, Der Weg einer Freiheit y Hangman’s Chair, se acabó llenando por completo la sala.
Hangman’s Chair
Las puertas se abrieron con un poco de retraso, pero el horario es sagrado y puntualísimos salían los cuatro integrantes de Hangman’s Chair ante solamente la primera fila. La gente aún estaba entrando durante la primera «An Ode to Breakdown», pero enseguida empezó a haber cierto calor. Una lenta y suave intro nos llevaba al reino de los franceses, donde todo suena firme y solemne.
Los ritmos de batería eran lentos y simples, pero a la vez hipnotizantes, y con los guitarrazos que los cabalgaban podríamos haber estado horas cabeceando. La voz melódica y llena de efectos de Cédric Toufouti, a la que a lo mejor le faltó un punto de volumen, se mezclaba con la atmósfera siendo una pieza más del puzzle y no tanto un elemento central. Habiéndolos escuchado un poco antes de venir a verlos, me parecieron mucho mejores en directo. Son una de esas bandas que se tienen que disfrutar en vivo, pues aunque no te mole del todo el stoner o el doom, flipas con su magia.
Nos presentaron varios de los temas de su nuevo A Loner (2022), cerrando con un recordatorio de su anterior Banlieue triste (2018). Lamentablemente, tuvieron poco tiempo, pero el suficiente para ganarse al creciente público. Me da la sensación que más de uno va a querer repetir.
Setlist Hangman’s Chair:
An Ode to Breakdown
Cold & Distant
Who Wants to Die Old
Loner
Sleep Juice
Naive
Der Weg einer Freiheit
Cambiamos de tercio con la actuación de los germanos Der Weg einer Freiheit. Vamos del doom al black metal, pero sin perder ese toque atmosférico. Nos invadía un mar de melancolía y pesadumbre, con esas guitarras que parecían llorar sobre los constantes blast-beats y dobles bombos del incansable Tobias Schuler. Menudo aguante tiene el tío.
Tuvieron 40 minutos de set, y tocaron cinco canciones. Ya os podéis imaginar que no eran precisamente cortas. Nos dieron una buena muestra de su último Nokturn (2021), y los otros trabajos de su última etapa. La iluminación que llevaban era impresionante, con luces estroboscópicas cegándonos por momentos y un juego currado y adecuado para cada momento.
Nikita Kamprad nos dirigía algunas palabras de agradecimiento antes de la última, aunque tampoco hizo ningún discurso. Aún así, fue el que más habló en toda la noche, pues ninguno de los otros grupos hablaría entre canciones. Se despedían con una colosal «Aufbruch», de más de diez minutos, que nos acababa de conquistar.
Setlist Der Weg einer Freiheit:
Morgen
Repulsion
Am Rande der Dunkelheit
Einkehr
Aufbruch
Amenra
Era el turno de los belgas Amenra, que contaban con un buen numero de seguidores que habían venido por ellos. Empezaban la descarga con «Razoreater» y sus ritmos contundentes y densos, acompañados de los gritos de desesperación de Colin Van Eeckhout. Interrumpían esta intensidad con una parte intermedia suave que le daba contraste antes de acabar otra vez a golpes de sludge.
Llegaba la segunda canción, con exactamente las mismas características que la primera, y luego la tercera, con más de lo mismo. A penas había novedades a mesura que pasaban los 50 minutos que realmente se podrían resumir en 10. Si escuchas un par de sus canciones, ya las has oído todas. Supongo que son una de esas bandas que, o te fascina lo que hacen, o te son completamente indiferentes. Y así se reflejaba en el público, con el contraste de los que lo daban todo y estaban metidos de lleno en el show, y los que movían ligeramente la cabeza con cara aburrida.
Unas proyecciones en blanco y negro que mostraban desde paisajes rurales inquietantes hasta animales, o una silueta colgada entre pinchos, acompañaban la marcha funesta del quinteto. Van Eeckhout cantaba de espaldas la mayoría del tiempo, para desgracia de los fotógrafos, que también las pasaron canutas con la escasa iluminación. Realmente son una banda peculiar y bastante poco accesible, pero oye, si han llegado hasta donde están será por algo. A sus fans se les veía satisfechos, y eso es lo que cuenta.
