D·A·D ofrece en la Salamandra un ejemplo de lo que tiene que ser un show de sala

·El orgullo danés recaló en tierras catalanas nutridamente acompañados por una importante representación patria. El mismo consulado danés había organizado algún concurso inclusive para fomentar la buena entrada del mismo, en un día en el que se competía con esa dupla formada por Lacuna Coil y Eluveitie. D·A·D, a diferencia de lo que hicieron en el Calella Rock Fest, se salieron y pudimos vivir un show muy divertido, variado y con un material de nuevo cuño que puede hacernos revivir algunos de sus mejores momentos discográficos. Parecía al principio que no iba a haber DADie, pero poco a poco la sala se fue llenando como la ocasión merecía.

Hangarvain muestran su valía con raíces grunge

Uno de los grandes problemas de hacer los conciertos en horarios europeos es que uno se come todas las aglomeraciones de tráfico. Una hora para atravesar toda Barcelona te deja con escaso margen para que uno pueda disfrutar de los voluntariosos teloneros itálicos Hangarvain. Poca gente de inicio, pero este cuarteto sabe a qué juegan, contando con gorros y un pie de micro luminoso. Buenos coros del guitarrista para unos temas rock and rolleros, un par de cucharadas soperas de grunge, y siempre sonando desenfadados y sin pretensiones. Un par de versiones nos convencieron ampliamente de los dotes de esta gente, pero lo hicieron especialmente con ese maravilloso “Sliding to Hell” con ese deje grunge de la mejor época. Una lastima no haber podido disfrutar de todo el concierto.

El mejor concierto de D·A·D en tierras hispanas

Los cuatro miembros que forman esta agrupación de locos daneses es pintoresca. Son unos personajes tremendos, y eso es algo necesario para hacerte un nombre en el negocio. Sombreros de copa, disfraces, bromas constantes, bajos de formas imposibles… y actitud, toneladas de actitud. Espectacular inicio con Stig y su bajo transparente en “Burning Star”. La verdad es que el set estuvo importantemente vertebrado por su nuevo disco, y la verdad es que no supuso un bajón para nada. Los nuevos temas funcionan perfectamente. A destacar las chorreras de la chaqueta de Jesper, esos magníficos coros del baterista y la tradicional subida del bajista sobre el bombo de su compañero. Rescataron “Evil Twin” mientras la gente, que ya había entrado y mostraba una entrada superior a sus últimas venidas, empezaba a responder como la ocasión merecía. Tocaba “Rim of Hell”, así que Steig sacó su bajo del Barón Rojo a la vez que las luces rojas tomaron la sala en esta composición más pausada.

Antes ya habían tirado de cargas de profundidad como “Jihad”, uno de sus más grandes himnos. Primer saludo al gentío para recordarnos que tienen nuevo disco bajo el brazo y lanzarse a interpretar “Nothing Ever Changes” seguida de la fabulosa “Everything Glows”. D•A•D no samplean nada y eso incluye los estratosféricos coros de su baterista Laust Sonne o el tirar de un pad electrónico para hacer la introducción del tema. Cabe destacar su impoluto blanco y ese agarre jazzístico de la baqueta. Aquí es cuando Stig Pedersen sale con su célebre bajo al revés para deleite de la gente. Sonó la homónima “A Prayer for the Loud” (temazo) que iba a juego con el logo del cartel trasero que llevan, optando luego por “Grow or Pay”, dotada de un largo solo de Jacob. Otro de los puntos fuertes del nuevo disco es “The Sky Is Made of Blues”, con un bajo hecho con el cráneo del búfalo que es a la vez el logo del grupo danés. Sería continuada por los aires western cow punk de “Jackie O’” y “Riding with Sue”. Stig ejerció de vocalista con su funcional garganta y se atrevieron a hacer sonar el “Ghost Riders in the Sky”.

“The Real Me” me pareció que va para clásico a pesar de que el riff es un poco a lo “About a Girl” de Nirvana. Todo el pescado estaba vendido y la gente encantada con material actual como la oscura “I Want What She’s Got”. Tras “Monster Philosophy” Jesper y Laust hacen su show cómico con una conversación telefónica entre ellos en la que se nota que el español de Jesper es más que notable. Simpáticos arrancaron más de una carcajada y terminaron con un solo de batería desembocando en “No Doubt About It”. Se tomaron un breve refrigerio para luego encarar los bises cargando con un corte tan emblemático como es “Bad Craziness”, con ese riff tan Beatles, y con Stig armado con su cohete-bajo. Luego el tema de temas que sigue siendo “Sleeping My Day Away” con devaneo instrumental. Aquí ya el desatado vocalista nos dijo que no era miércoles y que estábamos en viernes: “Today is viernes chapao escuela”, dijo. Pero lo más bonito de todo fue sin lugar a dudas la preciosa interpretación de “Laugh ‘n’ a ½” en acústico: “Dos hermanos y dos acústicas”. Luego gran final con la luminosa “It’s After Dark” de su primer disco cerrando a lo grande.

Cuando tienen la noche inspirada son imbatibles. Ganan en las distancias cortas muy a pesar de que tampoco se les da nada mal ejercer de grandes cabezas de cartel cuando giran por el norte de Europa. Vi en este concierto que las tierras hispanas son especiales para el grupo, así que seguro que van volver regularmente en el futuro. Quizá les sentaría bien algún festival nacional para darse a conocer pues siguen siendo un grupo muy desconocido a pesar de sus muchos logros y a debutar en 1986. Cálidos, directos, con un show largo y en el que en el escenario siempre pasan cosas. A ello súmale un repertorio tremendo y un disco nuevo que está a la altura de sus mejores obras. Se agradecen directos como este, de verdad.

Setlist D·A·D:

Burning Star
Evil Twin
Jihad
Rim of Hell
Nothing Ever Changes
Everything Glows
A Prayer for the Loud
Grow or Pay
The Sky Is Made of Blues
Jackie O’ / Riding With Sue
The Real Me
I Want What She’s Got
Monster Philosophy
No Doubt About It
Bad Craziness
Sleeping My Day Away
Laugh ‘n’ a ½
It’s After Dark

Jordi Tàrrega

Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.