Los conocidísimos genios del black metal Dark Funeral cumplen hoy 20 años del brutal Diabolis Interium. A modo de celebración, hablaremos un poco del álbum y la banda, así que quedaos a leer si os gusta el black tanto como a mí.
El conjunto de 8 temas solo dura 36 minutos que pasan rapidísimo y hacen que el plástico se haga extremadamente corto. Desde luego el Diabolis Interium es un álbum traído del infierno, con referencias constantes al mismo y a Satanás, bañadas en innumerables capas de oscuridad y angustia.
El black metal sueco de Dark Funeral o Bathory se me hace algo distinto al black noruego de bandas como Mayhem o Burzum porque suena más melódico en general, y aunque la atmósfera fría, lúgubre y tenebrosa se comparta en ambos países, es posible distinguir entre estas dos variables del género. De hecho, parte de la grandeza del Diabolis Interium se rige en la gran calidad melódica de los riffs y la pulcritud escondida de la producción.
La primera pista es «The Arrival of Satan’s Empire», que arranca el álbum con un grito espeluznante del vocalista Emperor Magus Caligula que enseguida nos transporta a las catacumbas más profundas del Infierno para recordarnos que esto es verdadero black metal. Los temas del CD son cada vez más explosivos y tienden a la velocidad constante. Así lo vemos en «Hail Murder», un tema muy enérgico con una batería aporreada a la perfección en todo momento por Matte Modin. Algo que llama claramente la atención de esta pista es el riff principal, que resuena lúgubre a la vez que limpio, además, le otorga un gesto distintivo al tema que dinamiza el conjunto. Los gritos perseverantes suenan como por debajo, son el lamento que transmite el dolor y esa esencia black tan única y desalentadora de los músicos de Dark Funeral.
A continuación, siguen con «Goddess of Sodomy», con un riff principal misterioso que suena interesante y abrumador. Esta canción tiene un tempo algo más lento que las anteriores pero aún así no pierde vigor ni una milésima de segundo. La voz sigue siendo espectacular y las guitarras de Demonion y Lord Ahriman siguen sonando a gloria infernal mientras retumban los gemidos femeninos de fondo. La producción del álbum es buena, y bastante más buena que en algunos de sus lanzamientos anteriores, se oye todo al volúmen perfecto, todos los instrumentos son distinguibles y aunque da la apariencia de que el sonido es sucio, suena bastante claro en realidad, sobre todo para ser black metal puro.
Enseguida vamos a «Diabolis Interium» que significa “Diablo por dentro” y da título al álbum. Este es el tema que reflejan en la portada con el retrato del sufrimiento y la desesperación que suponen las cadenas que sentencian a las personas. La siguiente pista es «An Apprentice of Satan», un grito al mismísimo diablo, un llamamiento a Satanás con esa atmósfera característica de Dark Funeral que atormenta mientras da paso a líneas de bajo violentas pero controladas y unas guitarras que demuestran pasión en cada movimiento.
Ya solo quedan tres temas por repasar y viene «Thus I Have Spoken», muy pero que muy bueno. Repasando las canciones del álbum podemos darnos cuenta de que en este lanzamiento del 2001 no añadieron nada nuevo en cuanto a composición o creatividad, de hecho, el Diabolis Interium sigue bastante la línea tradicional de Dark Funeral que ya habían remarcado en álbumes anteriores como The Secrets of the Black Arts (1996) o Vobiscum Satanas (1998). De todas formas, cada una de las pistas que contiene este diablo interno es épica y espectacular en sí misma, invocando al demonio continuamente y dedicándole a cada sonido la actuación que se merece.
En «Armageddon Finally Comes» Dark Funeral nos siguen demostrando porque encabezan las listas de black metal desde hace años. Este es un tema potentísimo, con mucho poder explosivo y con un tremendo trabajo de guitarras y batería. Degollan a su paso desde el primer momento y no dejan de irradiar fuerza fúnebre durante todo el espectáculo. Es como si la música consiguiera transportarnos a una especie de mundo paralelo donde las tinieblas atraviesan las almas de aquellos que siguen en pie para convertirlos en lacayos de Lucifer. Queda claro que en este CD consiguieron reafirmarse musicalmente e inyectar al público esa dosis de sombra en la que se sume la banda.
Finalmente, la última pista es «Heart of Ice» que empieza con una melodía más lenta y la voz gritada en susurros como si fuera el último aliento antes de morir de Magus Caligula. Los temas que hemos escuchado son profundos y maliciosos, casi podríamos decir que forman parte de un ritual. Cada pista es más feroz y chocante que la anterior, convirtiendo a este álbum en uno de los mejores lanzamientos de la banda. Aquí sacaron toda su artillería y cada vez que lo escuchas quieres más. Los riffs a alta velocidad y la batería sacando humo culminan el CD para hacer de cada tema una muestra excepcional de los sentimientos de la banda hacia el mundo que los envuelve.
Hoy se celebra la masacre que es el Diabolis Interium de Dark Funeral tras 20 años, un álbum que no aburre en absoluto y que si no habéis escuchado aún, os recomiendo ámpliamente. Los inicios épicos en las canciones y la distorsión de los riffs trémolos acompañada de los gruñidos más oscuros imaginables, hacen que no se pierda la experiencia Dark Funeral que ya estábamos acostumbrados a disfrutar. Me alegra que la banda siga en pie y siga sacando nuevo material, de hecho, tras el disco que hoy estamos recordando han sacado grandes piezas que forman parte del altar blacker como Angelus Exuro pro Eternus (2009) o Where Shadows Forever Reign (2016).
Está claro que Dark Funeral aún no ha acabado su recorrido, esperemos que todo lo que está por llegar sea tan bueno y espectacular como el Diabolis Interium, con el que es inevitable no mover la cabeza al ritmo de la magia negra más peliaguda.