Ya hacía tiempo que no me topaba con un disco nuevo de thrash técnico/progresivo como dios manda. Este subgénero en particular goza de numerosos trabajos en los años 80 y 90, pero en las últimas décadas no han surgido tantas bandas nuevas (o al menos no han llegado a destacar) como cabría esperar. Anteriormente conocidos como Distillator, este trio de los países bajos ha pasado a llamarse Cryptosis para empezar su nueva etapa. Aunque su estilo base no ha cambiado notablemente, si que incorporan nuevos elementos en su música, además de una nueva imagen y temáticas que encajan más con el nombre nuevo. En febrero nos avanzaron un aperitivo de lo que tenemos hoy en forma de un split con Vektor, los exponentes más grandes de este nicho en la pasada década, que hasta ahora estaban en un parón indefinido.
Bionic Swarm es el título del trabajo que hoy nos ocupa, el tercero de la banda en total. Dentro encontramos diez pistas que mezclan elementos de mundos distintos de forma natural y orgánica. Por supuesto tenemos el thrash agresivo, rápido y técnico que ya venían practicando en su anterior etapa, pero llevado aún más al extremo. Los riffs son más complicados, con toques disonantes a lo Voivod y muchos matices progresivos. En algunas secciones a base de acordes más largos incorporan un mellotron, una especie de teclado/sintetizador de la vieja escuela. Puede parecer un detalle insignificante, pero con él consiguen crear una atmosfera que añade seriedad a su música y diferencia su sonido.
La voz de Laurens Houvast es más bien sucia y áspera, con unos gritos que me recuerdan a bandas como Bio-Cancer. Sin llegar a ser guturales, esos gritos desgarrados encajan a la perfección con el tono tenebroso y desesperado de la parte instrumental. También incluye ocasionalmente algunos agudos cuchillo en las partes más frenéticas, que rompen la monotonía y añade fuerza a los finales de algunos versos.
La producción es de sobresaliente. Las guitarras suenan muy agresivas en las partes rítmicas y a la vez tienen un tono más redondo y suave en las melodías y los solos. El bajo es potente y acompaña perfectamente a la guitarra, incluso en las secciones más complicadas. También toma el protagonismo de vez en cuando, como en el breve solo de «Game of Souls». La batería es precisa y se integra en la mezcla a la perfección. Marco Prij utiliza recursos variados a lo largo del álbum, decorando cada ritmo con acentos y filigranas distintas. Destacan esos dobles bombos arrolladores, con un tono que los hace notar pero no interfiere con los demás instrumentos. En general todo suena como una pared, en especial esas partes rítmicas donde los instrumentos golpean a la vez, véase las intros de «Death Technology» o «Conjuring the Egoist».
Con «Decypher», el primer single, después de la intro no esperan ni un segundo en desatarse por completo. Es un frenesí de guitarrazos veloces y redobles a todo trapo en el que de alguna forma consiguen hacer sitio para segmentos melódicos que hacen de contrapunto. Y ese es el primero de muchos, porque de momento han sacado cuatro sencillos que corresponden precisamente a la cara A de este Bionic Swarm. La mencionada «Death Technology» es la siguiente, con algunos riffs muy a lo Megadeth y siguiendo con la misma intensidad. Se relajan un poco con la más lenta «Prospect of Immortality», que nos muestra su lado atmosférico y con más groove. Vuelven a la carga con «Transcendence», otro corte que va a la yugular sin dejar un momento de descanso.
Llegamos a la mitad del disco con un breve interludio que hace de intro a «Conjuring the Egoist». En esta segunda parte no hay ningún single, pero la verdad es que los cuatro temas que siguen no bajan en calidad para nada. Excepto en el cierre, bajan un poco más las revoluciones y la batería explora más ideas rítmicas en vez de los ritmos thrashers de toda la vida. Sin embargo, con «Flux Divergence» vuelven a acelerar al máximo una última vez para acabar a lo grande. ¡Y vaya un final!
A parte de las influencias ya mencionadas, se me ocurren dos más que seguramente han inspirado las canciones de este trabajo. La más clara seguramente es la de Vektor, que hoy en día es una de las bandas de thrash progresivo más reconocidas de la escena internacional. La otra es la de Havok, que en su ultimo disco tomaron una dirección que se asemeja estilísticamente, salvando las distancias, al de este Bionic Swarm.
Cryptosis dejan claro que aún queda territorio inexplorado en este género con fama de poca innovación y a veces dominado por clichés. Si consiguen suficiente difusión con este lanzamiento, seguro que no tardan en ser conocidos mundialmente. De hecho ya estaban tramando una gira europea con Vektor tras su regreso, lo cual tiene mucho sentido, ya que su estilo encaja muy bien con ellos. Lamentablemente han tenido que aplazarla, pero seguro que tendremos la posibilidad de verlos juntos en el futuro. No puedo esperar para escuchar como suena este cañón en directo. Aún estamos en abril, pero no tengo dudas de que estamos delante de uno de los mejores pepinazos de 2021.
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Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.