Los gallegos Dark Embrace siguen peleando por asomar la cabeza más allá de nuestras fronteras y lo hacen con trabajos muy completos a la vez que intentan dotar a su música de detalles técnicos de alta calidad. Portada de Gustavo Sazes, vídeos trabajadísimos, masterización y mezcla a cargo de Mike Exeter quien estuvo detrás de algunos discos de Black Sabbath, Cradle of Filth y ganador de un Grammy. No está nada mal, pero todo esto no dejan de ser accesorios varios si la música no está a la altura.
Como en sus anteriores obras hay ese metal oscuro y extremo repleto de influencias que van desde el folk, pasando por el black, el power metal o el heavy metal tradicional, aunque hay gran parte de death metalmelódico y Amon Amarth suelen ser la habitual banda con la que los suelen comparar. Siguen su orientación mantenida desde que volvieron a la carga, pero con mejores canciones y con un mejor sonido.
Voces agónicas y coros hooligans para un sorprendente tema, “Dark Heavy Metal”, que abre fuego siendo metal extremo con blast beats en la batería de Snowy Shaw. Hay cambios de tempo e incluso de estilo y destaca especialmente el gran trabajo en los solos de guitarra por parte de Mou Trashno y Markos Villar. En “Never Seen the Sun” hay un teclado que aparece en momentos puntuales repuntando el toque oscuro en un tema algo más accesible, por el inspirado estribillo, aunque completamente contundente, destacando la base rítmica formada por Kike Vilar y Snowy.
En “Endless Months” hay la solemnidad y el acercamiento al viking metal, especialmente en tesituras de Skälmóld, y me alegro que esta banda empiece a ser referencia. Es uno de los temas más inspirados con un Óscar Rilo que juega con su extensa paleta de garganta. Un clavicordio te da paso a “Metal Is Religion” pasan a terrenos más propios de los extrañamente olvidados Crematory y a su metal gótico, aunque añaden unas guitarras muy de death melódico de Gotemburgo y unos teclados a lo Die Apocalyptischen Reiter.
La entrada de “This Is the Rain” puede recordarte al “Vollmond” de In Extremo, pero ellos lo hacen con teclado y no con arpa. Vendría a ser la balada del disco, que les funciona, a pesar de que la batería de Shaw es variada y los patrones son cambiantes de un compás a otro. Las guitarras dobladas piden paso a inicio de “Life and Legacy”, que posee un estribillo con voces limpias, lo cual la hace más accesible.
“Time Is Telling” es la intro casi orquestal y con coros femeninos que dará paso a la final “Bitter End MMXXII”. Extenso tema con guitarras dobladas y amplia variedad de registros en la voz de Óscar Rilo. Es de largo la canción más épica de todas, casi teatral por momentos y ese final acústico le da unos aires vikingos muy conseguidos. Completa la entrega la fiera “Personal Hell”, combinando guitarras y teclados, pero personalmente es la que me ha dejado más indiferente.
Muy buen disco de Dark Embrace con un título que un poco intenta definir el estilo que practica el grupo: dark heavy metal. A veces es mejor que uno se defina antes de que los periodistas empiecen a divagar. Una obra destinada a que el grupo dé un paso más hacia adelante y que puedan llegar a entrar en festivales de envergadura o incluso compartir alguna gira importante como teloneros. Muy adictivo, y a pesar de que acaba de empezar el año… puede estar en el Top de mucha gente.