Setlist Amenra:
Razoreater
De evenmens
Plus près de toi
Am Kreuz
A Solitary Reign
Diaken
Igorrr
La gira de Igorrr fue una de las primeras en caer en el debacle pandémico, y por fin, tras una espera de tres años, los teníamos a punto de salir en escena. Con la batería a la derecha, la gran mesa de mezclas en el centro, y un par de pantallas de guitarra a la izquierda, estaba todo preparado.
Todo esto con un hilo de música clásica que finalmente servía de intro. Entre aplausos, salía el bueno de Gautier Serre para empezar a mezclar sus ritmos imposibles, creando un preludio para «Paranoid Bulldozer Italiano», momento en que salía toda la banda. Una alineación en la que recientemente ha habido muchos cambios. Para empezar, es un detalle que hayan incorporado a Martyn Clément a la guitarra en directo. Siempre está mejor escuchar más pistas en vivo, aunque en un proyecto como este es casi imposible prescindir de pre-grabaciones. Ahora solo falta que Erlend Caspersen se anime a tocar el bajo en los conciertos además de en los discos.
Igorrr contaban con dos enormes vocalistas, Laurent Lunoir y Laure Le Prunenec a los guturales y a la voz operística respectivamente, pero ambos abandonaban el grupo durante el parón. Una lástima ya que ambos poseen un talento excepcional que se puede catar en las grabaciones de estudio. Sin embargo, sus sustitutos no son moco de pavo. La mezzosoprano Marthe Alexandre lo bordó en «Hollow Tree» o en la imperial «Downgrade Desert», con una voz brillante y afinadísima. JB Le Bail, que salía del prometedor proyecto Svart Crown, se encarga de los guturales. Con la cara pintada, no se corta un pelo en la bailonga «Camel Dancefloor», en las que añade voces en directo, o interpretando las partes de George Fisher en la death metalera «Parpaing». Por cierto, justo el día antes teníamos al mismo Corpsegrinder petándolo en Razzmatazz con Cannibal Corpse.
A la batería, el bestia de Sylvain Bouvier no daba tregua con su golpeo contundente y preciso, y es que piezas como «Spaghetti Forever» o la misma «Parpaing» son exigentes como ellas solas en batería. Nos interpretaron casi por completo el nuevo Spirituality and Distortion (2020), que por fin han podido salir a presentar. Pudimos disfrutar de nada menos que de diez de sus temazos con instrumentaciones variadísimas. Joyas como «Nervous Waltz» o «Himalaya Massive Ritual» no se escuchan todos los días…
Cómo no, también hubo una buena representación del anterior Savage Sinusoid (2017), con el que Igorrr saltaría a la fama. Composiciones como «ieuD» u «Opus Brain» nos hicieron y hacen flipar con su mezcla loquísima de estilos, ya sea en disco o en directo. Otro momentazo vino con «Tout petit moineau», en la que Serre y Alexandre se quedaban solos en un dueto operístico-electrónico lleno de emoción y dramatismo.
«Cheval», uno de los temas más queridos, encabezaba los bises que acababan de enloquecer al público, que lo flipó durante todo el espectáculo. Y esto acababa como empezó (el concierto y la banda), con Serre en solitario. La mente detrás del concepto de Igorrr nos regalaba dos piezas electrónicas: «Robert» y la desternillante «Very Noise», que cerraban un enorme bolazo.
Poco queda por añadir, esta gente tienen un producto super original que ofrecer y un gran potencial para crecer. Si en su segunda visita a la ciudad ya llenaron Apolo, imaginaos hasta donde pueden llegar.
Setlist Igorrr:
Intro
Paranoid Bulldozer Italiano
Spaghetti Forever
Hollow Tree
Nervous Waltz
Downgrade Desert
Camel Dancefloor
Tout petit moineau
ieuD
Parpaing
Polyphonic Rust
Overweight Poesy
Viande
Opus Brain
Himalaya Massive Ritual
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Cheval
Apopathodiaphulatophobie
Robert
Very Noise
Hey, has llegado al final del artículo, ¡gracias!
Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.