¡Uff! Vaya sesión de cardio hemos tenido hoy. Escribo estas líneas justo al volver de la sala Estraperlo, ya que mañana mismo salimos hacia el Leyendas del Rock y entre tanto concierto no quiero olvidarme de nada. La visita de D.R.I. nos ha dejado para el arrastre, en uno de los conciertos más movidos en los que he estado.
Dirty Rotten Imbeciles son una auténtica banda de culto, al menos en el mundillo del thrash y el crossover underground. Siempre he oído referencias a ellos, pero nunca les había prestado demasiada atención, más allá de sus temas más conocidos, así que cuando vi que la gira de su 40º Aniversario pasaba por Badalona, decidí echarles una escucha más profunda e ir a ver su directo.
Para estas giras de varias fechas en la península, a la gente de HFMN Crew les gusta buscar bandas locales en cada ciudad, cosa que a día de hoy no es muy común y debería recuperarse, para incentivar la escena local. En esta ocasión tuvimos a Bait abriendo, una banda de hardcore que me dejó los pelos de punta con su EP Another End of The World Is Possible (2020), así que iba bastante ilusionado para ver cómo lo defendían sobre el escenario.
Bait
El cuarteto local no estaba por tonterías, y desde el principio nos sacudían con sus ritmos frenéticos y los gritos de su vocalista. Solo hicieron falta tres canciones para que aparecieran los primeros bailarines en la pista, y la cosa no tardó en desmadrarse. Es rara la ocasión en la que el grupo invitado consigue montar un pogo en tan poco tiempo, pero la intensidad que tienen sobre el escenario no es para menos. Y claro, en un concierto de D.R.I. la gente también viene a lo que viene.
Un batería desbocado llevaba en volandas a un bajo y una guitarra que no paraban de soltar riffs a base de quintas a todo gas, y este último incluso se animaba con algún solo de vez en cuando. También rozan el thrash en más de una ocasión, lo que les añade un extra de velocidad en los momentos indicados. Si tenéis oportunidad, no dudéis en ir a verles. ¡Realmente su directo vale la pena!
D.R.I.
Después de un calentamiento genial con Bait, era la hora de perder la olla con los tejanos. Formados en 1982, la formación liderada por Kurt Brecht y Spike Cassidy siempre ha estado activa hasta el día de hoy, a pesar de casi no sacar material nuevo durante mucho tiempo. Para que os hagáis una idea, en el año en el que nací, sacaban su último disco, Full Speed Ahead (1995), y desde entonces solo han sacado dos EP’s. Eso frente a los seis discos que vinieron antes. Pero al final, lo que quiere oír la gente suele ser lo viejo, igualmente.
En esta gira tan especial, se han asegurado de llevar un repertorio bien completo. Si no me equivoco, han tocado prácticamente una hora y media y un total de 30 canciones. Es verdad que muchas son cortitas, pero es un número que impresiona para una banda tan longeva. Han empalmado una pequeña prueba de sonido con el inicio del show, y de forma inesperada empezaba la acción.
Acto seguido, toda la zona central de la pista se convertía en una avalancha humana. Ese mosh era como un agujero negro, si te pillaba, pasabas a formar parte de él. Eso no se detuvo en lo que duró la actuación, y por supuesto el escenario sin foso de la Estraperlo permitía a numerosos crowdsurfers subirse y saltar con facilidad. Era de esperar un poco de reyerta en el concierto de una banda que tiene por logo un hombrecito haciendo mosh, pero sin duda esto superó mis expectativas.
Los temas iban cayendo uno tras otro, y de vez en cuando hacían algún parón para afinar los instrumentos y coger aliento. Los más cortos y picaditos venían del Dealing With It (1985), que se intercalaban con los del Crossover (1986), o el Thrash Zone (1989), algo más largos y elaborados.
Sobre el escenario, no había tanto movimiento, puesto que los miembros originales han cumplido ya los 60 años. Pero tampoco se echa en falta. La verdad es que con su música van sobrados para desencadenar el caos, y más ante un público tan entregado como el de esta noche. El bajo distorsionado de Greg Orr sonaba desgarrador y también servía de base para los ocasionales solos de guitarra de Spike. Rob Rampy es un fiera incansable tras los parches y Kurt incluso canta mejor ahora que en sus años de juventud.
Los momentos más celebrados venían con temas como «Probation», «I’d Rather Be Sleeping», «Acid Rain», «Who Am I» o «Thrashard». Han dejado para el final una traca espectacular con «Abduction», «I Don’t Need Society», la tremenda «Beneath the Wheel» y «The Five Year Plan», que nos puso a cantar eso de «I win, you lose» para cerrar un concierto bárbaro.
Hemos salido empapados en sudor, pero más que satisfechos con la actuación de estos pioneros del crossover, que siguen pateando culos después de 40 años. ¡Larga vida a los Dirty Rotten Imbeciles!
Setlist D.R.I.:
The Application
Hooked
How to Act
Commuter Man
Probation
Wages of Sin
Dry Heaves
Nursing Home Blues
I’d Rather Be Sleeping
Yes Ma’am
The Explorer
Karma
Think for Yourself
Acid Rain
Violent Pacification
Argument Then War
Against Me
Mad Man
Couch Slouch
Who Am I
Slumlord
Dead in a Ditch
Suit and Tie Guy
Manifest Destiny
Syringes in the Sandbox
Thrashard
Abduction
I Don’t Need Society
Beneath the Wheel
The Five Year Plan
Hey, has llegado al final del artículo, ¡gracias!
Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.